TV Azteca regresa el box por televisión abierta con una de las mejores peleas entre mexicanos y donde el gomezpalatino Cristian Mijares se impuso ampliamente a Jorge el “Travieso” Arce y así mantener su título supermosca del CMB. (Fotografía de Ramón Sotomayor C.)
En 2001 la televisión noqueó severamente a una tradición que tenía 46 años: el boxeo doméstico, al dejar de transmitirlo. Hoy llevan a las pantallas chicas las peleas de campeonato mundial de boxeo, revitalizando al pugilismo y... sus ganancias.
Cuando ya sólo viejos aficionados eran los únicos que recordaban las transmisiones de boxeo por señal abierta, el renovado interés de las televisoras por pasar las funciones de campeonato mundial en directo ha despertado el interés de las nuevas generaciones.
Y, desde este año, tanto TV Azteca como Televisa se han subido al ring, se han puesto los guantes y buscan ganar la batalla por el rating en las funciones de campeonato mundial de boxeo, donde los ganadores, hasta el momento, son los aficionados que no tienen acceso al servicio de cable y menos al famoso pago por evento.
Quien dio el primer paso fue TV Azteca; quizá por el éxito de la serie The Contender se fue por las peleas reales.
Así, el año pasado se dio a la tarea de pasar en vivo la contienda en la que el mexicano Rudy López le arrebató el cetro pluma del Consejo Mundial de Boxeo al japonés Takashi Koshimoto, el 30 de julio de 2006. Su contraparte, Televisa, también se interesó en las transmisiones, al darse la respuesta de los telespectadores.
Y lo que es mejor, Televisa le entró de lleno a las transmisiones, con tan buen tino que en las tres que lleva, en marzo, todas, han sido verdaderas batallas.
De esta manea el pugilismo recobra el lugar que había tenido. Israel Vázquez-Rafael Márquez, Marco Antonio Barrera-Juan Manuel Márquez, que rompió récord de audiencia en México; así como la del pasado sábado entre Jhonny González e Irene Pacheco son las contiendas que han pasado por esa empresa y con gran éxito.
TV Azteca tiene en exclusiva las funciones donde actúen los hijos de Julio César Chávez y del “Travieso” Arce, por la sociedad con Fernando Beltrán y Top Rank; mientras que Televisa tiene en exclusiva las funciones que promueva Golden Boy Promotions.
Por si fuera poco, la televisora del Ajusco transmitió una megacartelera, aunque diferida por media hora, el pasado 14 de abril desde el Álamo Dome de San Antonio Texas; ahí Jorge “Travieso” Arce recibió una paliza a manos del también mexicano Cristian Mijares, cuando le disputó el cinto supermosca del CMB; mientras que el azteca Edgar Sosa venció por amplia decisión unánime al hawaiano Brian Viloria, para quedarse con el vacante cinto minimosca del CMB.
La contienda del pasado 17 de abril entre Marco Antonio Barrera y Juan Manuel Márquez rompió todos los récords de audiencia en México con más de 40 millones de espectadores y superó los 25 millones de personas que siguieron por televisión.
La fórmula del negocio
Desde luego que el interés de las televisoras no es gratuito ni por amor al arte, sino por negocio.
Es cierto, a ambas les cuesta muchos miles de dólares la señal para traerla a México y pasarla gratis, pero a cambio de eso tiene patrocinadores que al ver un producto de interés para los televidentes no lo piensan en anunciarse.
Y es en ese rubro donde se recupera la inversión, porque de acuerdo con cifras, el horario estelar o triple A en ambas televisoras es lo que buscan los patrocinadores, quienes aceptan pagar ese horario, una cantidad cercana a los 250 mil pesos por los 30 segundos, que puede ser un poco menos si se contrata por medio de un plan.
Crónica de un severo nocaut
Fue el año 2001 cuando el boxeo doméstico sufrió un severo nocaut que le provocó la televisión, al dejar de transmitirlo en vivo los sábados por señal abierta, una tradición que tenía 46 años.
Promebox, la empresa que ofrecía carteles cada ocho días, tanto en la Arena México como en la Coliseo, bajó ostensiblemente la calidad de sus combinaciones bajo el argumento de presentar contiendas de corte popular, o un torneo de nuevos valores, con peleadores de cuatro, seis y ocho rounds.
Esto trajo como consecuencia que la televisión se llevara las funciones a Sky y sólo pasando un resumen los domingos en el programa Round 2000. Eso alejó a los patrocinadores y a los aficionados, por lo que el pugilismo vino a menos.
Así que un año después, el 14 de diciembre de 2002, el boxeo fue noqueado por la tele; ese día fue la última vez que se le vio por señal abierta.
Fue la pelea en la que Jhonny González, actual monarca gallo de la Organozación Mundial de Boxeo venció a Francisco Coreanito Mateos en la arena México y ganó el cinto continental gallo del CMB.
Entonces los patrocinadores se fueron, y sin televisión, adiós a todo y las arenas México y Coliseo cerraron sus puertas, hasta la fecha.
Vino entonces una alternativa: boxeo en salones de fiestas y deportivos, con poco apoyo de patrocinios; sólo una empresa, Prestige Boxing Promotions, del doctor Fausto Daniel García, se atrevió a pasar sus funciones, diferidas, pero con una gran inversión.
En los últimos años, para transmitir boxeo doméstico, del que se hace en México, las televisoras no sólo cobran por la producción del evento, sino también por el tiempo aire en el canal que se desea transmitir.
Ahora las cosas han cambiado, pero sólo para funciones de título mundial y el boxeo doméstico sigue en el olvido.
