+ Salud VIDA SALUDABLE SALUD FEMENINA NUTRICIÓN

¿Cómo recuperarse de una ruptura amorosa?

ESPECIALISTAS RECOMIENDAN VIAJAR YA QUE PUEDE SER EL PRIMER PASO HACIA LA CURACIÓN

Se requiere de conciencia, voluntad y un poco de ayuda para superar una ruptura amorosa.

Se requiere de conciencia, voluntad y un poco de ayuda para superar una ruptura amorosa.

El Universal

Una nueva modalidad que está ganado adeptos y que ha dado muy buenos resultados son los llamados talleres–retiros que organizan algunos especialistas para ayudar a las personas que están pasado por una duelo sentimental.

Los objetivos básicos son asumir y superar el hecho de raíz, y, de paso, encontrar nuevos amigos.

Si acabas de terminar con tu pareja, será imposible que te libres del trago amargo de pasar por un oscuro periodo de tristeza. Para aligerarlo, ¿qué tal si emprendes un viaje de celebración de tu nueva soltería?

“Ese puede ser un buen primer paso hacia la curación definitiva”, afirma la sicoterapeuta de pareja Gabriela Gay Mayoral, “porque resulta positivo sacar al individuo de su entorno habitual y colocarlo frente a un mundo completamente diferente, con panoramas agradables y nuevas personas por conocer”.

No es cualquier cosa distanciarse del ser amado. La sicóloga Gay Mayoral lo explica del siguiente modo: “El dolor de una separación amorosa es equiparable al de la muerte de un ser querido y, metafóricamente, a la del propio espíritu”.

Aun así, como en todos los ciclos de la vida, lo que se espera que ocurra posteriormente es el renacimiento y para ello se requiere de conciencia, voluntad y un poco de ayuda que acelere la metamorfosis y la haga menos tormentosa. Ese apoyo bien puede provenir de un amigo que haya vivido la experiencia y se haya recuperado o bien, de un profesional.

¡A hacer maletas!

Los “viajes de recuperación” se efectúan a algún destino de la República Mexicana cuya atmósfera permita practicar libremente, y de forma muy divertida, un programa de ejercicios terapéuticos, charlas interactivas, foros para compartir experiencias y rituales guiados para llegar a la recuperación y liberación personal.

Es difícil superar una separación porque se percibe como un fracaso. Y poco ayuda quedar expuesto al juicio social, en el que unos están en favor o en contra de él o ella, lo cual termina por confundirlos todavía más.

Lo que debemos entender es que la única separación real entre las personas se da cuando alguna de ellas muere y aún así, esto debe ser afrontado con calma, porque es un proceso natural en todos los seres vivos.

Por otro lado, el fin de una pareja debe tomarse como un cambio de estado en la forma de relacionarse. No necesariamente tiene que dejar de verse o ser enemiga. Ahora, para que todo ocurra sanamente, se deben poner en orden las cosas, disipar el odio, saldar cuentas y cerrar el ciclo de manera adecuada. De ahí que muchos divorciados logren ser amigos con el paso de los años, cuando cada uno ha reconstruído la vida por su cuenta y ha constatado que su separación fue lo mejo.

El siguiente paso es encontrar las causas que provocaron en cada caso la ruptura. Esto sirve para entender y liberar la angustia, la culpa o el rencor que va y viene por oleadas al ignorar exactamente qué ocurrió.

Así se aclara la mente y se deja de vivir ese infierno que mezcla enojo, culpa, celos, agresividad, tristeza, nostalgia, desamparo, extrañamiento y compulsión de sustituir al que se fue o, peor aún, apatía para volverse a relacionar. La responsabilidad del buen o mal funcionamiento de una pareja es compartida.

En introspección

A veces dentro de un salón, otras al aire libre, durante la estancia en el lugar de destino se llevan al cabo pláticas para renovar ideas sobre la separación, para darle un nuevo significado al término, como la forma de concluir con algo que no funciona y la apertura a una nueva oportunidad de reinventarse y recuperar la ilusión de encontrar la felicidad.

Este ejercicio consiste en enumerar el fin de muchas etapas de la vida (escuela, trabajo, familia) y en hacer conciencia de todo el aprendizaje que implicó cada cambio, así como la fortaleza y madurez adquirida.

Se descubre que, en cada caso, siempre se pudo seguir adelante, la mayoría de las veces, para mejorar.

Esta práctica disminuye la sensación de miedo. “Nada perdura para siempre; por ello, en el viaje miramos con detenimiento el atardecer y el amanecer, para recordar las normas de la naturaleza en cuanto al principio y fin de las cosas”, expresa la sicoterapeuta.

En otra sesión, se profundiza en lo necesario que es reconciliarse con el pasado, con la pareja ausente y con el desempeño de uno mismo en la relación. Poder deslindarse por completo del o la “ex” tiene mucho que ver con no experimentar arrepentimientos y valorar los buenos ratos que se vivieron. Los sentimientos negativos son un ancla que impide el tránsito hacia la nueva etapa y lo contamina todo.

Volver a ser feliz

Entre paseos y convivencias, hay momentos dedicados al análisis de las parejas anteriores de cada persona, para reconocer patrones y ser capaces de ya no repetirlos.

Se dan pautas para gozar la nueva individualidad y, en su caso, se habla sobre la salud mental de los hijos.

Igualmente se dan orientaciones sobre cómo llevar la sexualidad en la nueva vida y despejar el miedo de lo que será tener citas para conocer a otra persona. El objetivo es que todo esto se viva con alegría.

Leer más de + Salud

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de + Salud

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Se requiere de conciencia, voluntad y un poco de ayuda para superar una ruptura amorosa.

Clasificados

ID: 304823

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx