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Deuda Externa: 12 años de continuidad

Carlos Salinas sentó las bases parael saneamiento de la problemática estructural.

SUN-AEE

MÉXICO, DF.- A lo largo de la administración del presidente Vicente Fox Quesada, el Gobierno Federal ha presumido el buen desempeño de la deuda pública del país.

Sin embargo, el proceso para mejorar la “espada de Damocles” que perjudicaba el ambiente de negocios ha sido producto de tres generaciones de economistas.

Desde la administración de Carlos Salinas se sentaron las bases para disminuir ese cáncer que fue acumulando México en sexenios anteriores; con Ernesto Zedillo se reforzó el trabajo y durante la era de Fox Quesada se alargaron vencimientos.

Información histórica de la Secretaría de Hacienda expone que en 1982, en el último año de la administración de José López Portillo, la deuda llegó a representar 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); cuatro años más tarde, en el régimen de Miguel de la Madrid llegó a niveles históricos de 70 por ciento del PIB.

El proceso

“Tuvimos una instancia de renegociación de la deuda, tomar lo que vencía el próximo año, luego lo de los siguientes 18 meses, luego los próximos dos años, lo acumulábamos y tomábamos tres o cuatro años, hasta que finalmente se reestructuró todo a largo plazo”, expuso sobre el proceso de renegociación de deuda en el gobierno de Salinas de Gortari, José Ángel Gurría Treviño, ex secretario de Hacienda en la época zedillista.

México necesitaba poner un control a su deuda porque en el aire estaba el dilema del crecimiento, aumentar el ahorro, captar inversiones y bajar el déficit fiscal.

El equipo oficial de esa época trabajó la renegociación sobre una pesada losa de 50 mil millones de dólares; al inicio del sexenio salinista la deuda externa era de 81 mil 3 millones de dólares. Fueron momentos difíciles porque, a la vez, se negociaba con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y diversos acreedores.

“Queríamos asegurar que México volviera al mercado, y bueno, así se logró con éxito y le fue útil al país, México no volvió a ver para atrás en esa materia”, comentó Gurría Treviño durante una entrevista con este reportero.

El panorama económico para México parecía dejar los nubarrones, pero llegó la crisis de 1994. Los niveles de deuda repuntaron de 20 por ciento del Producto Interno Bruto a que habían bajado en 1993 a más de 32 por ciento en 1995; la administración zedillista iniciaba su periodo con una deuda externa de 76 mil 769 millones de dólares.

“Fue una interrupción muy grande y con un costo enorme, un gran impacto en la imagen del país y en la confianza de los mexicanos. Recibimos los apoyos y se pagaron antes de su vencimiento, pero fue un costo muy grande”, explicó Gurría Treviño.

Funcionarios mexicanos del “gabinete de emergencia” salieron a Washington, Japón y Canadá para buscar recursos frescos para el país y el gobierno de Bill Clinton realizó un apoyo de 54 mil millones de dólares.

Se fijaron los calendarios de pago con tasas de interés crecientes con el tiempo, para estimular al Gobierno mexicano a pagar lo más pronto posible. Inclusive, en una sesión en la Cámara de Diputados, el gobierno de México fue acusado de haber comprometido el petróleo a cambio del préstamo. Después llegó un proceso de salir a los mercados, diversificar las carteras y lograr vencimientos más prolongados.

Los ahorros

El subsecretario de Hacienda, Alonso García Tamés, recuerda que hace más de una década “la desfavorable composición” de la deuda pública jugó un papel determinante en los problemas macroeconómicos por los que atravesó el país.

La administración de Vicente Fox inició con una deuda de 12.6 por ciento del PIB y equivale a 76 mil 57 millones de dólares, y hoy alcanza su menor nivel en los últimos 30 años con sólo 10.7 por ciento del PIB.

El plazo promedio de los pasivos aumentó sustancialmente pasando de 538 días en diciembre de 2000 a mil 141 días al cierre de junio de 2005.

“Las operaciones han permitido que se cancele prácticamente la totalidad de la deuda externa que fue producto de las reestructuras de finales de los 80 y así se han logrado ahorros importantes a valor presente y suavizado los vencimientos de deuda externa que va a enfrentar el país”, plantea Tamés.

Para Jorge Sicilia, economista en jefe para México y Estados Unidos del Grupo BBVA, “sería tan injusto achacar todo a los últimos seis años, como todo al periodo de Zedillo. En los últimos 12 años se han tomado medidas muy adecuadas en términos de mejorar la solidez de las instituciones. “Se alargó el vencimiento de la deuda y se generaron las condiciones para ahorro público. La política de deuda en los últimos años ha sido muy acertada”.

Petróleo alcanza nuevos precios récord

El precio del petróleo inició la semana marcando nuevos récords, con un mercado preocupado por el cierre de las representaciones estadounidenses en Arabia Saudita por razones de seguridad, alimentando los temores de perturbación de la producción en este reino rico en oro negro.

En Nueva York, el barril de “light sweet crude” para entrega en septiembre rozó los 63 dólares en los intercambios electrónicos, llegando a los 62.90 dólares, una subida de 59 centavos en relación al viernes, lo que supone un nuevo récord de precio desde 1983.

En Londres, el barril de Brent del mar del Norte también batió un nuevo récord, a 61.76 dólares para entrega en septiembre, 69 centavos más que el viernes. Los precios del petróleo han subido el 40% desde hace un año. Pero en relación a la inflación, siguen por debajo del nivel alcanzado después de la revolución iraní, en 1979, cuando un barril costaba 80 dólares de ayer.

La embajada de Estados Unidos en Arabia Saudita anunció el domingo que iba a permanecer cerrada el lunes y martes, así como los consulados de Yeda (oeste) Dhahran (este), a raíz de informaciones sobre una “amenaza” contra los edificios oficiales estadounidenses.

“Es la razón” de los elevados precios, indica un operador de la agencia de corretaje Bache Financial, que pidió el anonimato. “Hay incertidumbre en el mercado. La gente teme un acto terrorista o una perturbación de la producción petrolera en Arabia Saudita, y quizá, Arabia Saudita, con su nuevo rey, es un poco vulnerable en este momento”, explicó.

“La muerte del rey Fahd introdujo un poco de incertidumbre sobre la política petrolera saudí, sobre todo porque el rey Abdalá fue el verdadero responsable del contexto actual de los altos precios del petróleo”, subraya Bruce Evers, analista del banco Investec.

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