SUN-AEE
México, D.F.- Ante la realidad de un mundo cambiante, en donde priva la democracia pero también se ve amenazada, es necesario comenzar a definir los problemas reales de seguridad nacional que amenazan a una nación, pero ello no se puede hacer sin la participación ciudadana.
Lo primero a entender, señala la académica del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ana María Salazar, es que la seguridad pública no es lo mismo que la seguridad nacional, pero si la primera no se resuelve, se convertirá en severo conflicto para la segunda. Ana María Salazar, ex asesora de la Casa Blanca y del Departamento de Estado estadounidense, es autora del libro, Seguridad Nacional Hoy, un reto de las democracias, que será presentado el próximo 26 de septiembre y cuyo prólogo fue elaborado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.
Salazar antepone que su obra está hecha para el ciudadano, para que éste entienda la necesidad de involucrarse en la seguridad nacional y defender sus intereses.
P.- ¿Por qué seguridad nacional y democracia? R.- Una gran preocupación que a mí me surge, es que la democracia en Latinoamérica está amenazada. Cuando se habló de democracia, se crearon expectativas de que la calidad de vida del ciudadano sería mejor, y cuando se ve lo que sucede en el hemisferio, la mayoría ve que la inseguridad les impacta en su calidad de vida.
La inseguridad es un reto a la democracia, en el sentido de que los ciudadanos, por buscar mejorar su calidad de vida, van a pedir que el gobierno haga algo.
P.- Pero la gente no entiende el término seguridad nacional. R.- En la imagen de mucha gente, el tema de seguridad nacional todavía se ve en el contexto de aquellos momentos en que se usaba seguridad nacional para ir en contra de grupos opositores, para derrocar gobiernos democráticos, para coartar los derechos de los ciudadanos. El tema de seguridad pública o nacional, son temas huérfanos en Latinoamérica ¿Cuál es la seguridad nacional actual? R.- En el nuevo contexto, cuando se habla de seguridad nacional, generalmente se habla de una amenaza que podría impactar a un número importante de ciudadanos en su calidad de vida, por ejemplo. Un problema de seguridad nacional puede ser una amenaza a largo o corto plazo, refleja un contexto político, y estas amenazas tienen que ser reconocidas por el ciudadano.
P.- ¿Seguridad nacional igual a seguridad pública? R.- Se confunde seguridad nacional y seguridad pública. Las dos se empiezan a mezclar, pero eso no implica que los problemas de seguridad pública se resuelvan como un problema de seguridad nacional. Lo que trato de decir es que si no se resuelven los problemas de seguridad pública, eventualmente van a acabar siendo un problema de seguridad nacional.
P.- ¿Cuáles son las amenazas de seguridad nacional? R.- Las amenazas vienen de diferentes contextos, desde una amenaza transnacional que puede venir con el narcotráfico; grupos guerrilleros que ahora son transnacionales. También puede ser lo que más amenace a la estabilidad de un país, como la ingobernabilidad. Cada Estado tiene diferentes amenazas y debe reaccionar de manera diferente, pero entonces viene la situación de cómo defender a los ciudadanos sin coartar sus derechos. Para ello es importante crear una cultura de tolerancia, para aprender a vivir con las diferencias, como en México.
P.- ¿Seguridad nacional dentro y fuera de las fronteras? R.- Tradicionalmente la estrategia de seguridad nacional era para protegerse de invasiones externas. México no es un país que sufra de eso en este momento; al mexicano no le preocupa una invasión, pero estas amenazas transnacionales son en su naturaleza en el sentido de que, grupos armados que eran nacionalistas en su naturaleza, ahora tienen contactos con el exterior. El libro busca subrayar el por qué una democracia debe tener sus fuerzas armadas que funcionen, lo mismo que un cuerpo de seguridad nacional, pero todo sin coartar los derechos del ciudadano.
P.- ¿Cuál es el mensaje? R.- Es necesario entender que va a haber muchas presiones en esta democracia, y eso tendrá tendencias a buscar más represión. Parte de la estrategia del gobierno, es buscar mecanismos para que los problemas que surjan no se vuelvan problemas de seguridad nacional.
