Si alguien le preguntara a usted, así como si dijéramos de bote pronto, quién es Norberto Doroteo Méndez, casi seguro lo ignoraría pero como afortunadamente estoy yo en este momento a su lado, se lo voy a platicar para que nadie ose agarrarlo en curva.
Este hombre nació en Buenos Aires, Argentina, el 5 de enero de 1923. Se formó en las fuerzas básicas de Huracán y se convirtió en uno de los atacantes más letales y conocidos en el futbol pampero allá por los años 40 del siglo pasado.
Le apodaban "tucho" y pronto se erigió en puntal de la selección albiceleste, siendo recordado porque su nombre está inscrito con letras de oro en estos 100 años de la Copa América.
Méndez convirtió 17 dianas en tres participaciones y comparte este honor con el brasileño Zizinho, (nada que ver con el padre de los Dos Santos, Jonathan y Giovani) pero fue "tucho" el primero en alcanzar esa envidiable cifra.
En una época en que no se pagaban cantidades estratosféricas, Norberto fue adquirido por Racing en una buena cantidad de dinero y a cambio de cinco futbolistas y para no variar, pronto se convirtió en todo un ídolo enfundado en la camiseta de la "academia".
Solía referirse a sus dos grandes amores en estos términos: "Huracán es mi vieja, (madre) y Racing es mi mujer".
En otro personaje sin par, fíjese usted que el rey del futbol, Edson Arantes do Nascimento, sólo jugó en una sola edición de la Copa América. Un año después de haberse coronado en el Mundial de Suecia 1958 con tan sólo 17 años, Pelé vistió la casaca de la verde-amarelha, dejando constancia de su inconmensurable clase al anotar 8 goles en 6 partidos.
Los delanteros mexicanos también tienen su historia cuando de goleo en el certamen se habla y en los récords del evento aparecen dos monarcas que vistieron la playera del tricolor. En 1995 Luis García compartió la cima con Gabriel Batistuta con 4 dianas cada uno y en 1997, el "matador" Luis Hernández se ciñó la corona en solitario al horadar en 6 ocasiones la valla enemiga.
También se han coronado goleadores que pasaron por el futbol mexicano como Bebeto que anduvo con los Toros Neza, Carlos el "pato" Aguilera quien jugó con Tecos y el campeón del mundo en Argentina 1978 Leopoldo Jacinto Luque, enfundado en la casaca de la "jaiba brava" del Tampico Madero.
Para la presente edición no son de esperarse demasiado goles, dados los esquemas tácticos que la mayoría de los entrenadores en el mundo han implementado, sin embargo, la explosividad de algunos de los presentes nos permiten soñar con bellas pinceladas para dar el grito de gol, la máxima expresión del balompié a nivel de espectáculo.
Hoy México arranca su accionar con un cuadro incompleto, en un amistoso ante Paraguay en el Georgia Dome de Atlanta. ¡Suerte para ellos!
