EFE
Madrid, ESPAÑA.- Los dos gigantes bancarios españoles, Santander y BBVA, quieren afianzar aún más su liderazgo en Latinoamérica y, tanto es así, que prevén captar 16 millones de clientes entre ambos hasta 2010, con lo que iniciarán la nueva década con una base nada desdeñable de 60 millones de usuariosb en América Latina.
Ambos grupos han puesto en marcha ambiciosos planes estratégicos para la zona, que contemplan captar nueve millones de nuevos consumidores en el caso del Santander y 8 millones, en el del BBVA, en ambos casos con especial atención a las clases medias y al negocio crediticio.
De esa manera, en 2010 tendrán el mismo número de clientes, unos 30 millones cada uno, aunque esa será una de las pocas similitudes entre ambos, ya que en Latinoamérica se han distanciado mucho en sus objetivos: el Santander apuesta principalmente por Brasil, mientras el BBVA centra sus mayores esfuerzos en México.
Para llevar a buen término su objetivo, el Santander, grupo presidido por Emilio Botín, abrirá 945 oficinas entre 2007 y 2010 y alcanzará los 5,015 puntos de distribución; al tiempo que instalará 5,000 cajeros, con lo que la red se situará en 20,000 terminales, y activará 3,600 puestos de atención telefónica al cliente, hasta los 11,400.
El máximo responsable del Santander en la región, Francisco Luzón, explica que además de ampliar la red potenciarán la utilización de servicios como la domiciliación de nóminas, las tarjetas de crédito, los créditos al consumo, los seguros y las hipotecas donde se den las condiciones adecuadas para ellas.
Todo ello le supondrá una inversión de 2,000 millones de dólares y le permitirá crear 6.000 empleos, principalmente en sus tres mercados principales: Brasil, Chile y México. Todos estos objetivos se verán incrementados considerablemente si el Santander sale victorioso en su puja por ABN Amro y se hace con su filial, el brasileño Banco Real, ya que ello le catapultaría al segundo puesto de ese mercado.
Por su parte, el BBVA, que está más centrado en México, Chile y Argentina, abrirá 485 nuevas oficinas y alcanzará las 3,610 sucursales, al tiempo que instalará 4,600 nuevos cajeros, hasta tener en funcionamiento 13,100 terminales.
Según el director general de BBVA Bancomer, Ignacio Deschamps, y el de América del Sur, Vicente Rodero, el incremento del negocio en estas zonas tiene que provenir de la mayor bancarización de la población y, especialmente, del incremento del negocio de crédito, de tarjetas y de remesas.
Con sus estrategias diferentes, ambos coinciden en la importancia de aumentar el acercamiento de los ciudadanos a la banca para sustentar el crecimiento de sus negocios y para avanzar en el desarrollo de la región, para la que ambos tienen optimistas previsiones económicas. Según Luzón, en estos momentos tienen viento a favor, ya que la zona está en plena “bonanza económica”, con tasas de crecimiento del 4 por ciento y baja inflación, que están propiciando la reducción de la pobreza y el avance hacia una sociedad de clases medias, las más rentables habitualmente para la banca.
