MÉXICO, D.F.- El senador Manuel Bartlett se desmarca y sostiene que nunca formó parte de la estructura de la campaña de Francisco Labastida y por lo tanto le resulta inconcebible que se le quiera involucrar en el caso ?Pemexgate? o en el supuesto desvío de recursos de Pemex a la campaña del PRI en el 2000 a través del sindicato petrolero.
De los cuatro senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que fueron llamados a declarar por el Ministerio Público, afirma que Humberto Roque y él son ajenos a ese asunto, no pertenecieron al equipo de Labastida.
Le parece tan ilógica su situación que la compara con la posibilidad de que hubieran citado a declarar a los millones de priístas por el solo hecho de pertenecer al partido que presuntamente recibió dinero que salió de las arcas de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Además, le queda claro, ?como sucede en cualquier parte del mundo?, que los sindicatos tienen derecho a realizar aportaciones al partido que consideran defenderá los intereses de sus agremiados.
En entrevista, Bartlett intuye que esta pesadilla del ?Pemexgate? no ha terminado y no descarta que se le vuelva a llamar cuando estén más cerca las elecciones de julio del 2003.
Junto con él fueron citados Humberto Roque, Dulce María Sauri y Emilio Gamboa. Los cuatro contestaron en noviembre pasado un cuestionario negando toda imputación.
De Sauri sólo comenta que es una ?mujer importante, fuerte, que tiene peso en el Senado?, y de Emilio Gamboa, apenas tres palabras para describir su circunstancia: ?en condiciones diferentes?.
¿Por qué razón fue citado?
? Esta operación del ?Pemexgate? es verdaderamente increíble, perseguir a un partido político y a sus miembros con los instrumentos para perseguir al crimen organizado, no tiene límite. Ahora, ese ?Pemexgate? lleva año y pico y va lentamente para irlo llevando a lo más cercano posible a las elecciones del año entrante.
¿En que se le involucró a usted en la investigación?
? A mí se me señala porque un testigo protegido dijo que llegaba alguien en nombre mío a recibir dinero. Ése es el planteamiento. Yo estuve en el último tramo de la campaña desde fuera. El senador Roque y yo fuimos contrincantes de Labastida. Cuando se le adjudicó la candidatura a Labastida nos sumamos, apoyamos los dos, y Madrazo también, al candidato de nuestro partido, lo hicimos con el ánimo de apoyar y lograr el triunfo, pero no pertenecimos nunca a la estructura de organización de la campaña de Labastida.
¿Cuál fue su respuesta?
? Nos preguntan sobre nuestras campañas, nosotros no hicimos campaña. No estábamos incorporados al equipo de trabajo de Labastida. Esa es la respuesta más simple. Tanto Roque como yo, en los últimos días, fuimos llamados a organizar algunas tareas, pero prácticamente por fuera del aparato, sin ninguna vinculación.
¿Con su declaración ya da por cerrado este capítulo?
? No sé, no se cuál sea la continuidad de este proceso.
¿No le han pedido que amplíe su declaración?
? Nada.
¿Ya fue suficiente para dejar aclarado que no tiene nada que ver con este asunto?
? Creo que no tenía ni porqué haber participado. No tenía absolutamente nada que ver en lo que es la acusación sobre el dinero ilegal que dicen llegó al partido y ese dinero ilegal fue distribuido para la campaña, cosa que aún no han probado. No han probado ni que sea ilegal el dinero. El sindicato petrolero, después de recibir un préstamo de Pemex, vía convenio, tenía todo el derecho de hacer con el recurso lo que quisiera. No es dinero ilegal en ningún momento. Entonces se plantea que ese dinero llegó al PRI, cosa que si hubiera así no tiene ninguna característica de delito.
¿Qué le dice o sugiere su abogado?
? Lo que hicimos fue declarar la verdad tal cual y en espera de saber que es lo que continúa, pero repito, en mi caso, y en el caso de Roque es verdaderamente absurdo, nosotros fuimos ajenos totalmente a la organización de la campaña.
Un instrumento de Estado
El líder nacional del PRI, Roberto Madrazo, advirtió que su partido no protegerá impunidades, y si bien darán ?la pelea jurídica? para contraatacar el acoso gubernamental del que son objeto, llamará a cuentas a todo militante que tenga algún tipo de responsabilidad penal por el llamado ?Pemexgate?.
Advirtió que las investigaciones no deben ser utilizadas como instrumento de Estado para debilitar a un partido, ni mucho menos utilizar impunemente la filtración de documentos de acusaciones no probadas y de declarantes que se encuentran en dudosa situación legal.
?Todo esto nos hace prever -dijo-, que el Gobierno de la República pretende convertir los comicios del 2003 en unas auténticas elecciones de Estado, en los que pretende alzarse con el poder absoluto en México a cualquier costo y por encima de los ordenamientos constitucionales y legales?.
En este sentido, también le sugirió ?humildad? al Presidente de la República porque ?escucha, pero no atiende?.
