Columnas la Laguna

FACULTAD DE MEDICINA

PROBABILIDAD DE CONCEBIR EN LA MUJER

DRA. SUSANA BASSOL MAYAGOITIA*

Entre los factores que influyen en la probabilidad de concebir, dos de ellos son de especial relevancia: el perfil de las hormonas y la pauta de relaciones sexuales mantenida por la pareja. Con respecto al primero, en una misma mujer existe variación en los perfiles de estrógenos, progesterona y gonadotropinas entre sus diversos ciclos.

Tratando de profundizar en relación al perfil hormonal y la probabilidad de concebir, se realizó un estudio que ha tenido mucha repercusión en el ámbito de la epidemiología reproducitiva: el North Carolina Early Pregnancy Study (NCEPS), es un estudio realizado en 221 mujeres de la población general, sin problemas de fertilidad. En una principio fue diseñado para medir la incidencia de pérdidas precoces del embarazo, se analizaron muestras de la primera orina de la mañana de las 221 voluntarias, (en su gran mayoría de nivel educativo alto y de clase media) que habían interrumpido la utilización de anticonceptivos para tratar de quedar embarazadas. El grupo de estudio era comparable a la población general de mujeres en edad fértil con respecto a la edad, paridad y embarazos previos. Se determinó el perfil de eliminación por la orina de los estrógenos y de la progesterona para cada uno de los ciclos. El día de la ovulación se definió basándose en los cambios en la eliminación urinaria de los metabolitos de los estrógenos y de la progesterona. Los investigadores identificaron el día de la ovulación basándose en el rápido descenso del cociente entre los estrógenos y la progesterona en orina en el momento de la aparición del cuerpo lúteo. Estudios posteriores han establecido que éste método es tan preciso como los métodos basados en medir la hormona luteinizante (LH) en sangre, responsable de la ovulación. Se utilizó también un método de gran sensibilidad y especificidad para la detección en la orina de la hormona del embarazo la HCG. Esta hormona se puede detectar a partir de los siete días de la ovulación, que es aproximadamente el momento de la implantación cuando el embrión invade la pared uterina y establece el intercambio con la madre. El criterio para establecer un embarazo bioquímico fue la presencia de un nivel mínimo de 0.025 ng/ml de hCG durante tres días consecutivos. El análisis multivariado de los datos estableció la asociación de cuatro variables con la probabilidad de no concebir:

1) los ciclos con una fase folicular larga.

2) nivel basal de pregnandiol -3- glucuronido alto.

3) un menor nivel preovulatorio de la LH.

4) un nivel bajo de pregnandiol -3-glucuronido en la mitad de la fase lútea, éstos fueron ciclos menos fértiles.

Con respecto al segundo factor, la probabilidad de concebir depende, en gran medida, del patrón de relaciones sexuales en torno la ovulación. En el estudio citado, en todos y cada uno de los 192 ciclos en los que se produjo un embarazo la pareja mantuvo relaciones sexuales al menos una vez dentro del período de sus días consecutivos que terminaron en el día de la ovulación, a diferencia de los 31 ciclos en los que las relaciones sexuales se produjeron fuera de este período de seis días, ninguno terminó en embarazo. Como cálculo preliminar de la probabilidad de concebir en un determinado días, se estudiaron los 129 ciclos en los que se mantuvieron relaciones sólo durante un día de los seis considerados fértiles. La probabilidad de concebir en el primero de los seis días fue de 0.08, incrementándose hasta 0.36 en el sexto día, que es cuando se produce la ovulación. En estudios similares se concluye que la brusca disminución de la probabilidad de concebir después de la ovulación, sugiere que la supervivencia del ovulo es corta y/o que los cambios producidos en el moco cervical tras la ovulación obstruyen la entrada de nuevo esperma. Sin embargo, el semen es capaz de fertilizar al óvulo si se encuentra en el tracto reproductor incluso desde 3 a 5 días antes de la ovulación.

*Endocrinóloga de la Reproducción.

Profesora de Fisiología y Jefa del Departamento de Salud Reproductiva. Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.

La próxima colaboración será del Dr. Eduardo Serna Zetina, Cardiólogo.

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