EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

La era de Beltrones

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

La política es azarosa y más la mexicana en donde parece que nadie se salva de una derrota.

Manlio Fabio Beltrones, a quien algunos consideran el político más completo en México, terminó por admitir su fracaso luego de diez meses como dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional.

Menos de un año le duró al sonorense el sueño de llegar a la cima del partido tricolor en donde se formó, creció y ha sido parte de los triunfos y las penas que ha registrado el PRI en las últimas décadas.

El resultado del pasado 5 de junio con la pérdida de siete gubernaturas, importantes alcaldías y congresos estatales, fue más que suficiente para que el político sonorense tomara la decisión de abandonar la dirigencia de su partido, su casa y refugio desde los años 80.

Tras bambalinas se tejen muchas historias por demás interesantes. Una de ellas señala que el presidente Peña Nieto pidió a Beltrones permanecer en el partido, pero el sonorense se negó luego de meditarlo porque le sería muy pesado cargar con el lastre de los gobernantes priistas que van de salida y que varios de ellos terminarán en la cárcel o en el extranjero.

Es cierto, Beltrones no es el único y tampoco el principal responsable del huracán que sacudió al PRI el pasado cinco de junio.

Tienen igual o mayor parte de culpa el presidente Peña Nieto y su gabinete por tantas acciones erráticas por no decir aterradoras que han tomado a lo largo de su gobierno.

Obviamente los gobernadores de los estados derrotados son copartícipes, especialmente los de Veracruz, Chihuahua y Tamaulipas, en donde la corrupción sobrepasó los límites.

Tampoco son inocentes los presidentes estatales del PRI ni los coordinadores de campaña de los candidatos perdedores, ¿o acaso ellos no cometieron pifias y desaciertos?

Pero ante la opinión pública nacional son Peña Nieto y Beltrones los principales artífices de la debacle tricolor. El primero por sus acciones sorpresivas como la propuesta a favor del matrimonio gay a escasas semanas de las elecciones, y el segundo por pecar de optimismo y caer en un estado de confianza que rayó en la ingenuidad.

Manlio Fabio se comprometió a ganar nueve de las doce gubernaturas cuando el clima político era por demás adverso para el PRI. Fue Peña Nieto quien admitió que el país estaba malhumorado, expresión que luego el columnista Catón corregiría por encabronado.

Cuatro días antes de la contienda el presidente del tricolor ratificaba su predicción y el domingo 5 de junio, apoyado en encuestas de salida del PRI, la Presidencia y Gobernación, se apresuró a declarar que su partido aventajaba en diez de las doce gubernaturas.

Una hora después y cuando estaba a punto de entrar al estudio de televisión en el programa de Joaquín López Dóriga, recibiría la demoledora noticia de una fuente de alto nivel: en siete gubernaturas los resultados del PREP daban ventaja firme al Partido Acción Nacional.

De ahí se explica por qué en el debate con sus similares del PAN, Ricardo Anaya, y del PRD, Agustín Basave, el sonorense lució extraviado, sencillamente estaba noqueado porque sabía que ganar sólo cinco de las nueve gubernaturas y entregar siete al blanquiazul, representaba el fin de su liderazgo en el PRI nacional.

¿Qué pasó con las encuestas de salida que se equivocaron casi al unísono? ¿Habida cuenta de su experiencia política, por qué Beltrones no anticipó esta dolorosa derrota? ¿Hubo traiciones y falta de coordinación al interior del priismo o fue simplemente exceso de confianza?

El sonorense tuvo duros fracasos en el pasado: en el 2006 siendo coordinador de la campaña presidencial de Roberto Madrazo, el PRI quedó en tercer lugar. En el 2013, en Baja California, su amigo Fernando Castro Trenti, perdió la gubernatura ante el panista Francisco de la Vega.

Pese al actual revés político, Beltrones ha sacado ventaja de la situación, en primer lugar al renunciar decorosamente a su cargo y en segundo lugar al deslindarse sutilmente del gobierno de Peña Nieto que atraviesa los peores momentos del sexenio.

Hay versiones que hablan de una ruptura, pero no lo creemos así, Beltrones es hombre del sistema priista y sabe que no llegará lejos si intenta enfrentarlo. Seguramente el sonorense buscará el camino para insertarse en la contienda de 2018 ya sea como activo participante o como actor de reparto, pero ahí estará en alguna posición clave.

Queda ahora la incógnita de saber quién limpiará por dentro y por fuera la casa del PRI luego de esta tormenta veraniega que dejó su fachada y estructura arruinadas.

Comentarios a [email protected]

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1236951

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx