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Jaque Mate| Invertir en Pemex

Sergio Sarmiento

?Todo problema es nocivo al hombre cuando lo inmoviliza; a la inversa, todo problema es

excelente cuando forma parte de su marcha?. Eduardo Mallea

Jesús Reyes Heroles, director general de Petróleos Mexicanos, adelantó ayer en una conferencia de prensa la posibilidad de abrir ciertas actividades petroleras a la inversión privada sin enmendar la Constitución. Éste parece ser el único camino que queda en un momento en que las necesidades de inversión de la industria petrolera crecen, mientras el Gobierno sigue extrayendo enormes cantidades de dinero de Pemex y las posibilidades de hacer una reforma constitucional en materia energética son virtualmente nulas.

Pemex ha logrado mantener la producción de petróleo crudo a un nivel razonable a pesar del agotamiento de Cantarell, el principal yacimiento de nuestro país. El año pasado se obtuvo una producción de crudo de 3.256 millones de barriles diarios en promedio. Se ha registrado una declinación sobre las cifras de años anteriores, pero es muy pequeña. En 2005 la producción diaria fue de 3.333 millones de barriles diarios y en 2004 de 3.383 millones.

La producción nacional de crudo se ha mantenido a pesar de la ya evidente declinación de Cantarell. En diciembre de 2005 este generoso yacimiento aportó 1.998 millones de barriles diarios. Un año después, también en diciembre, la cifra fue de 1.493 millones, o sea, una caída de 25 por ciento. Circunstancias climatológicas fueron en parte responsables de esta baja. Pero aun sin ellas el descenso habría sido de alrededor de 17 o 18 por ciento.

Otros yacimientos más pequeños están permitiendo compensar hasta ahora el agotamiento de Cantarell, pero la falta de inversión suficiente a lo largo de décadas ha hecho que se reduzcan de manera significativa las reservas probadas.

La producción de gas natural, en contraste, está aumentando. En 2006 se obtuvo un promedio de 5,356 millones de pies cúbicos diarios. Esto representa un avance de 11 por ciento sobre el nivel del año anterior. El aumento en la producción de gas no sólo nos está permitiendo contar con un combustible más limpio sino que además ha hecho posible reducir de manera gradual las importaciones de gas que hacemos de Texas.

El aumento en la producción de gas natural es en buena medida consecuencia de la inversión privada en la cuenca de Burgos, en el noreste del país, lo cual ha sido posible gracias a la introducción de los llamados contratos de servicios múltiples. Estos acuerdos ?combatidos con tanto ahínco por algunos políticos, entre quienes el sexenio pasado se distinguía el entonces senador Manuel Bartlett, así como varios miembros del PRD? son hoy la llave que nos está permitiendo salir adelante. Si se hubiera bloqueado la entrada en vigor de los contratos, la producción de gas habría disminuido y Pemex habría tenido que aumentar sus compras de gas estadounidense. Habrá que preguntarse si esos políticos estaban a sueldo de las gaseras tejanas.

No parece haber posibilidades, por lo menos no ahora, de que este tipo de contratos se aplique de manera generalizada en la producción de petróleo crudo. Reyes Heroles habló ayer de la posibilidad de abrir las puertas a la inversión privada en distribución y servicios de ingeniería. Pero en estos campos no se requiere enmiendas constitucionales.

Más controvertida será la propuesta de buscar asociaciones entre Pemex y empresas internacionales que tengan tecnología para llevar a cabo perforaciones en aguas profundas. Si bien Pemex necesita estas tecnologías para tener acceso al petróleo del golfo de México ?que, si no, terminará por ser extraído, cuando menos parcialmente, desde el lado estadounidense sin ningún beneficio para México? nuestra legislación le prohíbe tener socios privados (en territorio nacional ya que, curiosa y absurdamente, no en el extranjero).

Habrá que ver cuál será el mecanismo legal que se aplicará en estos casos. Vale la pena recordar que el Gobierno comunista de Cuba tiene acuerdos con la empresa canadiense Sherritt International para la extracción de crudo marino y el petróleo se reparte a partes iguales entre la empresa privada y el Gobierno cubano. En México estos convenios serían ilegales.

Una posible enmienda constitucional que deberíamos considerar seriamente sería la que permita la colocación de acciones de Pemex en bolsa. Estas acciones pueden ser neutras e, incluso, pueden limitarse a ciudadanos mexicanos, pero le permitirían a Pemex tener acceso a capitales frescos y harían realidad el viejo lema demagógico que afirma que ?el petróleo es nuestro? y no del Gobierno.

Si realmente quisiéramos beneficiar a los mexicanos, sin embargo, lo lógico sería eliminar el monopolio de Pemex. El recurso en el subsuelo debe seguir siendo de los mexicanos, pero el monopolio gubernamental es una forma ineficiente de explotarlo. El problema es que políticamente esta apertura es imposible. Por eso tenemos que inventar fórmulas que nos permitan sacar el mayor provecho posible a una insensata situación.

LA GUERRA

El ataque contra dos comandancias de la Policía Ministerial en Acapulco, con un saldo de siete víctimas, entre ellas dos secretarias, reitera la importancia de que el presidente Calderón haya tomado la determinación de montar operativos contra el narco. Un Gobierno no puede ceder el control de su territorio a las mafias. Los atentados, sin embargo, también revelan que no será fácil triunfar sobre el narco. La guerra será larga y llena de derrotas.

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