Para que los diputados coman, beban café, agua embotellada y consuman frutas y galletas, se destinará en este año 79.5 millones de pesos, por concepto de “productos alimenticios”.
En un informe solicitado a la Unidad de Enlace de Transparencia en San Lázaro, se reveló que hay tres partidas para alimentos: una para personal, otra para comisiones y comités y una última para eventos generales.
Con estos recursos se garantiza además la exclusividad de los diputados, que martes y jueves de cada semana tienen a su total disposición el restaurante Casa Ávila -del grupo La Mansión- ubicado en la zona de Cristales, que cierra las puertas sólo para quien tiene una curul.
Y la comida, de paso, es gratis.
Con carteles de “Exclusivo diputados” y resguardado por personal de seguridad de la Cámara de Diputados, se garantiza que el restaurante sea sólo para los legisladores federales que se sientan en grupo para acompañar sus alimentos con una botella de vino o una cerveza, que en los hechos deben pagar, pero que en muchas ocasiones lo resuelven con una buena propina.
La comida que consumen es gratuita a sus bolsillos, pero con cargo al erario.
Los diputados otorgaron las concesiones a dos cadenas de restaurantes muy conocidas y con altos precios como son Casa Ávila y La Raclette; en este último una baguette de jamón serrano y queso cuesta alrededor de 90 pesos.
Así, para los legisladores resulta casi todo gratis, pues ganan 76 mil pesos mensuales, más 52 mil 700 para gastos de atención ciudadana; tienen derecho hasta 2 mil pesos al mes para celular; algunos cuentan con carro y con chofer; tienen 2 mil 800 de vales de despensa, vales de gasolina, una tarjeta IAVE para no pagar casetas en carreteras, boletos de avión disponibles y comida, frutas y galletas gratis.
