San Pedro, Coah.- Para la madre de José Alejandro Balderas Esquivel, de 8 años de edad, quien sufre del síndrome de Marfam, la ayuda del DIF y de la presidencia municipal es buena, pero se requiere a una mayor atención por que muchos de las personas con capacidades diferentes no cuenta con seguro medico y viven en la extrema pobreza.
Maria Elena Esquivel dijo que ha sufrido mucho desde el nacimiento de José Alejandro, quien tiene que acudir cada mes a al Clínica de Especialidades No. 71 de Torreón para su atención médica; lo malo es que su esposo dejó el trabajo y se fue a los Estados Unidos.
“Hemos batallado mucho, mi esposo no ha tenido un trabajo constante, entonces mi hijo no cuenta con Seguro Social, y es ahí donde recurrimos a la presidencia municipal para que nos apoye y nos den la cita en la clínica”, explicó.
Comentó que el próximo mes de octubre lo toca un examen de la vista, pero las siguientes citas las tendrán que tramitar por conducto de la presidencia.
A parte de José Alejandro, la señora Maria Elena tiene otro hijo de 10 años sin problemas de alguna discapacidad.
Los síntomas que padece José Alejandro son vómitos de sangre, por lo que tiene que darle medicamento de vitamina E, y recientemente fue dado de alta del corazón.
“Va a la escuela está en tercer año de primaria, pero el maestro dijo que no veían bien de sus ojos José Alejandro, por lo cual lo tuve que sacarlo, mientras lo revisan en la próxima cita”, señaló.
NO SABE QUE HACER
La madre del joven Gerardo Ramírez, de 29 años de edad, no sabe que hacer para ayudar a mejor la calidad de vida de su hijo.
Tiene 6 hijos, y su esposa está también enfermo, por lo que suelta algunas lágrimas ante el reportero por la misma situación en que se encuentra e impotente por que no sabe pedir ayuda.
Gerardo tiene parálisis cerebral y desde hace más de un año que no lo revisa un doctor.
“No se que hacer, a quien pedirle ayuda, me da pena hacerlo....pero lo voy a intentar”, dijo Rosa Martínez, quien vive en el ejido Urquizo.
Comentó que para sobrevivir, sabiendo que su esposo no trabaja por la enfermedad, una hija es a quien mantiene a todos, y ella se encarga de atender a su hijo Gerardo y los otros cuatro, además de dos nietos.
“Debo de aprovechar esta oportunidad del mes de las capacidades, para conseguir algún apoyo, ya que no contamos con Seguro Social”, indicó.
