Lector opina

Foro del Lector

Enalteciendo el suicidio asistido

La postura, que insiste en el sacrosanto derecho de cada cual a decidir sobre su existencia ha recibido tal respaldo social y gubernamental en los últimos años, que la legalización del suicidio asistido o el ‘derecho a morir’ en algunos países occidentales es ya una triste realidad.

Este posicionamiento no es inocente. Porque presentar el suicidio como algo que está más allá de cualquier crítica moral, contribuye a normalizarlo.

En este sentido, me atrevo a incluir una cita de Chesterton, que decía:

“El hombre que mata a un hombre, mata a un hombre; el hombre que se mata a sí mismo, mata a todos los hombres, porque -en lo que de él depende- elimina a todo el mundo”.

Por eso digo que el caso de Betsy Davis, la norteamericana que decidió invitar a sus amigos a un fin de semana en su finca para pasar con ellos las últimas horas antes de tomar una dosis mortal de fármacos, me provoca respeto y solidaridad: a saber lo que esa mujer sufría, por lo que ha pasado, cuánto ha padecido. Pero a la vez me atrevo a decir que el suicidio (analizado así, en general) es una equivocación. Un fracaso de una sociedad que no ama suficientemente la vida. O que no la ama en su totalidad, con sus luces y sus sombras.

En cualquier caso, nunca entenderé esos reportajes idealizadores que presentan algo tan doloroso, traumático e inhumano como un suicidio bajo un velo de romanticismo y simpatía, casi de ensueño. Hace muy poco daban por tv un reportaje sobre una atleta paralímpica belga, medalla de oro, que ha pedido el suicidio asistido cuando acabe su actuación en los próximos juegos paralímpicos. Esto me escama. No sólo por el suicidio, sino por cómo lo presentaban y lo enaltecían.

Lluis Esquena Romaguera

Girona, España.

***

El estado de decepción

Creo que en ningún momento ser mexicano ha sido algo fácil. Si no estamos metidos en un conflicto bélico, nosotros lo creamos o por lo menos lo buscamos, ya no en el exterior, sino en nuestro mismo país.

Observe en la calle y conteste, ¿desde cuándo no saluda a otra persona que no sea conocida y que sólo por cortesía le desea un buen día? Cada vez damos muestra como sociedad que lo nuestro es la decepción incrustada en la epidermis de cada uno de nosotros.

Ya no confíamos en el otro, es más ni en nuestra familia, porque sabemos que tarde o temprano nos van a decepcionar. Es terrible, pero este estado está llevando al país a una verdadera crisis de identidad y de pertenencia, más peligrosa que la visita de Trump.

Lo invitó a que por lo menos hoy intente saludar al que tiene a lado. Eso puede ayudarnos a recuperar un poco la confianza perdida. Todo gran recorrido comienza con un primer paso.

Juvenal Mireles,

San Pedro, Coah.

Leer más de Lector opina

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Lector opina

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1265832

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx