TORREÓN, COAH.- La retinopatía diabética es el principal padecimiento causante de ceguera y ocupa en México el primer lugar de las complicaciones oftalmológicas que se detectan entre los más de 40 mil pacientes diabéticos que son atendidos en el Servicio de Oftalmología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La doctora Adriana Hernández López, jefa de esa Unidad, explicó que de esa cantidad, 22 mil 550 son personas diabéticas que presentan otras afecciones como glaucoma, cataratas y hemorragias vítrias (dentro del ojo).
En México, la diabetes mellitus afecta a más de 10 millones de personas, de las cuales 3 millones 300 mil se tienen registradas en el Seguro Social a nivel nacional, de acuerdo con cifras dadas a conocer por el doctor Jesús Kumate Rodríguez, presidente ejecutivo de la Fundación IMSS.
La doctora Hernández López indicó que cuando “un paciente refiere que ve borroso o que su última graduación de lentes no le permite ver bien, el especialista procede a revisar la retina para detectar algunas de las manifestaciones, ya que el paciente desconoce que tiene el padecimiento”.
Aseguró que en el Instituto es de vital importancia la consulta a Oftalmología de las personas diabéticas -por lo menos una vez al año-, para que el médico les practique una revisión de fondo de ojo, procedimiento que permite conocer las condiciones de su retina e indique el tratamiento que requiere el paciente.
El reporte de consulta a pacientes diabéticos con complicaciones oftálmicas, emitido por la División Técnica de Información Estadística en Salud de la Institución, señala que el año pasado fueron atendidos 312 mil derechohabientes en todo el país.
La titular del Servicio de Oftalmología explicó que si la retinopatía diabética se detecta en fase inicial, es posible detener su progresión. Al revisar el fondo del ojo, los especialistas del IMSS pueden definir si el paciente es candidato a fotocoagulación (tratamiento con rayo láser de argón) o a una cirugía con implante de válvulas para drenado, según la condición de la retina y la gravedad del caso.
Dijo que cuando esta patología se diagnostica en etapa avanzada, es común encontrar al paciente con una situación devastadora de la visión, esto es, que ya perdió un gran porcentaje de la visión o que hubiera desarrollado otras complicaciones de alto riesgo que llevan a perder la vista.
Ejemplo de lo anterior, comentó, es el denominado glaucoma neovascular, condición calificada de suma gravedad, en el que se aplica tratamiento con fotocoagulación para evitar que avance a la etapa donde presenta hemorragia y prácticamente se pierde la visión del ojo afectado.
La especialista insistió en que los pacientes no den por hecho de que el tratamiento oftalmológico por sí mismo detiene el avance de la retinopatía diabética e hizo un llamado a tomar conciencia de la enfermedad y llevar un estricto control metabólico (mantener glucosa y presión en los niveles adecuados), así como cumplir con su tratamiento médico.
Más riesgos
Las personas diabéticas que presentan otras afecciones como:
Glaucoma.
Cataratas.
Hemorragias vítrias.
FUENTE: IMSS
