Si un día decidiste marcharte... porque ya no sentiste amor por esa persona y deseaste iniciar una nueva vida, y aunque los primeros meses hayas sentido nostalgia porque te invadió el recuerdo de esa parte de tu vida, y aún así preferiste mirar hacia delante tratando de que tu futuro fuera mejor que tu pasado. ?Sabes?, tu partida fue dolorosa para alguien que no cortó los lazos que los unía, pero ya no pudiste dar marcha atrás: porque tu decisión haya sido tomada... ?te fuiste?. Todos debemos aprender a respetar las elecciones de los demás, y sobre todo respetar la libertad del otro.
No podemos pretender que si alguien ya no nos ama se quede a nuestro lado, sólo porque nosotros seguimos amando.
De pronto una persona deja de vivir con ellos... de acompañarlos, pero si bien falta su presencia en casa, aunque sea por unos momentos en día, los siguen viendo de alguna u otra manera. Están ahí cuando las necesitan y dicen presente. Cuando ellos desean sus mimos, sus caricias, su aliento y su comprensión. Hay padres que se alejan no sólo de su pareja sino también de su descendencia. Estos hijos sufren en silencio se sienten abandonados, se enferman muchas veces tratando de llamar la atención, claman por un llamado, buscan respuestas que nunca encuentran... y muchas veces hasta sienten culpa porque creen ellos haber sido el motivo, de la ruptura de la pareja. Y ahí están esos padres viviendo en libertad alimentando su vida de nuevas experiencias. Con proyectos para el futuro disfrutando de aquellas cosas que habían dejado a un lado por vivir en familia.
De pronto se sienten libres y como las aves vuelan recorriendo nuevos mundos pero con una gran diferencia no permiten, ni siquiera enseñarles a volar junto con ellos... los dejan solos por lo que muchas veces, es incomprensible que ellos sean cambiados por otro padre; porque quien puede en su protección no puede sostenerlos.
Padres que se presentan ante la justicia a petición de su ex cónyuge para exigirles que otorguen a sus hijos, una pensión alimenticia que en la mayoría de los casos sólo alcanza para mal vestir y comer. Padres que visitan o les hablan a sus hijos cuando pueden o cuando quieren. ? Son estos padres, los que dicen amar a sus hijos? cuando les preguntan qué sienten por ellos. Pero que realmente desconocen sus inquietudes, avances, progresos, enfermedades, gustos, berrinches, pasiones, problemas y por sobre todo desconocen qué sienten. Pensemos en nuestros hijos, en el daño que podemos hacerles o que les estamos haciendo... a ti padre, a ti madre te pido hoy dejes a un lado tus preocupaciones en muchos casos tal vez el ego es tan grande que nos nubla la visión, en otros es tan grande el amor que sentimos por nosotros mismos que creemos estar actuando bien y tal vez estamos copiando modelos que creemos perfectos porque así los entendimos pero estamos equivocados. Todos sabemos que tener hijos, es lo más maravilloso. Pero esto implica una gran responsabilidad que dura en forma gradual, enormemente hasta que tiene dos años prioritariamente hasta que tiene cinco años, especialmente hasta que tiene diez, mucho hasta que tiene quince y bastante hasta que tiene veinticinco. ¿Y después qué? ?Después harás de tu vida lo que tú quieras porque la verdad, es que no vas a cambiar en gran cosa lo que tus hijos piensen, sean o digan con lo que hiciste o hagas hoy? en última instancia cada quien es como quiere ser.
?Sorpresas de la vida?. Les comento que el jueves antepasado, pasadas las nueve de la noche, me dirigía rumbo a mi casa, después de haber estado conviviendo con unos amigos, cuando de pronto me dio un dolor en la parte izquierda del pecho el cual pasó casi automática al lado derecho de ahí empecé a sudar y deseos de deponer, sintiendo de inmediato que el brazo derecho se adormecía. Les comento, que al no haber sentido esto nunca de momento no supe qué hacer, sino que al llegar a casa me tomé dos aspirinas y una sal de uvas. El dolor duró toda la noche, por lo que al día siguiente lo primero que hice fue comunicarme con el médico familiar, al cual le comenté lo antes sucedido. Por lo que ni tardo ni perezoso me preguntó si podía manejar y le dije que sí, por lo que me esperaría en urgencias en la clínica a que pertenezco, al revisarme y diagnosticarme que al parecer era un infarto tramitó la papelería correspondiente para que acudiera a urgencias a la Clínica 16, los cuales tanto médicos como enfermeras me dieron al auxilio necesario.
Posteriormente de ahí fui trasladado a la Clínica de Especialidades No. 71 al departamento de cardiología, donde tuve bonitas experiencias, por lo que me atrevo a redactar lo siguiente: El placer más grande del hombre es dar muestras de gratitud, ya que la gratitud es una virtud de personas bien nacidas. Desafortunadamente cuántos de nosotros a veces omitimos en nuestro vocabulario cotidiano el uso de la palabra ?gracias?, que salga de lo más profundo de nuestro corazón y que ésta tenga la sonoridad de una campana tiñendo de gloria pero hoy, precisamente hoy que sean con estas palabras en que expreso mi más sincero agradecimiento a todas las personas que estuvieron al pendiente de mi convalecencia, como fueron doctores(as) enfermeros(as) trabajo social, dietistas, mantenimiento, etc. Y donde resalta el profesionalismo y los conocimientos de cada uno de ellos. Mismos que se entregan en cuerpo y alma a pesar de que esto forma parte de su trabajo. Por último y como principal agradecimiento las gracias, muchísimas gracias al cardiólogo Antonio García Espino y a todo su equipo de médicos. Así mismo a mi familia y amigos que estuvieron al pendiente de mi recuperación. Qué sería de nosotros si no existiera gente así, y el IMSS; al cual me atrevo a decir bendita institución, a todos sinceramente gracias... ?Reflexión?: El que tiene un amigo verdadero, lo tiene todo. ?Seguimos Presentes?.
