Según la encuesta, el 67.1 de los entrevistados no contrataría a alguien con un tatuaje visible. (El Universal)
A partir de los resultados de la encuesta nacional, proponen revisar contenidos de la Ley contra la Discriminación.
MÉXICO, DF.- Hoy día, en un mundo donde la estigmatización de que son objeto quienes portan un tatuaje en áreas visibles del cuerpo les ha conducido a los extremos de infligirse quemaduras graves para borrarlos, a fin de conseguir un empleo o evitar el rechazo en la escuela o en otros ámbitos sociales, se hace necesario el concurso de la Ley para contrarrestar dichos efectos.
En México, apenas en 2004 se reguló la realización de tatuajes por cuestiones sanitarias; sin embargo, no se ha legislado en relación con las tintas ni sus contenidos. Ello resulta de particular importancia si se considera que las estadísticas más recientes indican que hace cinco años se realizaban alrededor de 30 mil tatuajes por mes en el país, y que en dichos procedimientos se siguen empleando tintas elaboradas con metales pesados.
Estudios al respecto alertan acerca de las alergias ocasionadas por las sales de metales pesados empleadas como materias prima para la confección de pigmentos. El problema con dichas alergias, que van desde leves hasta graves, es que no desaparecen hasta que se elimina del cuerpo el agente que las ocasiona.
La Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Salud para regular establecimientos que se dedican a hacer tatuajes o perforaciones en la piel, y prohibir esta práctica a los menores de 18 años, a menos de que cuenten con autorización de sus padres. Además, la Ley prevé que deberán contar con cédula sanitaria expedida por la Secretaría de Salud.
Llama la atención que exista una preocupación por el contagio de enfermedades como la hepatitis B o el SIDA debido a una perforación o a un tatuaje, cuando no se ha comprobado ningún caso derivado de esta práctica, y sí múltiples por intoxicación o envenenamiento por las tintas.
Pero además de las implicaciones para la salud de las personas, y dado el auge que ha tenido el body art entre las nuevas generaciones, los legisladores mexicanos han volteado la mirada apenas hace unos meses en torno de las implicaciones políticas y sociales de portar tatuajes o perforaciones, en términos de discriminación.
A partir de los resultados de la primera Encuesta Nacional contra la Discriminación y por los Derechos de las Personas Tatuadas y Perforadas, se propuso revisar los contenidos del artículo cuatro de la Ley contra la Discriminación, donde no están incluidos los tatuados y perforados como grupo vulnerable.
Dicha encuesta, efectuada en 26 estados de la República entre el 13 de diciembre de 2006 y el 19 de marzo de 2007, arrojó como resultado que 50 por ciento de los encuestados declaró haber sufrido trato diferenciado por tener tatuajes o perforaciones en el cuerpo (piercings).
Al respecto, conviene señalar que a pesar de que la apariencia de una persona no guarda relación con sus capacidades intelectuales para el desempeño laboral, según cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2005, 67.1% de los entrevistados no contrataría a personas con tatuajes visibles.
En corto...
Metales asociados con tintas para tatuar:
-Sulfato de mercurio: rojo.
-Níquel, cromo: verde.
-Cadmio: amarillo.
-Cobalto: azul.
-Titanio: blanco.
-Óxido de zinc: beige.
La encuesta
Resultados de la encuesta:
-50% Sufre trato diferenciado.
-40% Ha sido víctima de restricciones.
-27.5% Ha sido excluido en alguna ocasión.
-27% Ha sufrido represión.
-37% Víctimas de violencia verbal.
-7% Ha sido agredido físicamente.
-45% Sufrió discriminación laboral.
-37.6% En la calle.
-34.7% En sus hogares.
-20.5% En oficinas de Gobierno.
-17.2% En centros de salud.
-50% Fue revisado por la policía.
-21% Fue detenido por las autoridades.
-9.2% Fue amenazado.
-6.5% Sufrió golpes.
-2% Fue víctima de tortura.
FUENTE: El Universal
