'Ser paramédico es una razón de vida'

A bordo de una ambulancia, Víctor Hugo López, mejor conocido como "Canito" ha servido por 27 años a la comunidad. Ha sido voluntario, socorrista y ahora es Técnico en Urgencias Médicas de nivel básico en la Cruz Roja Mexicana de Gómez Palacio.

Sin pensarlo dos veces, "Canito" dice que una de las etapas más difíciles para desempeñar su labor, fue la violencia que se desató hace unos años en la Comarca Lagunera.

"A mi me tocó el crimen organizado, yo participé en uno de los motines que hubo en el Cereso de Gómez Palacio, me tocó clasificar a los heridos, tenía 5 minutos para clasificar a 55 personas que estaban boca abajo, semidesnudos, con las manos en la cabeza, he pasado varios accidentes, a veces la gente nos da la gracias, a veces no", expresó.

A sus 43 años, Víctor Hugo se siente satisfecho por su trabajo al que dedica 12 horas . "Para mí, ser paramédico es una razón de vida, de existir, es como un bombero un policía, nada más que nosotros hacemos la diferencia entre la vida y la muerte, pero quien tiene la última palabra es mi Padre Dios", señaló.

Aunado a las situaciones que ha enfrentado durante su labor humanitaria, "Canito" no ha estado exento de sufrir accidentes.

Cuenta que en el vehículo en el que se traslada diariamente para salvar vidas, se ha enfrentado a algunos percances que incluso, le han dejado secuelas físicas. Y es que el paramédico, dice que siempre existe el miedo cada vez que la ambulancia viaja a gran velocidad para poder llegar a tiempo y brindar los primeros auxilios.

"En estos años 6 accidentes a bordo de ambulancias, han sido choques y volcaduras, el último me provocó que perdiera dos piezas dentales y me partiera el labio superior de la boca", dijo.

Hoy, Día del Socorrista, "Canito" considera que vale la pena arriesgar su vida por salvar la de otras personas.