Los "workaholics" y "shopaholics" son categorías en las que se ubican a aquellos con adicción al trabajo y a las compras en línea.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, D.F.- El Internet, la televisión, la telefonía móvil, el exceso de trabajo, las compras, todo ello está provocando numerosos casos de dependencia entre los adolescentes, que encuentran en estas herramientas un refugio que los aleja de sus problemas emocionales o familiares.
Sí, las nuevas tecnologías han pasado a formar parte de las denominadas "adicciones sicológicas o adicciones sin drogas". Se trata de conductas repetitivas que resultan placenteras en las primeras fases, pero que después no pueden ser controladas por los usuarios.
Este tipo de conductas aumenta cada vez más, y las más comunes son las siguientes:
Los "workaholics": la adicción o dependencia al trabajo se ve reforzada por la competencia feroz del mercado global, en el que, o somos competitivos o quedamos excluidos de la jugada. Según estudios, los workaholics pueden consagrar al trabajo más de 50 o 60 horas a la semana, cuando la jornada "oficial" es de 40.
Las consecuencias puede ser la compulsión por el trabajo. No hará que te cuelguen alguna medalla de oro; en vez de eso, es probable que te ocasione daños a la salud que se traducirán en incapacidades, bajo rendimiento, disminución de tu creatividad y falta de atención.
Además, un "workaholic" consume más recursos como luz, teléfono o papel, lo que en compañías grandes no importa, pero en las pequeñas sí.
Existen también los locos por comprar o "shopaholics": Todos, en algún momento, nos dejamos seducir por el encanto de adquirir "algo" en las tiendas y en esas expediciones fragorosas, muchos pierden el control de sus gastos. Sí, sí. La mayoría de la gente vive un día de exceso de compras, que no se repetirá sino hasta un mes o dos después. Mas para las "shopaholics", comprar es "vital".
