El pasado 19 de mayo, eunidos los diferentes lideres de la Coparmex de México, hicieron sendas declaraciones públicas de compromiso, a través de su presidente, Gustavo de Hoyos Walther, rodeado -en evidente apoyo solidario- por todos los asambleístas.
Le comparto un extracto de lo declarado públicamente:
"El gran potencial del crecimiento y desarrollo de México, encuentra hoy un gran obstáculo: la debilidad de nuestras instituciones, reflejada en un sistema legal, de justicia y penal que parece de un país subdesarrollado, donde la corrupción y la impunidad son el principal aliado".
"Los mexicanos estamos lastimados; tenemos que una gran parte de la clase política, lejos de sensibilizarse ante los problemas de inseguridad, de injusticia, de corrupción y de pobreza, siguen beneficiándose de manera ilegítima de los recursos públicos" (…)
"En este clima de corrupción y de impunidad, destaca la falta de compromiso y la falta de actitud cívica; y eso sí, un gran cinismo de los representantes del poder legislativo, quienes violando flagrantemente la constitución, no respetan los plazos legales que ellos mismos impusieron para el 28 de mayo y que decidieron apenas ayer postergar la discusión y en su caso aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción con sus siete leyes". (…) "Con esta actitud, dan abiertamente la espalda a los mexicanos que exigen el fin de la corrupción, de la impunidad y de la opacidad" (…)
"Por ello, los empresarios de la Coparmex, integrados en 65 centros empresariales (…) declaramos de manera conjunta:
Primero.- que Coparmex, fiel a su condición democrática y de participación ciudadana, intensificará a través de sus 36 mil empresas socias, con sus empresarios y trabajadores, una campaña pública para denunciar y exhibir la inmovilidad irresponsable del Congreso de la Unión" (…) "si los políticos no quieren comprometerse con la transparencia y la rendición de cuentas, que asuman las consecuencias" (…)
"Segundo.- compartiremos con la comunidad internacional la situación prevaleciente en México, denunciaremos ante instancias internacionales y de organismos aliados lo que los legisladores están haciéndonos a los mexicanos, manteniendo un sistema de privilegios e impunidad en contra de los mexicanos" (…)
"Tercero.- vamos por un Congreso a la altura de la sociedad organizada; México requiere un poder legislativo que represente de verdad y que sirva al pueblo de verdad, que cumpla con las demandas ciudadanas, la transparencia y la rendición de cuentas; el fin de la impunidad y de la corrupción, entre otros. (…)
"Si los políticos se resisten a cambiar sus privilegios y anteponen sus intereses a los de los ciudadanos, seremos la sociedad civil organizada quienes obliguemos a caminar en el sentido que demande el mundo entero".
Sin duda esta declaración representa una pública ruptura del grueso de los mexicanos promotores y actores del impulso a la dinámica económica de México, con un poder legislativo que nos llevó al hartazgo y se resiste a la ley.
Recuerde la historia y los antecedentes de los grandes cambios de México:
Primero, su constitución como nación, al efectuarse la independencia de España, promovida por criollos, hijos de españoles y mestizos, inconformes con las injusticias y abusos de virreyes, sus cortes y las abusivas disposiciones desde España.
Luego la Revolución Mexicana, que expulsó a Porfirio Díaz del poder nacional, en franco repudio al abuso de sus "compadres y allegados" que agraviaban profundamente al resto de los mexicanos.
En ambos casos, los movimientos iniciaron con la insatisfacción del sector productivo, que se resistía a soportar las cargas impositivas a los que era sometido por los oligarcas.
La historia del mundo está llena de casos como el nuestro y Usted puede recordar los europeos y latinoamericanos y, de paso, la influencia de otras potencias que pretendieron y hasta lograron ocupar el poder dejado por los desplazados.
Desgraciadamente, la reacción de los ahora señalados -politiqueros que infestan al sistema de gobierno- es difícil, sino imposible, por los "nudos ciegos" que aseguran la "lealtad" y complicidad entre los diferentes grupos de poder y hasta partidos políticos.
Sin embargo, una pequeña "luz de esperanza" aparece al pensar en el México que ha sabido evolucionar, agrandándose ante las grandes amenazas, esperando que la historia de la confrontación, como último recurso ante la resistencia al cambio de nuestros "servidores", no llegue a repetirse.
Lo cierto es que el tiempo de evadir responsabilidades ya ha terminado -como lo advirtió la Coparmex- y que, ante la realidad de la situación inaguantable, solo quedan las acciones de cambio verdadero, que para el caso deberán ser radicales.
Ya en otros "Diálogos" habíamos advertido del desgaste sociopolítico de México y al igual que otros colaboradores del editorialismo nacional hicimos un llamado a la cordura que no se dio.
Ojalá que esta "última llamada" sea atendida, por el bien de todos, aprovechando la oportunidad de no repetir nuestra historia. Usted ¿qué piensa?
