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Tommy al Bat

Tomás Morales Fernández

Creo que el mánager Dave Roberts, así como la directiva del Dodgers de Los Ángeles llevaron muy mal el caso del joven pitcher mexicano Julio Urías que llegaba con la etiqueta de gran prospecto de las Ligas Menores en donde solamente ponía ceros. En primer lugar el debut de Urías debió de ser en la casa de los Dodgers, en Los Ángeles, para que se sintiera protegido por el entorno con muchos aficionados apoyándolo como fue en el caso de Fernando Valenzuela. Sin embargo, se les ocurrió debutarlo en una ciudad hostil donde odian a los Dodgers porque se fueron de Brooklyn a Los Ángeles en 1958.

Fue una salida de elevador para Urías, a veces arriba ponchando, a veces abajo recibiendo batazos. Total no hizo un buen trabajo en dos entradas y dos tercios, aunque el mánager Roberts lo pudo dejar otro bateador al venir el pitcher contrario al home. Sin embargo, desde los entrenamientos veo que Dave Roberts no ha tratado a Urías como debe ser. En los juegos de la Liga del Cactus lo puso varias veces como relevista, aunque ya le dijeron que están preparando a Urías para ser lanzador abridor y no relevista. Pero él ha insistido en que los podría ayudar relevando.

El caso es que después del juego del viernes el mánager dio que Urías regresaría a las Menores porque necesita un relevista en su lugar. Muy mal de parte de Roberts el no darle una segunda oportunidad a Urías, un juego en Lo Ángeles, para verlo ya más tranquilo. Fue muy drástico al regresarlo enseguida a las Menores a pesar de que ya ha demostrado en triple A todo lo que un pitcher puede enseñar.

Creo que a Urías le hubiera ido mejor con un mánager como Don Mattingly porque este Roberts, primer negro en manejar al Dodgers, se ve petulante y napoleónico sin buenos sentimientos.

Julio dijo que de cualquier manera el estar un día en Ligas Mayores representaba el mejor día de su vida, el más feliz, con su familia llegar a la gran carpa.

Lástima que las cosas hayan salido así y esperemos que el mánager Roberts le tenga mejor aprecio al joven de 19 años.

Al día siguiente del juego de Urías ardió Nueva York cuando el mánager Terry Collins cometió la burrada de mandarle a su pitcher estrella de estrellas, Syndergaard, que le tirase a Chase Utley en venganza por la barrida dura de este jugador del Dodgers en el play off pasado. Debía una grande y tenía que pagarle, pero no con el mejor pitcher del club. El caso es que Syndegaard le tiró un pitcheo de 99 millas por la espalda y el ampayer de home lo botó del juego .porque se vio que era un lanzamiento intencional.

El caso es que ya sin Syndergaard en la lomita los Dodgers apalearon a los Mets con Chase Utley dándose gusto con un jonrón con la casa llena. No era ese el momento apropiado para cobrarle la cuenta a Utley por la fractura de Tejada. Hubieran esperado al final del juego con un pitcher relevista en la lomita para el pelotazo de la venganza.

Pero no hay la menor duda que ardió Nueva York con la gente pidiendo la cabeza de Utley.

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