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La metanfetamina y otros venenos| Satiricosas

Manú Dornbierer

Se fuma, se ingiere, se inhala y se inyecta. El primer productor del mundo es USA y México es el segundo.

La metanfetamina es un psicoestimulante al igual que la anfetamina y la cocaína. Aunque tienen efectos similares en el comportamiento y la fisiología, hay grandes diferencias en los mecanismos básicos de cómo trabajan al nivel celular del sistema nervioso central.

Sin embargo, la conclusión es que la metanfetamina, tal como la cocaína, crea acumulación del neurotransmisor dopamina y produce la sensación de euforia que siente el usuario. En contraste a la cocaína, que se elimina rápidamente y es casi metabolizada por completo en el cuerpo, la metanfetamina tiene una duración de acción mucho más larga y un porcentaje mayor de la droga permanece sin cambiar en el cuerpo.

La dopamina es un neurotransmisor natural que tiene que ver con diferentes funciones, como la motriz. Pero “La dopamina también dirige el centro del placer” junto a la endorfina. Son dos de “los mensajeros alegres” así como la Serotonina que permite dormir y Noradrenalina que produce energía, permiten a la persona gozar de la vida. Cuando el estrés interfiere con la función de la dopamina, el centro del placer se hace inoperante. Las actividades placenteras normales ya no dan placer. Por consiguiente, se puede decir que el usuario de metanfetamina, también conocida como arranque, anfetas, cristal, (chalk) tiza, hielo (ice), speed, meth, meta o vidrio (glass), “se la vive drogado” pues los efectos de esa droga son duraderos y en extremo adictivos.

¿Cuál es la diferencia entre anfetamina y metanfetamina? En un blog de usuarios en Internet, la mejor respuesta fue la siguiente: “La metanfetamina tiene sensación elevada entre 5 y 24 horas. El 50% desaparece del cuerpo en 12 horas. La anfetamina tiene una sensación elevada de 20-30 minutos, el 50% desaparece del cuerpo en una hora”.

Como el estrés y la carencia de valores y de satisfactores naturales (en el caso de millones) son las enfermedades modernas, es lógico que como dicen los narcos “todo lo que tiene que ver con el cerebro es negocio”.

La metanfetamina fue desarrollada en Japón en 1919 y utilizada ampliamente por los soldados nipones, particularmente por los pilotos suicidas, los kamikazes, en la Segunda Guerra Mundial. La metanfetamina se administra por vía oral o intranasal, es decir mediante la inhalación del polvo. También se inyecta por vía intravenosa y se fuma y se incorpora rápidamente al cerebro.

Las metanfetaminas se fabrican desde entonces fácilmente en laboratorios ilegales y se presentan como un polvo blanco, cristalino, sin olor y con sabor amargo que se disuelve en agua o licor. Los usuarios de la “meta” de momento “se sienten super”, pero sus efectos neurotóxicos dañan las células cerebrales que producen la dopamina.

La adicción se da desde el inicio y con el tiempo y el uso constante, la reducción de los niveles de dopamina en el cerebro ocasionan síntomas parecidos a los de la enfermedad de Parkinson, que afecta el control del movimiento. Entre los efectos inmediatos de la “meta” en el sistema nervioso central está la prolongación del estado de vigilia, mayor actividad física, reducción del apetito, aumento de la frecuencia respiratoria, hipertermia y euforia.

Otros efectos posteriores son irritabilidad, insomnio, confusión, temblores, convulsiones, ansiedad, paranoia y agresividad. “La hipertermia y las convulsiones pueden causar la muerte”.

Sí, la metanfetamina reproduce el mismo efecto eufórico de la dopamina natural, pero descontrolado y con alucinaciones. Inmediatamente después de la inhalación o la inyección intravenosa, el usuario experimenta una intensa sensación conocida como “rush” o “flash” (arrebato o fogonazo), que dura unos minutos dando una sensación de placer. El uso oral o intranasal produce euforia. No se siente el frío, no se siente el calor, no se siente la depresión ni la tristeza. El usuario se cree capaz de realizar actos heroicos. Cree que puede volar. Sí pero… la adicción termina por hacer que pierda para siempre la posibilidad de sentir esas sensaciones agradables en forma natural. Será esclavo de los traficantes.

Los efectos de la droga terminan con frecuencia en paranoia auditiva. El usuario oye cosas que lo asustan. Además, en las horas que duran los efectos de la droga, el individuo es capaz de cualquier cosa. Es un grave peligro para él mismo y para la sociedad. Otras informaciones afirman que las metanfetaminas provocan problemas respiratorios, aumentan la frecuencia cardiaca y la tensión arterial y pueden causar lesiones irreversibles de los vasos sanguíneos cerebrales y provocan anorexia extrema.

Su uso puede ocasionar colapso cardiovascular y muerte instantánea. Los adictos pueden experimentar que insectos les caminan sobre la piel. Además pueden tener pensamientos de homicidio y/o de suicidio.

Las anfetaminas, la efedrina y la seudoefedrina

Como bien dice la “Enciclopedia Christus Health”, en las décadas de los cincuenta y de los sesenta, las anfetaminas eran un medicamento que recetaban los médicos para controlar el estado de fatiga, obesidad y depresión leve, por ejemplo como el que sufrimos las mujeres después de haber tenido un hijo y de no haber sido debidamente cuidadas durante el embarazo, porque no siempre la dulce espera es tan dulce, como creen los machos limones cuentistas de Provida.

La anfetamina no tiene los terribles efectos de la metanfetamina, pero no es inocua. Los diagnósticos erróneos de muchos médicos han dañado a lo largo del siglo pasado a muchos niños y adultos tratados para “Déficit de Atención y Actividad”, al recetarles medicamentos basados en anfetaminas ergo en el producto activo “Metilfenidato”.

Desde 1999, en Inglaterra se han contabilizado 51 fallecimientos de niños y adultos tratados por la razón citada, con el popular medicamento llamado “Ritalin” y se infiere que hay 500 casos sin contabilizar. ¡Infarto al miocardio, embolias cerebrales, hipertensión, taquicardias y arritmias, pueden según los ingleses ser los resultados del uso médico de “Ritalín” y en Estados Unidos, el 10 por ciento de los niños es tratado con lo mismo.

Por eso la revista Newsweek (9/2/2006) “colocó una advertencia” para que salga del mercado internacional. Todo esto, con estructuras químicas similares que actúan como estimulantes del sistema nervioso central, se derivan de la efedrina que proviene de una planta, la Ephedra vulgaris.

La efedrina es un buen antihistamínico, descongestionante, antiasmático y magnífico remedio para resfriados. La efedrina es una molécula natural presente en una planta. Sus propiedades son conocidas desde la antigüedad y ha formado parte de la medicina tradicional china, patria original de Ye Gon, que bien que mal le ha hecho a México el favor de alertarlo sobre la gran producción de metanfetaminas que manejó, no olvidemos, con permisos legales. Otra sustancia, la seudoefedrina, es una de las formas químicas presentes en ese vegetal, pero difiere de la primera en sus propiedades ópticas: a pesar que su estructura es casi idéntica, pues una es la imagen en espejo de la otra, desvían la luz en direcciones distintas; una hacia la izquierda (levo-efedrina) y la otra hacia la derecha (dextro-efedrina o pseudoefedrina). Esta propiedad, denominada quiralidad, les confiere efectos diferentes en los seres vivos y una potencia distinta, dice otra información.

Se estima que 26 millones de personas (0.6% de la población mundial entre los 15 a 64 años de edad), consumieron metanfetamina, anfetamina o sustancias similares en 2003, mientras que aproximadamente 7.9 millones de personas utilizaron éxtasis. (World Drug Report. UNDCP.2005).

Razones suficientes para que México suspenda ¡por fin! su gran producción de metanfetaminas, aunque de paso buenos medicamentos queden cancelados en el camino. Lo malo es que los adictos mexicanos tendrán que comprar las metanfetaminas gringas. La Guerra de las Drogas logró lo planeado: Establecer un alto consumo en los países acusados de productores y de territorios de tránsito y como en muchos otros rubros, imponer la mercancía gringa en todos los mercados.

PS: EL VENENO MOURIÑO

Otro tipo de veneno cundió en Campeche, el que mata de un plumazo el derecho constitucional a la libertad de expresión. El virrey Iván Camilo Mouriño prohibió que se mencione su nombre en TV, cuando no sea para lambisconearlo. El programa “Efecto Dominó” de Enrique Pastor Cruz Carranza salió del aire porque el periodista criticó la entrevista que dio el favorito de Calderón a un periódico de Vigo (España), en calidad del “segundo hombre más importante de México”. Mouriño es la metanfetamina de Felipe. Con razón preocupa a los panistas ¡Al tiempo!

www.manudornbierer.com

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