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AL es el continente de la esperanza: Benedicto XVI

CUMBRE | INAUGURA EL PAPA LA V CONFERENCIA DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO EN BRASIL

El Papa Benedicto XVI participó ayer en la ceremonia de apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se desarrolla en el Santuario Nacional de la Basílica de Aparecida. Una multitud recibió al Santo Padre a su arribo al santuario en la última jornada de su visita a Brasil. (Fotografías de EFE)

El Papa Benedicto XVI participó ayer en la ceremonia de apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se desarrolla en el Santuario Nacional de la Basílica de Aparecida. Una multitud recibió al Santo Padre a su arribo al santuario en la última jornada de su visita a Brasil. (Fotografías de EFE)

EL UNIVERSAL

Destaca el Pontífice que la Iglesia ‘no hace proselitismo’, sino que se desarrolla ‘cautivando’.

El Papa Benedicto XVI señaló que la Iglesia “no hace proselitismo” y convocó a todos los latinoamericanos a una nueva evangelización, al inaugurar ayer la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (Celam).

Con la celebración eucarística Benedicto XVI inauguró oficialmente la cumbre de prelados que se extenderá en Brasil hasta el próximo 31 de mayo.

La cumbre, que contará con la participación de 162 cardenales, arzobispos y obispos de Latinoamérica, iniciará este lunes sus trabajos formales para discutir la situación de la Iglesia en la región y los desafíos del futuro para la familia.

Los cardenales, arzobispos, obispos e invitados especiales disertarán hasta el 31 de mayo bajo el lema “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida”.

La V Conferencia del Celam contará con 266 participantes, de los cuales 162 son cardenales y obispos con voz y voto delegados por sus respectivas conferencias episcopales o nombrados directamente por el Papa, los restantes son invitados, observadores y peritos sin voto.

Durante una misa solemne en el santuario de Aparecida, a la que asistieron unas 250 mil personas -según fuentes oficiales brasileñas-, Joseph Ratzinger recordó que el cristianismo llegó a América hace cinco siglos.

La fe en Cristo “que les ha conquistado con su cruz, ha hecho de estas tierras el continente de la esperanza”, dijo durante una homilía en la que habló en portugués y español.

“La misión de Cristo -añadió- se cumple en el amor, él encendió en el mundo la caridad de Dios, es el amor que da la vida: por esto la Iglesia es enviada a difundir en el mundo la caridad de Cristo para que los hombres y los pueblos tengan vida y la tengan en abundancia”.

El Pontífice destacó que la Iglesia “no hace proselitismo”, sino que se desarrolla “cautivando”.

“Igual que Cristo atrae con la fuerza de su amor, culminado en el sacrificio de la cruz, la Iglesia cumple su misión en la medida en que, asociada a Cristo, cumple con su obra”, afirmó.

Benedicto XVI, hablando en español, manifestó que el “rico tesoro” de América Latina es la fe en Dios, “que es la fuerza que vence al mundo, la alegría que nada ni nadie les puede arrebatar, la paz que Cristo conquistó para vosotros en su Cruz”.

“Esta es la fe que hizo de Latinoamérica el continente de la esperanza. No es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico”, apuntó.

“Es la fe en Dios amor, encarnado, muerto y resucitado en Jesucristo, el auténtico fundamento de esta esperanza que produjo frutos tan magníficos desde la primera evangelización hasta hoy”, manifestó el Papa alemán.

Los frutos, precisó el jefe de la Iglesia Católica, son los numerosos santos y beatos que ha dado el continente Americano.

El Papa teólogo recordó que Juan Pablo II convocó a los latinoamericanos a una nueva evangelización y agregó: “Y yo lo confirmo”.

Instó también a una ofensiva evangelizadora de la Iglesia que ponga a los pobres y sufridos en el centro de la acción pastoral.

AMBIENTE FESTIVO

El ambiente vivido, antes y durante el rito en uno de los santuarios marianos más grandes del mundo, fue de fiesta total; los católicos se apostaron desde un día antes en la plancha asfáltica para obtener el mejor lugar.

Portaban gorros, playeras y banderas de Uruguay, Argentina, Perú, Chile, Paraguay, México y Brasil, que agitaban entonando cánticos y porras: “¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Vivan los pueblos latinoamericanos!”.

Poco después de las 10:00 horas locales (13:00 GMT), el Pontífice hizo su aparición en el altar central y la muchedumbre estalló en un aplauso ferviente el cual acompañó con la tradicional porra: “­Be-ne-dic-to! ­Be-ne-dic-to!”.

En la homilía el jefe de la Iglesia señaló entregar “idealmente” su encíclica Deus Caritas Est (Dios es amor) a los católicos latinoamericanos; en ella -dijo- se indica “todo” aquello que es esencial en el mensaje cristiano.

“La Iglesia se siente discípula y misionera de este amor: misionera sólo en cuanto discípula, es decir capaz, de dejarse siempre atraer con renovado estupor por Dios que nos ha amado y nos ama antes que nadie”, aseveró.

REGALA EL PAPA UNA ROSA DE ORO

El Papa Benedicto XVI entregó una Rosa de Oro para la Virgen de Aparecida, considerada como la patrona de Brasil y recibió de regalo un recuerdo del Santuario.

El Santuario de Aparecida informó ayer que la Rosa de Oro fue entregada por el Pontífice el sábado, durante el inicio del rezo y que la pieza fue recibida por el arzobispo de Aparecida, Raymundo Damasceno Assis.

“Los papas acostumbran a ofrecer como presente una Rosa de Oro en señal de particular estima, para honrar ciudades o para realzar Santuarios insignes como centro de gran devoción”, precisó un comunicado de la entidad.

Benedicto XVI recibió un recuerdo exclusivo del Santuario de Aparecida confeccionado en oro y terracota. “El tercio (recuerdo) se trata de una pieza confeccionada en oro y terracota, acondicionada en un embalaje que, montada, se transforma en una réplica del trono de la imagen de Nuestra Señora Aparecida, encontrada en las aguas de Río Paraíba”, explicó.

El regalo al Papa incluye una réplica de la cruz del Puerto Itaguaú, “que marca el lugar donde toda la historia de Nuestra Señora Aparecida comenzó”, indicó el Santuario.

El Papa Benedicto XVI abandonó el territorio brasileño ayer por la tarde, para dirigirse a Roma tras cumplir su primera visita pastoral en Latinoamérica.

Regalan a obispos imagen de Juan Diego y Virgen de Guadalupe

El Papa Benedicto XVI regaló ayer a obispos de América Latina que participan en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Celam) un tríptico de arte cuzqueño con la imagen de Juan Diego y la Virgen de Guadalupe.

Al finalizar su intervención inaugural de la V Conferencia del Celam, el Pontífice entregó la obra de arte típica de la localidad del Cuzco, al sur de Perú, a los prelados.

En una de las hojas del tríptico se encuentra representada la imagen de la Ascensión y en otra una figura del indígena mexicano San Juan Diego con una Biblia en mano con la cual evangeliza junto a la Guadalupana.

Antes, al pronunciar el discurso, destacó la “profunda” devoción existente en esa región a la madre de Jesús en su advocación de México y recordó al santo indígena, ambos ligados a la identidad propia de Latinoamérica.

“Cuando apareció frente al indio Juan Diego le dijo estas significativas palabras: ¿No soy yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y bajo mi mirada? ¿No soy yo la fuente de tu gozo? ¿No estás bajo mi manto, en mi regazo?”, señaló el Papa.

Tras citar estas palabras del Nican Nopohua (texto que cuenta las apariciones en México) destacó que esta veneración nació de una “rica y profunda” religiosidad popular, la cual aparece en el alma de los pueblos de América, el continente de la esperanza. (Notimex)

DESTACA PRESENCIA DE FIELES MEXICANOS

La algarabía mexicana apareció ayer en la misa que celebró el Papa Benedicto XVI con motivo de la apertura de la V Conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), la última actividad multitudinaria del Pontífice en Brasil.

En medio de unos cien mil fieles brasileños y latinoamericanos, pequeños grupos de peregrinos mexicanos se destacaron al interrumpir la homilía papal en diversas ocasiones con sonoras porras en español y aplausos.

Banderas mexicanas ondearon con fuerza al tiempo que los peregrinos gritaban “México: Siempre fiel”, sobre todo a la mitad del mensaje pontificio, cuando el Papa dejó de hablar en portugués para dirigirse a todos los fieles en castellano.

Informaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señalaron que un centenar de fieles mexicanos llegó a Brasil para acompañar la visita de Benedicto XVI.

La mayoría de los mexicanos presentes en la misa era de jóvenes, quienes acudieron el pasado jueves al encuentro de Benedicto XVI con la juventud en el Estadio Pacaembú de Sao Paulo, en el cual estuvieron unas 35 mil personas.

Diseminados en la plaza principal del Santuario de Aparecida, 167 kilómetros al norte de Sao Paulo, los mexicanos integrados en pequeños grupos portaban sombreros charros, erguían la bandera nacional y vestían los colores patrios.

“Venimos para que el Papa vea que los católicos de Latinoamérica le amamos, él necesita ver que es apoyado y aceptado como Vicario de Cristo”, dijo María Mitre, originaria del Distrito Federal e integrante del movimiento Regnum Christi.

OCUPA LA GUADALUPANA LUGAR CLAVE EN VISITA PAPAL A LATINOAMÉRICA

La Virgen de Guadalupe ocupó un lugar clave durante el primer viaje de Benedicto XVI a América Latina ya que fue invocada con insistencia por el Papa y los fieles que lo encontraron en Brasil.

El pasado miércoles nueve de mayo el Pontífice inició su gira apostólica de cinco días a tierras brasileñas, por la tarde de ese día fue recibido en el aeropuerto de Sao Paulo-Guarulhos por el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.

En su primer mensaje, en la ceremonia de bienvenida, el líder máximo de los católicos pidió la intercesión de la advocación mexicana para que proteja a inspire a los gobernantes de Latinoamérica en su “difícil tarea de ser promotores del bien común”.

El pedido de auxilio espiritual de la Guadalupana se repitió en otras ocasiones durante el viaje y éste no se restringió sólo al sucesor de Pedro sino también a muchos de los peregrinos quienes participaron en las diversas ceremonias religiosas.

La Virgen de Guadalupe estuvo presente tanto en porras, en cantos como en gorras y playeras; los católicos, mexicanos o no, se identificaron en la imagen del Tepeyac declarada por Juan Pablo II como “Emperatriz de América”.

Este cariño llegó también a los negocios de objetos religiosos dentro y fuera del Santuario Nacional de la Virgen de la Concepción de Aparecida, patrona del Brasil e imagen más venerada de ese país cuyo rostro es también moreno.

Los puestos de recuerdos venden, junto a la imagen brasileña, pequeños cuadros y estatuas de Nuestra Señora de Guadalupe, su costo va de cinco a diez reales (la moneda local).

De la “morenita” estaban a la venta, además de su modelo original otras imágenes en las que los colores de su manto, de los rayos posteriores o la túnica estaban cambiados de verde a azul, por ejemplo.

Su recuerdo se hizo presente también ayer, junto al altar donde el Papa celebró una misa multitudinaria en la explanada de la basílica de Aparecida una imagen suya dominó el escenario, cual custodia de la identidad de América Latina.

Incluso antes de la llegada del líder religioso la muchedumbre le dedicó porras y cantos: “Viva la Virgen de Guadalupe! Vivan los pueblos latinoamericanos!”, se escuchó.

Tras la celebración eucarística, antes de rezar el Regina Ceoli, Benedicto XVI llamó a los fieles a edificar una sociedad más solidaria y fraterna, con el cuidado de descubrir a los jóvenes “la grandeza de los valores familiares”.

“Queridos padres, para sus hijos ustedes son los primeros testigos de la verdad y de los valores de la fe, que Nuestra Señora de Guadalupe sea su modelo y su guía”, indicó.

El Papa Benedicto XVI participó ayer en la ceremonia de apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se desarrolla en el Santuario Nacional de la Basílica de Aparecida. Una multitud recibió al Santo Padre a su arribo al santuario en la última jornada de su visita a Brasil. (Fotografías de EFE)
El Papa Benedicto XVI participó ayer en la ceremonia de apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se desarrolla en el Santuario Nacional de la Basílica de Aparecida. Una multitud recibió al Santo Padre a su arribo al santuario en la última jornada de su visita a Brasil. (Fotografías de EFE)

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