Verdades y rumores
Cada día que pasa parece confirmarse aquello que hace algunas misivas comentaron nuestros subagentes de que todo había vuelto a la normalidad en el PAN, es decir, que los pisotones por debajo de la mesa están de regreso. Al menos eso es lo que se puede deducir de la aparición por todos lados del rostro sonriente del senador Luis Fernando Salazar, quien, so pretexto de su quinto informe legislativo, está promoviendo su imagen de cara al 2018, que se será, nuevamente, año electoral. Y es que llamó poderosamente la atención de propios y extraños el hecho de que prácticamente al día siguiente de que Jorge Zermeño anunciara que sí va por la reelección a la alcaldía, brotaron como hongos decenas de espectaculares del famoso “Hooligan” en las calles de las ciudades coahuilenses. Este hecho fue interpretado por las mentes maliciosas como un “aquí ando, no me he ido” de parte del senador que, como se sabe, se quedó con las ganas de ser el aspirante a gober por el PAN y tuvo que volver a su idea original de buscar la candidatura a la alcaldía.
Dicen que el anuncio de don Jorge incomodó no sólo en el cuartel salazarista, sino también en otros sectores del PAN provincial. Prueba de ello es que el anayista Jesús de León ya salió a decir que si Zermeño quiere reelegirse va a tener que solicitar licencia cuatro días después de asumido el cargo, cosa que el propio alcalde electo ha negado una y otra vez y que esa especie la atribuye a una mala interpretación de la ley electoral, aunque algunos más bien creen que se trata de una mala intención para disuadirlo de romper el acuerdo que, según dicen, se había establecido de que sólo gobernaría un año. Será el sereno, pero todo indica que estamos próximos a ver una reedición del conflicto Zermeño-Salazar, como el que se vivió en 2012 con motivo de la candidatura al Senado de la República. ¿Quién ganará en esta ocasión? Hagan sus apuestas. Por lo pronto el pleito ya empieza a surtir efecto en el estira y afloja de los nombramientos para el gabinete municipal. En breve habrá noticias de ello.
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Dicen que Humberto Moreira anda muy tranquilo a pesar de que la semana pasada tuvo que devolver varios miles de pesillos al respetado periodista y académico Sergio Aguayo, con quien esta semana se verá frente a frente en un juzgado por el juicio de presunto daño moral. Y cuentan que esa tranquilidad se debe a que el Profe está a punto de lograr una carambola a dos bandas dentro de Sistema Nacional Anticorrupción que tiene sus réplicas en cada estado. Como sabrá usted, enterado lector, esta semana el Congreso de Coahuila aprobó el nombramiento de Jesús Flores Mier como primer zar anticorrupción en el estado, con vigencia de siete años, hecho que levantó harto polvo porque el ungido fue colaborador de Moreira I cuando éste se desempeñó como alcalde de la Urbe de Adobe y también cuando saltó a despachar en el Palacio Rosa. Es decir, que buena parte de su carrera ha estado vinculada con el llamado “Improcesable”, incluso, dicen, ya dentro del ICAI, donde era consejero presidente. Dicen las malas lenguas que este nombramiento representa un poderoso blindaje para quien llevó las riendas de la entidad en el sexenio pasado,y obviamente para los del actual que está por terminar. Pero la cosa no para ahí. De la Capirucha del Esmog nos llegan noticias de que está a punto de concretarse el pase automático del procurador general de la República Raúl Cervantes como fiscal general de la nación, cargo en el que estaría nueve años, es decir, lo que queda de este sexenio, todo el próximo y parte del siguiente. Nada más. Aunque el PAN de Ricardo Anaya se ha opuesto a aprobar esta designación, dicen que no hay unidad en la postura dentro del blanquiazul, ya que los calderonistas, que no quieren al llamado “Joven Maravilla”, andan coquetando con el preciso Peña Nieto. Una fractura del PAN en el Senado pudiera dar al PRI los votos suficientes para aprobar el pase de Cervantes. ¿Pero qué tiene que ver esto con el Profe Humberto? Ah, pues que, según dicen las malas lenguas, la mano derecha de don Raúl es un excolaborador y amigo del exgober Moreira. Se trata de David Boone de la Garza, secretario particular del procurador y ahora posible fiscal, y que incluso habría sido él quien le dio varios pitazos sobre las investigaciones que había en su contra. De concretarse esta jugada, el gran ganador del tan cacareado Sistema Nacional Anticorrupción sería el también exdirigente nacional del PRI. Claro que don Humberto lo niega y hasta arremete contra el nuevo zar anticorrupción estatal, como para despistar al enemigo.
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En donde las cosas van de mal en peor, con todo y el orgullo que siente el jefazo de la Jurisdicción Sanitaria VI César del Bosque, es en el Hospital General de Torreón. Y es que prácticamente no pasa semana en que no se denuncie una nueva carencia o surja un problema adicional. Que si los medicamentos, el equipo, la falta de personal, los techos, las vacunas, el material insuficiente... Pero los subagentes disfrazados de jeringas comentan que la cosa pudiera ponerse todavía peor. Y es que dicen que desde la Urbe de Adobe ya llegó el aviso de que no habrá más recursos en lo que resta del año. Algunos malpensados dicen que esto se debe a que en el gobierno provincial, como en el PRI, no están muy seguros de que los tribunales vayan a darle la razón al tricolor en el proceso legal de la elección del pasado 4 de junio. Pero otros menos sospechosistas creen que la razón es más sencilla: en la administración de don Rubén el dinero se agotó, por lo que el problema, junto con otros tantos, será dejado en herencia al próximo mandamás de la provincia. Es decir, más vale no enfermarse en tres meses cuando menos.
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Allá en Lerdo se alborotaron las aguas de repente. Y es que hace unos días una frenética marcha de militantes del PRD -muchos de ellos de la vecina Gómez Palacio a falta de personal manifestante lerdense- realizaron un plantón en la Presidencia de la llamada Ciudad Jardín. Ahí entregaron peticiones de obras y servicios en varias colonias y comunidades de Lerdo solicitando que éstos sean incluidos en el programa anual de obras del municipio, lo que para nada está mal. Sin embargo, lo curioso es que la marcha -dirigida por el regidor Mario Delgado- es la primera en estos 12 meses de gobierno y a unos pocos días del primer informe de la alcaldesa María Luisa González Achem. Esto aunado a que todos los regidores y miembros del Cabildo saben que el programa de obras de este 2017 se formó y firmó a finales del 2016 y principios de este año, lo cual resta legitimidad al movimiento de los izquierdistas, dado el desfase, por lo que muchos ya no les creen y consideran que esta marcha pareció más una demostración de músculo político con fines particulares de uno o dos líderes. Por cierto, dicen que quien andaba por ahí peleándose con don Mario por cuestiones de liderazgos era nada menos que el ex regidor también del PRD pero en Gómez Palacio, Omar Castañeda, quien no canta mal las rancheras para eso de los trancazos.
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En tremenda polémica se ha metido el alcalde de Durango, José Ramón Enríquez Herrera, luego de que en días recientes se diera a conocer un listado con los presidentes municipales que perciben un mayor salario en el país, y la cual orgullosamente encabeza el edil emanado del partido Movimiento Ciudadano, con la cantidad nada despreciable de 93,452 pesos mensuales. Tras negar el hecho y asegurar que sólo le pagan 75 mil pesillos (ah, bueno), Enríquez envió al Cabildo una propuesta para reducirse los ingresos a la mitad con la promesa de donar el otro 50 por ciento, para tratar de frenar las críticas en su contra y limpiar su imagen y aceptación que a un año, está bastante desmejorada. Y es que ser descubierto como uno de los alcaldes con sueldo de monarca fue la gota que derramó el vaso para su administración tan duramente criticada por tratar de imponer la obra del Paseo Universitario, en la cual pretenden gastarse millones de pesos sin tener ninguna utilidad y, por el contrario, traerá afectaciones para los comerciantes de la zona. A esto se suma el haber hecho su “feria alterna” a la Fenadu, con el pretexto de celebrar el aniversario de la ciudad pero cuyo fondo era fastidiar los festejos que organizó el gobierno del Estado, como parte del golpeteo que en unión de esfuerzos con el panista Juan Quiñones, ha organizado desde la estructura municipal y desde la dirigencia de ese partido, en contra del gober José Aispuro Torres. A Enríquez se le han acumulado las inconformidades ciudadanas por darle prioridad al mentado Paseo en lugar de resolver las inundaciones, brotes de aguas negras y pavimento destruido en las calles, entre otras deficiencias que ha dejado a un lado en su desesperada búsqueda de la candidatura a senador. El alcalde de Durango, quien por cierto ya pasó por otros partidos como el PRI, PRD, PT y ahora pretende controlar el PAN, cuenta con asesores de no muy gratos recuerdos como es el caso de Hugo Rosales Badillo, incondicional de Ismael Hernández Deras.
