Agencias
LOS ÁNGELES, E.U.- La historia que describe el filme Max, escrito y dirigido por Menno Menyjes, transcurre en Alemania tras la Primera Guerra Mundial. Sus personajes centrales son un educado coleccionista y vendedor de obras de arte llamado Max Rothman (John Cusack) y un joven artista (Noah Taylor) que trata de encontrar su destino como pintor en medio del caos y la destrucción que afectan a la sociedad germana de posguerra.
El joven artista responde al nombre de Adolf Hitler y no tarda mucho tiempo en ganarse la admiración y el apoyo de su nuevo amigo, Max.
En esos momentos, nadie se imagina que dentro de pocos años el joven Adolf va a llegar a convertirse en el hombre más poderoso del país y en el enemigo número uno que la raza judía (a la que pertenece Max) tiene en todo el planeta.
Difícil de abordar, por las razones que cualquier lector conoce, Max es la primera película que ofrece (en la historia del cine) un perfil humano acerca de quien ha sido catalogado como “la principal encarnación de la maldad” en la Tierra.
Lo complicado fue el tema
“La verdad es que no fue nada sencillo sacar adelante este proyecto”, reconoció John Cusack durante una entrevista después de la exhibición de Max.
“Cuando decidí apoyar las ideas de Menno Menyjes no tenía una noción muy clara sobre las reacciones que íbamos a provocar entre nuestros potenciales productores. Algunos simplemente creían que estábamos bromeando. Otros pensaban que era un examen que les habíamos puesto para ver cómo reaccionaban.
Al principio nadie creyó que hablábamos en serio cuando dijimos que Max era un filme que estábamos decididos a producir de principio a fin. Tuvimos tantas dificultades para encontrar el dinero que necesitábamos para la película, que hubo momentos en los que llegué a creer que se trataba de un delirio nuestro y que por consiguiente jamás llegaríamos a finalizar los planes que teníamos”, cuenta Cusack.
El actor agrega: “Afortunadamente, creo que Menno y yo fuimos capaces de llevar nuestra locura hasta sus últimas consecuencias”.
Cinta con buenas intenciones
Admirador de las capacidades creativas que tiene el director y guionista Menno Menyjes, motivo por el que decidió participar en la realización de Max, John Cusack comprende bien las reacciones que provoca esta cinta dondequiera que se presente.
“No quisimos cambiar el punto de vista y la opinión que le gente tiene sobre un personaje como Adolf Hitler”, señaló Cusack. “Lo único que hicimos con Max fue, sencillamente, ponerle un rostro humano a quien se considera el criminal más grande de la historia.
Nuestra película ha sido criticada severamente por organizaciones judías de todo el país”, quiere dejar en claro Cusack, antes de agregar: “Sabíamos que esto iba a suceder y decidimos correr los riesgos que debíamos enfrentar tarde o temprano. Con todo y eso, yo creo que Menno escribió un excelente argumento. Aunque hay quienes consideran que Max es una película desagradable y hecha con mal gusto, yo pienso que desde un punto de vista exclusivamente cinematográfico no tiene ninguna falla”.
Repaso de la historia
Orgulloso del papel que tiene en este filme, John Cusack dijo que es lo mejor que ha hecho desde Being John Malkovich, comedia con la que Charlie Kaufman se convirtió en uno de los guionistas más solicitados y populares de Hollywood.
“Max Rothman es un individuo bastante complejo y la relación que va surgiendo entre él y Adolfo Hitler tiene matices muy oscuros y al mismo tiempo fascinantes.
Max y Hitler se vuelven amigos porque hay entre ellos muchas cosas parecidas. Max es un artista frustrado, y así lo acepta. Hitler, por su parte, intenta triunfar dentro del ámbito del arte y fracasa en todo lo que intenta hacer durante esa etapa de su vida. Max cree en el talento de Hitler pero, al mismo tiempo, percibe que él tiene otro destino.
Yo creo que desde esas épocas Hitler se dio cuenta [según lo propone nuestra película] del enorme poder de seducción que tenían sus palabras. Sin alguien como Max cerca de él Hitler modificó la pasión que sentía por el arte y enfocó su interés hacia otras direcciones: la política, el fanatismo ideológico y el desprecio por los judíos”.
“Yo creo que, sinceramente, de haber existido Max en la vida real quizás la historia del mundo sería distinta”, aseguró Cusack. “Tal vez él hubiera podido convencer a Hitler de que continuara pintando. Yo estoy plenamente convencido que Hitler no fue una persona mala desde el día que nació. Tampoco creo que vino a este mundo con la misión de borrar al pueblo judío de la faz de la Tierra. Sin embargo, si yo tuviera la posibilidad de viajar hacia el pasado trataría de aniquilar a Hitler tan pronto como fuera posible”.
John en un 2 x 3
Nació en una familia irlandesa donde el talento sobraba y ya estando en el colegio fue parte del Piven Theatre Workshop, un grupo de donde salieron muchos actores famosos hoy en día.
-A los 12 años, John había participado en varias películas, actuado en comerciales y en programas de radio. A los 17 años, obtuvo su primer papel importante en la comedia juvenil Class (1983), luego vinieron Sixteen Candles, Better Off Candles, The Sure Thingy Say Anything entre otras.
-Su primer papel dramático lo obtuvo en 1990 en The Grifters donde demostró que era capaz de actuar en roles dramáticos o cómicos con la misma facilidad.
-Muchos críticos consideran a este gran actor uno de los mejores de su generación debido a su gran interpretación de papeles simples como muy complejos.
-A pesar de haber participado en tantas películas, John no ha logrado saltar a la fama, algo que definitivamente no le preocupa ya que cree que la fama es capaz de dañar a cualquiera.
-John posee muchos talentos, además de ser un gran actor ha demostrado ser un gran productor y director, dotes que aplica en su grupo de teatro formado en 1988 The New Criminals y en su compañía cinematográfica New Crime Productions, productora en la que ha tratado de hacer películas más trascendentales que las de Hollywood y donde ha impuesto toda la energía de su compañía de teatro.
FUENTE: Agencias.
