Una infusión de manzanilla puede contribuir a mejorar la jaqueca o migraña.
La cocina puede ser una excelente proveedora de productos para la belleza, sus elementos proporcionan cuidados especiales, sólo es cuestión de poner manos a la obra.
La manzanilla es uno de los mejores revitalizantes, sobre todo, si se quiere evitar la resequedad del cutis, la pérdida de color, la grasa excesiva e incluso las antiésteticas espinillas.
Procedimiento
Ponga a hervir una taza y media de agua con un poco de manzanilla. Deje enfriar y empape un pedazo de algodón, páselo por el rostro y repóselo durante algunos minutos en los ojos.
El sobrante, una vez frío, lo podrá transportar en un frasco y refrescar su piel a lo largo del día cada vez que lo requiera.
Si lo que quiere es mantener su maquillaje durante el día, antes de aplicarlo sólo pase durante algunos minutos un trozo de hielo directamente sobre la piel.
El hielo también sirve como "analgésico", puede aplicarlo sobra las cejas antes de depilarse y darle forma sin tanto dolor.
De esta forma lucirá un aspecto más fresco y radiante, además de que el maquillaje se conservará durante más tiempo.
Al final del día, llega el momento de limpiar la piel, recuerde que los desmaquillantes no son cremas de belleza, por lo que deberá enjuagarse el cutis después de su aplicación.
Aunque si por casualidad se terminó el desmaquillante, no se preocupe, basta con impregnar un trozo de algodón con leche entera y limpiar la cara.
Té de manzanilla
Al té de manzanilla se le atribuyen diversas propiedades, entre ellas la de ser sedante o tranquilizante, es decir, colabora a controlar el nerviosismo. Asimismo, se reconoce como relajante muscular en caso de una contracción (antiespasmódico), además, disminuye la inflamación y se utiliza también como antirreumático.
En muchos lugares del mundo se emplea para aliviar transtornos digestivos (vómitos, dolores de estómago e indigestión, entre otros), y dado que contiene poderes analgésicos se emplea para calmar los malestares de la menstruación. Por si fuera poco, una infusión de manzanilla puede contribuir a mejorar la jaqueca o migraña. Por otra parte, una taza de té alivia los síntomas de catarro o resfriado, y antes de dormir ayuda a conciliar el sueño. Ahora bien, si se inhalan sus vapores mejoran las afecciones de garganta.
En frío, se emplea para tratar dolencias externas, como heridas superficiales, y en el lavado de ojos irritados o cansados, además de ser buen enjuague bucal cuando duelen las encías (gingivitis). Aplicada en la nariz tiene doble función, ya que si se sufre resequedad proporciona humedad, pero si existe congestión y dificultad para respirar colabora para que haya libre acceso de aire.
