MEXICO, D.F., (SUNAEE).-
Una exposición al mercurio arriba de los niveles permitidos por las autoridades sanitarias -por ingesta o contacto con la piel-, puede ocasionar daño cerebral, pérdida del oído y de la vista, y dermatitis, entre otros males.
-La toxicidad y los efectos en la salud humana, dependen de la clase de combinación y el estado de oxidación del mercurio.
-En contacto con la piel, ocasiona dermatitis, aunque se absorbe poco por esta vía.
-Aproximadamente 80% del mercurio inhalado es absorbido por los pulmones y se reduce a la mitad en un lapso de 50 días.
-La mayor parte se concentra en los riñones.
Después de la contaminación por plomo y sus efectos sobre la salud, en América del Norte se ha reportado ahora la presencia de más de 240 focos rojos de mercurio que han obligado a Estados Unidos, México y Canadá, a iniciar acciones preventivas para evitar que el tóxico se dispare a mayores niveles por causa del libre comercio y amenace la salud de los pobladores de más de 50 estados en los tres países.
La identificación de este tóxico forma parte de una iniciativa promovida desde la década pasada para reducir los riesgos que las sustancias tóxicas representan para la salud humana y el medio ambiente de América del Norte.
El problema del exceso de mercurio en México -reportó la CCA- tiene su origen desde la época colonial (entre 1540 y 1580), cuando -para extraer oro y plata- los españoles enviaron a este país, alrededor de 45 mil toneladas del tóxico. No obstante el tiempo transcurrido, el peligro prevalece debido a que se trata de una sustancia persistente, y difícil de eliminar.
Los reportes del gobierno mexicano a la CCA, detallaron por su parte que el mayor consumo de mercurio en nuestro país está relacionado con la producción de cloro, fabricación de lámparas, amalgamas e instrumentos.
"El mercurio es un metal líquido altamente tóxico que la mayoría de las personas conoce en los termómetros. Se encuentra de manera natural en el medio ambiente; pero también lo generan diversos procesos industriales, y su forma más peligrosa es el metilmercurio (al depositarse en el agua, los microorganismos lo transforman).
Si una mujer en edad de concebir, o si un niño quedan expuestos a dicho compuesto, los efectos en la salud pueden ser terribles: en el caso de las primeras, puede causar daño cerebral en el feto. En los adultos, la exposición prolongada puede dañar el cerebro y el sistema nervioso central, ocasionando pérdida de control motriz, de memoria y de capacidad auditiva y visual", sostuvo la Comisión de Cooperación Ambiental.
En este innovador reporte, el organismo expuso que es difícil eliminarlo por completo del medio ambiente, por lo que México, Canadá y Estados Unidos, determinaron trabajan en conjunto para, al menos, prevenir y reducir la contaminación con este elemento.
En nombre de los tres gobiernos, la Comisión de Cooperación Ambiental del TLC, inició un Plan de Acción Regional de América del Norte (PARAN) cuya meta es la "virtual eliminación" de nuevas fuentes de mercurio, aunque no se han definido plazos específicos para ello.
Cuando el mercurio se deposita en el agua, los microorganismos ayudan a convertirlo en metilmercurio que, a su vez, es ingerido por organismos pequeños, peces y plantas. La concentración aumenta en la medida en que el mercurio avanza en la cadena alimenticia hacia peces, aves, mamíferos marinos y seres humanos.
