Recientemente se analizan distintas leyes donde, sujetas a aprobación, sin embargo, se encuentran cosas por demás interesantes y algo a resaltar y que tiene que sea revisado a fondo, es precisamente lo relativo a la independencia de los Contadores Públicos y a los vocablos artificiales e impropios, es decir la favorecer el fondo sobre la forma.
Como se recordará, estos conceptos estaban incluidos en el paquete de reformas fiscales que entrarían en vigor en 2006, sin embargo no fueron aprobados en 2005 quedando pendiente su aprobación para este año.
Por un lado, los vocablos artificiales o impropios, idóneos o apropiados implican una alta subjetividad de parte de quien aplique de la norma, ya que la calificación de dichos actos, estaría en la medida en que cada persona lo interprete, por lo que de quedarse estos conceptos ?actos artificiales o impropios? implicaría dejar en un estado de inseguridad jurídica al contribuyente, ya que las autoridades fiscales podrían entender a su manera las operaciones realizadas por los contribuyentes.
Por otra parte, la propuesta a la independencia de los Contadores Públicos, pretende que el auditor externo no preste servicios de asesoría fiscal bajo al considerar que al hacerlo, no seria independiente. Esta disposición viola la libertad de ejercicio en la prestación de servicios, ya que la prestación de dichos servicios de asesoría fiscal, es otro tipo de servicio diferente a la auditoria externa.
Por otro lado, los servicios de asesoría fiscal no da lugar a la falta de independencia, por considerar que asesorar significa externar una opinión profesional sobre un asunto en particular, o bien, exponer al cliente varias alternativas siendo el cliente quien podría escoger estas para su negocio. Es decir las decisiones son exclusivamente del cliente, por ende el asesor no es quien toma las decisiones.
Consideramos importante analizar, entre otros, estos dos conceptos fundamentales que sin duda generan un escenario de incertidumbre jurídica.
