MéXICO, DF.- La Comisión Disciplinaria de Futbol tendrá una difícil tarea, al definir si Bruno Marioni agredió o sólo fue un accidente el balonazo que le propinó al árbitro central, Miguel Ángel Chacón Viveros, durante el partido que sostuvieron ayer los Pumas ante San Luis.
No es la primera ocasión que se produce un incidente de un jugador en contra de un nazareno en torneos cortos. El caso más grave fue un golpe que le dio con la cabeza Cristian Zermattén a Felipe Ramos Rizo, en duelo de la fecha cinco del Torneo Invierno 1998, mismo que le costó al futbolista un año de suspensión.
En la jornada 13 del Torneo de Verano 1997, Carlos Muñoz del Puebla le pegó en el mentón a Gonzalo González en un choque ante Celaya. La Disciplinaria lo sancionó con seis encuentros.
Alejandro Glaría le dio un golpe con el pecho a Paúl Enrique Delgadillo en el Apertura 2002. Se fue a la congeladora cuatro cotejos.
Horacio Amelí del América empujó a Gilberto Alcalá en el Torneo Apertura 2004, lo que le costó tres duelos; en esa misma campaña, Juan Carlos Leaño golpeó en la espalda a Francisco Chacón, por lo que fue sancionado el mismo número de partidos, cantidad similar a la que le dieron a Simón Moukoko de Toros Neza (Invierno 1997), y Rodolfo ?Tapita? García del Atlas (Verano 1997).
Vicente Sánchez también buscó encarar a Marco Antonio Rodríguez en el Torneo Clausura 2003, pero la sanción fue sólo de dos encuentros; el caso más reciente fue el de Walter ?Divino? Gaitán, de los Tigres, el torneo pasado, tras un empujón que le propinó a Germán Arredondo en las semifinales.
Ahora, en caso de encontrarse culpable, Bruno Marioni sería sancionado de dos a ocho partidos, pero de ser inocente, el castigo sería para al nazareno por haber falseado la cédula arbitral.
