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LOS ÁNGELES, EU.- El actor estadounidense de origen español Martin Sheen, que participa activamente en la campaña de oposición en Estados Unidos contra una eventual guerra en Iraq, afirma haber recibido una avalancha de cartas y críticas en la calle acusándolo de traicionar a su país.
El actor, de 62 años, de padre español y madre irlandesa, que encarna al presidente de Estados Unidos en la conocida serie de televisión The West Wing, ha participado en varias manifestaciones antibélicas en Los Ángeles y San Francisco y apareció recientemente en un anuncio de televisión llamando a los espectadores a actuar para impedir una intervención en Iraq.
Ciudadanos disgustados por cómo Sheen utiliza su imagen de "presidente estadounidense" para oponerse a los planes de la administración Bush pidieron a la cadena de televisión NBC-productora de la serie- que lo despidiera del programa, explicó el actor en una entrevista publicada por Los Ángeles Times.
Los ejecutivos de la cadena "han dado a entender que se sienten muy incómodos con mi posición" sobre Iraq, declaró Sheen al rotativo, precisando que el equipo que realiza The West Wing le dio "su apoyo al 100 por ciento".
Sin embargo, NBC negó inmediatamente que exista en la cadena oposición a las posiciones políticas del actor.
"Martin Sheen actúa como ciudadano particular y nosotros respetamos su opinión y su derecho a la libertad de expresión", afirmó la portavoz de la cadena, Rebecca Marks.
Sheen, cuyo verdadero nombre es Ramón Estevez, es conocido por su participación activa en campañas de oposición política.
Así, en 2000 fue detenido junto a unos activistas de Greenpeace por manifestar en una base militar contra el proyecto de defensa antimisiles estadounidense conocido como "guerra de las galaxias".
Durante los años, Sheen marchó junto al sindicalista mexicano César Chávez y protestó contra la intervención estadounidense en El Salvador. Asimismo, pidió a la madre Teresa de Calcuta que pidiese la ayuda del Papa para poner fin a la Guerra del Golfo en 1991.
A los que le acusan de ser antinorteamericano, Sheen responde: "quiero tanto a mi país que me arriesgo a sufrir su furia".
Demostrando su apoyo a las posiciones de Sheen, el Gremio de Actores estadounidense hizo público un comunicado defendiendo la libertad de expresión.
"Algunas personas han sugerido que individuos muy conocidos que expresaron opiniones ‘inaceptables’ deberían ser castigados perdiendo su derecho a trabajar", afirmó el gremio.
"Cuando nuestro país considera la posibilidad de una guerra, es un derecho fundamental de los ciudadanos expresar su apoyo o sus temores y preocupaciones", agregó, rechazando un retorno a la época del macartismo, cuando Hollywood fue objeto de una despiadada caza de brujas por las supuestas posiciones izquierdistas de algunos de sus miembros.
Condenan “lista negra” de actores pacifistas
La industria del espectáculo no debe incluir en una lista negra a los actores que se declaren en contra de la guerra con Iraq, dijo el Sindicato de Actores de Cine, conocido como SAG por sus iniciales en inglés.
-Martin Sheen dijo recientemente que altos ejecutivos de la cadena NBC habían "indicado que se sienten muy incómodos" con su franca oposición a una eventual guerra con Iraq.
-Sheen, que hace el papel del presidente de los Estados Unidos en la serie televisiva The West Wing, dijo que la NBC teme que su posición política personal afecte los niveles de sintonía del programa. Una portavoz de la cadena dijo en cambio que los ejecutivos de la NBC no han expresado tales preocupaciones.
-En una demanda presentada el mes pasado, el actor Sean Penn acusó al productor Steve Bing de renegar de una oferta de 10 millones de dólares que le había hecho para que protagonizase una película llamada Why Men Shouldn’t Marry, debido a que Penn se habría manifestado contra la guerra.
-En una contrademanda, Bing rechazó la acusación y dijo que había sido Penn el que se había retirado del proyecto.
FUENTE: Agencias
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No es nuevo en Hollywood
Durante la llamada "Guerra Fría", el senador estadounidense Joseph McCarthy aseguraba que había comunistas infiltrados en las dependencias gubernamentales y sindicatos, entre ellos el de actores.
Tras revisiones de contenidos en películas hollywoodenses, el Comité de Actividades Antiestadounidenses concluyó que en muchas de ellas se criticaba o se mostraba una imagen inadecuada de Estados Unidos.
Por ello, en 1947 fue citado a declarar un grupo de renombrados guionistas, actores y directores para encontrar cualquier señal de que estuvieran relacionados con el comunismo.
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