Elsa María Aldape Vitela llevaba una compresa (gasa de gran tamaño para contener posibles hemorragias en cirugía), en su interior, desde hacía varios meses
TORREÓN, COAH.- “A ver cómo le haces, puesto que ya es el segundo caso de negligencia en que incurres en menos de un mes”, fueron las palabras que dijo Arturo González Valdés, director del Hospital de Especialidades No. 71 del Seguro Social al jefe de cirugía de ese nosocomio, Norberto Bermea Becerra, frente a la paciente que se le dejó una compresa en el abdomen. Según fue asentado en la denuncia penal de la afectada ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Lo anterior ocurrió el 13 de septiembre de 2002, luego que mediante diversos estudios, se comprobó que efectivamente, Elsa María Aldape Vitela llevaba una compresa (gasa de gran tamaño para contener posibles hemorragias en cirugía), en su interior, desde hacía varios meses.
Este nuevo caso de presunta negligencia médica se dio el 20 de junio del año anterior, cuando Elsa María fue internada en el Hospital de Especialidades No. 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde fue operada por el jefe de cirugía del mencionado nosocomio, doctor Norberto Bermea Becerra.
La paciente ingresó a las 09:00 de la fecha en mención al área de Admisión Continua del hospital, dando inicio la operación a las 09:30 para concluirla a las 14:30 horas, “con todo éxito”, luego de que se le extirpara un tumor presumiblemente maligno del colon.
Según lo manifestado por la afectada en su denuncia penal, recibida en la Receptoría de Denuncias de la PGJE, el 14 de enero del año en curso, donde señala que permaneció internada en el piso de mujeres hasta el 24 de junio del año pasado, para su recuperación.
Durante su convalecencia, Elsa María hizo del conocimiento al doctor Bermea Becerra, de un agudo dolor en el costado izquierdo, a lo que respondió el galeno que no se preocupara, ya que era a causa de la operación, que calificó de alto riesgo, por lo que dio instrucciones a las enfermeras para que le administraran medicamentos para esa dolencia, así como para su restablecimiento.
El día que se le dio de alta (24 de junio de 2002), el jefe de cirugía del H.E. 71 del IMSS, calificó de “todo un éxito” la intervención, por lo que la paciente comentó de que pensaba hacer un viaje a Estados Unidos para aprovechar las vacaciones de verano, a lo que el facultativo le aconsejó que esperara a que le quitaran los puntos y luego, para fines de julio, podría viajar.
Fue el día nueve de agosto del año anterior cuando Elsa María, en compañía de su esposo José Refugio Figueroa, arribó a El Paso, Texas, de donde vía aérea se trasladaron a la ciudad de Yakima, Washington, donde llegaron a visitar a uno de sus hijos y su esposa.
Para el 27 de ese mismo mes y año, la afectada comenzó a presentar cuadros febriles y un ataque al estado general de salud, centrándose el dolor en el vientre, por lo que el tres de septiembre decidió acudir al Yakima Medical Dental Clinic.
El hallazgo
En dicha clínica se le practicaron diversos estudios y análisis, además de radiografías, donde se observó un cuerpo extraño en el interior del vientre, consistente en una compresa, por lo que los médicos sugirieron que acudiera con el cirujano que la operó para que resolviera el caso. La erogación que se hizo ascendió a los 725 dólares.
Por tal motivo se suspendieron las vacaciones y retornaron Elsa María y su esposo José Refugio a esta ciudad, el 11 de septiembre del año pasado, arribando vía aérea a las 17:00 horas.
Las hermanas de la paciente, Lucía, Rosa María y Silvia, todas de apellido Aldape Vitela, tan pronto supieron que su consanguínea llegó, acudieron a su domicilio para llevarla a una clínica, ubicada en avenida Morelos esquina con calle Francisco I. Madero, donde el doctor Guillermo Siller ordenó otra serie de análisis y radiografías, previa explicación de lo descubierto en Yakima Wa.
El médico corroboró el hallazgo de sus colegas estadounidenses, de que tenía alojada una compresa de regulares dimensiones en el abdomen y era urgente una nueva operación para que se le quitaran los dolores y las altas temperaturas, así como los elevados niveles de glucosa, a grado tal que Elsa María presentó dificultades en la visión.
Apatía de autoridades del IMSS
El 13 de septiembre, a solicitud del doctor Norberto Bermea Becerra, acudieron con el director del H.E. 71 del IMSS, doctor Arturo González Valdés, la paciente acompañada de su esposa y el hijo de ambos, Luis Alfonso Figueroa Aldape.
A fin de corroborar la presencia de la compresa en el vientre de la mujer, se ordenó una tomografía, misma que se realizó a la brevedad posible, verificando así, “institucionalmente”, la existencia de la compresa en el abdomen, que no estaba antes de que la intervinieran.
Fue entonces cuando el doctor González Valdés le dijo a su colega Bermea Becerra: “A ver cómo le haces, puesto que ya es el segundo caso de negligencia en menos de un mes”.
Nueva cirugía
El doctor Guillermo Siller llevó a cabo la segunda cirugía para extirpar el cuerpo extraño del abdomen de Elsa María, en el Sanatorio Español, ya que por los antecedentes corroborados en el H.E. 71 del IMSS, la paciente por ningún motivo se dejaría operar por Bermea Becerra.
El 14 de septiembre de 2002, a las 09:55 horas fue intervenida de nueva cuenta y para el 21 del mismo mes y año, a las 10:43 horas, fue dada de alta. Esta vez se gastaron 44 mil 591.79 pesos por la operación, más mil 500 del anestesiólogo y tres mil más del endocrinólogo.
En total la familia ha erogado 63 mil 229.39 pesos.
Que no haya escándalo
Una vez que Elsa María se hallaba en recuperación en su domicilio, el doctor Norberto Bermea Becerra se comunicó telefónicamente con ella para comentarle sobre la necesidad de “llegar a un arreglo y así evitar el escándalo”.
Lo anterior, ya que en caso de salir a la luz pública este asunto de negligencia, lo podrían “perjudicar en su actividad profesional”, por lo que estaba dispuesto a reparar el daño económico y mortal al que tenía derecho por “su metida de pata” y de los que actuaron en la operación junto a él.
Una historia similar
Una cirugía realizada en el Hospital de Especialidades No. 71 del Seguro Social, casi le cuesta la vida a Jesús Flores del Real, a quien por más de cinco meses le dejaron una compresa de 60 por 40 centímetros en el interior del abdomen. El responsable de la cirugía: doctor Norberto Bermea Becerra.
De 55 años de edad, domiciliado en calle Piñoneros No. 262 de la colonia Arboledas, don Jesús acudió a consulta con su médico familiar al tener varios malestares, donde tras una serie de interminables estudios y análisis se le diagnosticó un tumor canceroso en el pulmón, que más tarde fue refutado en una clínica particular.
Semanas después se le dio cita para la clínica 71, donde le dijeron sobre la necesidad de seccionarle el intestino, pues se le habían detectado varios divertículos posiblemente malignos.
Haciendo una breve pausa, don Jesús recuerda que el doctor Norberto Bermea Becerra, jefe de Cirugía del H.E. 71 del IMSS, dijo que él hacía la operación, misma que se realizó sin ninguna complicación y aparentemente resultó un éxito.
Fueron 5 largos meses, durante los cuales el intenso dolor y las elevadas temperaturas no abandonaron a don Jesús, a quien ningún médico le hizo caso sobre estos síntomas, incluso, ni el doctor Bermea Becerra.
El 12 de agosto del año pasado, con las radiografías en la mano, el jefe de cirugía de la clínica 71, comunicó a su paciente, que: “Te tenemos que volver a operar, pues al parecer traes una compresa adentro y debemos sacarla cuanto antes, pues te podría hacer daño”.
La compresa medía 40 por 70 centímetros y estaba localizada en la parte izquierda del abdomen y debido al prolongado tiempo que la tuvo, le ocasionó un perforación en el intestino delgado y esto mismo hubiera ocurrido con el estómago si no se la hubieran sacado.
