Migrantes fallecen buscando una mejor vida. (ARCHIVO)
Mientras el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) celebra sus primeros diez años, un nuevo informe revela tendencias alarmantes en las muertes de migrantes en la última década.
De acuerdo con el informe, más de un tercio de los migrantes fallecidos cuyo país de origen pudo identificarse provienen de países en conflicto o con grandes poblaciones de refugiados, poniendo de relieve los peligros enfrentados por quienes intentan escapar de las zonas de conflictos sin contar con vías seguras.
Sin embargo, la información sobre las identidades de los migrantes desaparecidos está bastante incompleta.
Entre las conclusiones claves del informe puede mencionarse el alto número de muertes sin identificar. Más de dos tercios de los migrantes cuyas muertes fueron documentadas siguen sin ser identificados, teniendo las familias y las comunidades que enfrentar la pérdida ambigua de sus seres queridos. Lo anterior, pone de relieve la necesidad de que haya una compilación mejor coordinada de datos y procesos de identificación para darles un cierre a las familias afectadas.
“A pesar de las numerosas vidas perdidas cuyas identidades siguen siendo desconocidas, sabemos que casi 5.500 mujeres han fallecido en rutas migratorias durante los últimos diez años y la cifra de menores identificados es de casi 3.500,” dijo Ugochi Daniels, Directora General Adjunta de Operaciones de la OIM. “El saldo sobre las poblaciones vulnerables y sus familias nos urge a convertir la atención sobre los datos en acción concreta”.
El informe Una década comentando muertes de migrantes, observa los últimos diez años con más de 63.000 muertes y desapariciones documentadas durante los procesos migratorios de ese período – y más muertes registradas en 2023 en comparación con cualquier otro año anterior.
Estas cifras demuestran la urgente necesidad de capacidades fortalecidas de búsqueda y rescate, la facilitación de vías migratorias seguras y regulares, y acción basada en evidencias para prevenir futuras pérdidas de vidas. La acción debe incluir cooperación internacional intensificada contra las redes inescrupulosas de trata de personas y tráfico de migrantes.
Cuando el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM empezó en 2014, se compiló información casi exclusivamente de artículos periodísticos sobre una simple hoja de cálculo, diez años más tarde, la compilación de datos ha mejorado drásticamente pero no ha ocurrido lo mismo con la realidad para los migrantes forzados a tomar rutas peligrosas.
Hoy el Proyecto Migrantes Desaparecidos siguen siendo la única base mundial de datos de acceso abierto sobre muertes y desapariciones de migrantes, y como tal compila información procedente de una amplia gama de fuentes incluyendo a informantes claves de gobiernos, funcionarios de Naciones Unidas y organizaciones de la sociedad civil.
Entre las conclusiones claves del informe, señala que las muertes durante la migración se pueden clasificar en gran medida en seis grupos; además, muchas muertes ocurren por razones desconocidas.
Estas causas de muerte son las más inmediatas y no reflejan las causas estructurales de las muertes durante la migración relacionadas con la falta de vías legales y seguras, la mayor seguritización de las fronteras y la reducción del espacio humanitario para quienes se encuentran en movimiento.
El ahogamiento es la causa de muerte más frecuente entre las personas en tránsito desde 2014, con más de 36.000 muertes registradas en las rutas migratorias en la última década. La gran mayoría de las muertes por ahogamiento se produjeron en el Mediterráneo, con más de 28.000 en total registradas, pero miles también han muerto intentando la ruta del Atlántico (4.126), el cruce fronterizo entre Estados Unidos y México (5.213), el cruce del Golfo de Adén entre el Cuerno de África y Yemen (1.031) y en rutas desde el Caribe a Estados Unidos (539).
De todas las muertes por ahogamiento, más de 23.000 personas están desaparecidas y se presume que han muerto en el mar, muchas de las cuales desaparecieron en naufragios con víctimas masivas, lo que significa que sus cuerpos nunca fueron recuperados. Este total de personas ahogadas “desaparecidas” se entiende mejor como una estimación baja del número real de vidas perdidas, ya que la metodología del MMP siempre utiliza el número mínimo de personas a bordo en grandes naufragios,12 que representaron más de dos tercios de todas las muertes por ahogamiento.
Documentado en la última década
Las muertes debidas a la violencia están aumentando, con 2.322 asesinatos documentados entre 2021 y 2023, lo que suma más que los 2.040 registrados en los siete años anteriores, entre 2014 y 2020.
El aumento de las muertes violentas se debe en gran parte a los crecientes informes de muertes en la frontera entre Yemen y Arabia Saudita desde 2022 (1.267), pero también incluyen muchos asesinatos en el desierto del Sahara (712) y en las fronteras entre Afganistán e Irán (287), Siria y Türkiye (208), y Estados Unidos y México ( 170).
Es de destacar que más de una de cada siete muertes en la base de datos del MMP se registran por causa de muerte desconocida. Esto a menudo se debe a que los restos se encuentran mucho después de que se haya producido la muerte, lo que hace que la investigación forense de la causa de la muerte, y mucho menos identificar a la persona fallecida, sea extremadamente difícil. Una causa de muerte desconocida es particularmente común en regiones desérticas remotas, con el 26 por ciento de los casos registrados en la frontera entre Estados Unidos y México y al menos el 23 por ciento en el desierto del Sahara.
