(2ª. Parte)
Busca su aporte principal a través de los alimentos
Como les había comentado, el hierro es un elemento fundamental para la salud de todo nuestro organismo. Así mismo, si no recibimos la cantidad necesaria de hierro diariamente con los alimentos, se produce una enfermedad conocida como –anemia- alteración de la sangre causada principalmente por una disminución del número de glóbulos rojos, y por tanto, la hemoglobina contenida en ellos. Aquí voy a tratar de darle algunas sugerencias de cómo se previene y cómo se cura:
Después de haber estudiado los valores de los análisis de sangre, su médico de cabecera, decidirá cómo intervenir, utilizando fármacos específicos cuando sea preciso y sobre todo teniendo presente que un régimen alimentario correcto es siempre fundamental.
1.- Los fármacos
Se prescriben en los casos en que persiste una forma de anemia seria. Como cuando los valores del hemograma han bajado ampliamente por debajo de lo normal, y las modificaciones aumentarias, aunque necesarias no son suficientes. El hierro, por su naturaleza, no es fácilmente tolerable por el organismo. Puede ocurrir, por lo tanto, que se produzcan efectos colaterales (dolor de cabeza, náuseas, estreñimiento). Si esto llegara a ocurrir, se deberá probar más de un fármaco, siempre bajo control médico, hasta que se encuentre el apropiado y desde luego con el control de uno o varios hemogramas si fuera necesario.
2.- Los suplementos
Si en cambio, los valores obtenidos por los análisis de sangre no son preocupantes, pero evidencian la necesidad de utilizar un preparado rico en hierro, existen en el mercado productos que resultan muy útiles. Algunos además contienen oligoelementos y otros minerales y vitaminas; como ácido fólico, zinc, cobre, molibdeno, sales minerales, vitamina C, ginseng, etc., así como compuestos de hierro elemental, de liberación gradual (especialmente indicados en casos de mala absorción). En lo personal no recomiendo el hierro en presentación inyectable; en primer lugar porque es muy doloroso, y en segundo lugar, porque su absorción más importante es a nivel del duodeno, parte del intestino que sigue inmediatamente después del estómago, y en cambio al inyectarlo, gran parte se queda en el músculo, y sólo se absorbe un 5-10%.
Los suplementos también son útiles, para usarlos después de la cura farmacológica, para tener el problema bajo control de modo preventivo.
3.- La dieta
El plan alimentario que le voy a proponer, tiene un papel preventivo, no curativo. Cuando la anemia ya es evidente, hace falta recurrir a los fármacos, o a los preparados que aportan hierro, según la gravedad y el diagnóstico que haya determinado su médico.
Este régimen alimenticio, satisface las exigencias de una mujer de peso medio, entre aproximadamente 50 a 68 kilos, de 1.55 a 1.65 M. de estatura, de 18 a 40 años de edad, con un aporte de energía al organismo de unas 1,850 calorías al día.
No lo recomiendo para pérdida de peso, sino para la absorción del hierro, el cual suministra (cerca de 18 miligramos al día). Esta dieta debería seguirse cíclicamente, por ejemplo cada 2 meses, según las necesidades de la persona.
Primer día
Desayuno: Una taza de leche y 4 galletas integrales.
A media mañana: Tres rodajas de piña o una manzana.
Comida: Arroz con azafrán, un bistec de ternera a la plancha (150 g); ensalada de lechuga o col y tomate, sazonada con 2 cucharadas de aceite de oliva, una tortilla de maíz, o 3 bastoncitos de pan y zumo de naranja recién exprimida.
Merienda: Una rebanada de jamón York con requesón.
Cena: Un bistec de carne de caballo o de res a la plancha (200 g), con una cucharada de aceite de oliva, 4 bastoncitos de pan y una toronja con miel de colmena.
Segundo día
Desayuno: Una taza de leche y 4 galletas integrales.
A media mañana: Una pera.
Comida: Espagueti con salsa de tomate natural; ensalada mixta; lechuga, tomate, cebolla y apio, con 2 cucharadas de aceite de oliva, 2 ó 3 piezas de pollo asado y 3 rodajas de piña natural.
Merienda: Una rebanada de jamón de pavo con una rebanada de queso panela.
Cena: Hígado a la plancha encebollado; 2 a 3 calabacitas sofritas con una cucharada de aceite de oliva, una tortilla de maíz o 4 bastoncitos de pan y un kiwi.
Tercera día
Desayuno: Una taza de yogurt natural con 3 cucharadas de avena o de granola, 2 rebanadas de pan tostado integral y 2 cucharadas de requesón fresco.
A media mañana: Un plátano mediano.
Comida: Crema de brócoli, 2 papas medianas cocidas, una zanahoria cocida en rodajas, un tomate pequeño en rodajas, una cucharada de aceite de oliva, un bistec de ternera a la plancha (100 g) sazonado con limón y con una cucharada de aceite de oliva; 2 pimientos asados sazonados con ajo y perejil, y zumo de naranja recién exprimida.
Merienda: Un plato de papaya.
Cena: Filete de lenguado a la plancha, 4 zanahorias cocidas en caldo vegetal (puede ser de cubito) sazonadas con ajo, cebolla y perejil picado, 4 bastoncitos de pan y un kiwi.
Cuarto día
Desayuno: Una taza de yogurt natural, con fresas naturales y una cucharada de miel de abeja, 2 tostadas sin grasa y 2 cucharadas de requesón fresco.
A media mañana: Una naranja.
Comida: Un tazón de sopa de lentejas con cilantro, pescado a la plancha (200 g) sazonado con una cucharada de aceite de oliva, limón, cebolla, perejil picado, y apio; brócoli cocido y una mandarina.
Merienda: Una taza de leche caliente licuada con una cucharada de cocoa y una cucharada de azúcar, y un pan integral tostado con margarina.
Cena: Ensalada de nopalitos con pico de gallo, sazonados con zumo de limón y una cucharada de aceite de oliva, 2 papas medianas cocidas con una poca de sal y pimienta; 4 bastoncitos de pan y un zumo de naranja recién exprimido.
Quinto día
Desayuno: Una taza de yogurt natural, con una manzana picada en cuadritos y una cucharada de miel de abeja y all bran, una rebanada de pan tostado integral con una cucharada de requesón fresco.
A media mañana: Un durazno o un plátano.
Comida: Macarrones a la campesina, bistec de ternera a la plancha (200 g); ensalada de col rallada con zanahoria y una cucharada de aceite de oliva, y zumo de naranja recién exprimido.
Merienda: Una salchicha de pavo con una cucharada de requesón.
Cena: Un bistec de carne de res (200 g) a la plancha con cebolla, 5 bastoncitos de pan o una tortilla de maíz tostada y un kiwi.
Sexto día
Desayuno: Una taza de leche y 4 galletas integrales.
A media mañana: 2 kiwis.
Comida: Acelgas con tomate y coliflor, hígado a la plancha con cebolla (200 g) sazonado con 2 cucharadas de aceite de oliva, y zumo de naranja.
Merienda: Una rebanada de jamón York y dos rodajas de piña.
Cena: Un filete de caballo o de ternera a la plancha (150 g) sazonado con una cucharada de aceite de oliva, 2 zanahorias cocidas con rodajas de tomate, 4 bastoncitos de pan y 2 mandarinas o una toronja con miel.
Séptimo día
Desayuno: Una taza de yogurt natural con plátano y una cucharada de miel, 2 tostadas con dos cucharadas de requesón fresco.
A media mañana: Una pera.
Comida: Pollo hervido con arroz y garbanzos con 2 cucharadas de aceite de olivo para la cocina, sazonado con cominos, cebolla en rodajas sofritas con media cucharada de aceite de oliva, una tortilla de maíz tostadita, y una naranja.
Merienda: Un bocadillo de longaniza.
Cena: Pescado al vapor con margarina, limón, apio y perejil picaditos; ensalada mixta: tomate, lechuga, cebolla, 4 rebanadas de aguacate, sazonados con 2 cucharaditas de aceite de oliva, 3 bastoncitos de pan y una toronja con miel de abeja.
Debe tener en cuenta que el aporte de hierro con la dieta será menor, en relación con los preparados de hierro que deberá complementar definitivamente con la alimentación. El zumo de naranja o de toronja, favorecen la absorción del hierro, por su alto contenido de vitamina C, en cambio el exceso de café o té obstaculizan su absorción. Por otra parte beba toda el agua mineral que desee. No olvide que la mejor forma de prevenir la anemia por falta de hierro, es una alimentación balanceada, sobre todo durante el período del embarazo en que las exigencias son mayores. Cuídese. ¡Hasta pronto!
