(Primera parte)
En esta ocasión voy a tratar de darle algunos consejos, que más bien deberían de convertirse en hábitos, para conservar una vida saludable.
Las investigaciones nos dicen que comer moderadamente, hacer ejercicio con regularidad, evitar el tabaquismo, casi nada de alcohol y tratar de eliminar el estrés, son algunas de las mejores prescripciones para una vida larga y saludable.
*Iniciar con una buena nutrición.
La nutrición es más que los alimentos que comemos, es también cómo se digieren, absorben y metabolizan los nutrientes. Sin embargo asumiendo que su cuerpo utiliza la comida óptimamente, hay una amplia evidencia de que lo que entre en su boca afecta su salud y sus expectativas de vida.
La fibra. La parte indigerible de las plantas, es invaluable en cualquier menú saludable, aumentando la ingesta de fibra, particularmente la fibra soluble en agua que se encuentra por ejemplo: en los frijoles secos, o en la avena, es una forma barata y segura de bajar el colesterol sanguíneo, de acuerdo con el Journal of American Dietetic Association. La fibra también previene o corrige los problemas de estreñimiento, mejora los síntomas de la diabetes, es un auxiliar en el tratamiento de la hipertensión arterial, disminuye el riesgo de cáncer de colon, además de que da sensación de plenitud por más tiempo de esta manera, ayuda a bajar de peso.
Disminuir las grasas de los alimentos es una forma muy efectiva de combatir las enfermedades del corazón, algunos tipos de cáncer y la presión alta pues se evita que aparezca la arteriosclerosis que es el endurecimiento de las paredes de los vasos sanguíneos por el acumulo de grasa en los mismos, lo que obstruye una oxidación y circulación de la sangre adecuados. Además comer alimentos bajos en grasa ayuda a mantener en línea la figura, principalmente abdomen y cintura que es en donde más comúnmente se almacena. Sin embargo, algo de grasa en los alimentos es necesaria para mantener un equilibrio metabólico. De acuerdo a los valores nutricionales normales se recomienda de un 25 a 30 por ciento de la ingesta diaria para mantener una buena salud. El aceite de olivo virgen, el aceite de pescado y los ácidos grasos esenciales que se encuentran en los vegetales, son benéficos cuando se consumen en cantidades apropiadas. Evitar por el contrario las grasas saturadas sobre todo de origen animal, así como alimentos refritos, capeados y empanizados que absorben muchísima grasa.
*Tome vitaminas.
Sin vitaminas nos enfermaríamos o moriríamos, algunas vitaminas son producidas por nuestro cuerpo. Por ejemplo: las vitaminas K, B 12, Tiamina y ácido fólico, son fabricadas en el organismo, mientras que nuestra piel utiliza la luz del sol para fabricar vitamina D. Sin embargo, la mayoría de las vitaminas provienen de los alimentos que consumimos. Desafortunadamente el cocer, almacenar, procesar, refinar, utilizar fertilizantes sintéticos, herbicidas y un suelo pobre en nutrientes, roba a los alimentos algunas de sus propiedades nutricionales más importantes.
También una vida estresante, la contaminación y malos hábitos alimenticios reducen los nutrientes esenciales en nuestro cuerpo. Además la estatura, edad, condiciones de salud, actividad física, y el ambiente crean requerimientos vitamínicos en cada persona. Para muchos de nosotros, la vida moderna al igual que la genética y los problemas de salud demandan de suplementos especiales en nuestra dieta, desde luego siempre bajo supervisión médica.
Nuevas evidencias indican que los efectos de las vitaminas en la salud son importantes, por ejemplo las tan mencionadas vitaminas antioxidantes como la A Betacaroteno, la C y la E, ayudan al organismo contra algunos tipos de cáncer, enfermedades del corazón, también son muy requeridas para mejorar el sistema inmunológico de defensa, además de evitar el envejecimiento prematuro, la osteoporosis además de un aporte adecuado de calcio y magnesio, puede evitarse con vitamina K. Generalmente en la etapa del climaterio así como en la tercera edad, son muy necesarios los suplementos vitamínicos, para lo cual es sumamente importante que consulte primero a su ginecólogo, y a su médico de confianza para que de acuerdo a su caso en particular le recomiende realmente qué es lo que necesita, porque no se trata nada más de ingerir cualquier multivitamínico, pues como lo mencioné anteriormente, cada caso requiere determinados suplementos de acuerdo principalmente a la edad y su estado de salud.
En el próximo artículo veremos otros aspectos importantes que le podrán ayudar a mejorar su calidad de vida. Cuídese. ¡Hasta pronto!
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