Desde lo alto el Padre y el Espíritu contemplaban el mundo de los hombres.
Notaron a uno que estudiaba afanosamente en su biblioteca. Lo vieron luego salir al campo a buscar plantas e insectos que después observaba al microscopio. En seguida lo miraron subir a bordo de un barco que se llamaba el Beagle, e ir en él a lejanas costas de África, Oceanía y América. Ahí recogía ejemplares de flora y fauna que ordenaba en diversas colecciones. Finalmente vieron a ese hombre regresar a su país, donde escribió un libro al que puso por título "El origen de las especies".
El Padre le preguntó al Espíritu:
-¿Quién es ese hombre?
-Se llama Charles Darwin.
-Es muy inteligente -opinó el Padre-. Ya puso la primera pieza del rompecabezas.
¡Hasta mañana!...