Aunque sería obligado escuchar la versión de las autoridades municipales respecto al problema de los vendedores ambulantes que expenden sus productos en el centro de la ciudad de Torreón, lo dicho por Miguel de Luna Díaz, secretario general de Comerciantes Ambulantes, debe ser tenido por aquellas como una muestra de disposición para solucionar un añejo problema.
En efecto, durante varias administraciones tanto la Cámara de Comercio local, como quienes han ocupado la dirección municipal de Plazas y Mercados, han acusado a los vendedores ambulantes de la zona centro de no querer que se aplique proyecto alguno que tienda a ordenar tanto su ubicación, como la forma en que operan, pues lo hacen de una manera anárquica, bloqueando el paso de peatones y ensuciando las aceras, todo lo cual representa un problema para la ciudad.
Ahora, son los vendedores los que dicen estar dispuestos a llegar a un arreglo, por más de que la solución que en principio exponen no sea la mejor, pues no parece viable cerrar algunas avenidas del primer cuadro, a pesar de lo cual esa oferta abre la puerta para que autoridades e interesados se sienten a dialogar sobre la mejor forma de poner orden en un tema que es de especial interés para toda la ciudadanía.
Si el municipio dispone de espacio físico en la zona centro para ubicar ahí a los vendedores o si se decide cerrar alguna parte de la misma para tal efecto, son propuestas que el ayuntamiento debe estudiar y consensuar con los vendedores y la Cámara de Comercio. Pero para todos los efectos prácticos es urgente que se tomen determinaciones al respecto, porque de ello depende en cierta forma la reactivación del centro de nuestra ciudad
