El objetivo del estudio era identificar las mutaciones que causan cambios en el físico, crecimiento, color de piel y altura de los bovinos. (ARCHIVO)
Un grupo de científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) descubrió en un estudio los factores que generan las variaciones fenotípicas o mutaciones entre bovinos alimentados en igual cantidad y calidad.
El objetivo del estudio era identificar las mutaciones que causan cambios en el físico, crecimiento, color de piel y altura de los bovinos, indicó el maestro en biotecnología genómica, Alejandro Paredes Sánchez, quien estuvo a cargo de la investigación.
También participó en la investigación el alumno de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, Campus Zacatecas (UPIIZ), Daniel Trejo Martínez, en coordinación con la doctora encargada del Laboratorio de Biotecnología Animal, Ana María Sifuentes Rincón.
Además, del doctor del Laboratorio de Bioinformática del Centro de Biotecnología Genómica, Aldo Segura Cabrera, en ciudad de Reynosa, Tamaulipas, ambos de Politécnico.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Trejo Martínez explicó que dichas características físicas de los bovinos son llamadas poligénicas, debido a que dependen de muchos genes.
Por ello es complicado definir que cierta mutación sea por un gen en específico, agregó que el ambiente es también un factor influyente.
“La secuenciación del genoma humano fue el punto de partida para que se hiciera la secuenciación del genoma de muchas otras especies, incluidos los bovinos”, dijo el especialista.
“Actualmente se conoce que existen entre 22 y 23 mil genes; en cuanto a las proteínas, se ha estimado que hoy en día son 30 mil, por lo que resulta difícil afirmar lo que específicamente origina las variaciones fenotípicas en el crecimiento”, agregó.
La técnica utilizada durante el proceso fue a través de un enfoque llamado redes de interacción, el cual realiza una representación de los genes como nodos.
Si gen uno y gen cinco ostentaban una relación, esta línea se respaldó con información previa encontrada en la bibliografía, ejemplificó el investigador.
“El tipo de información fue muy variado, son cerca de cinco bases de datos diferentes para poder generar la red. Una vez que se generó la red, la idea fue hacer algo así como lo que hace Facebook”, dijo Trejo Martínez.
“Si hay dos genes que están aislados, aunque no haya ninguna conexión entre ellos, en el momento en que hay un gen en común se les sugiere que probablemente conozca otro, porque es muy probable que entre ellos exista algún tipo de conexión”, añadió.
Durante el trabajo, los científicos buscaron referencias o bibliografías sobre genes que ya se sabía que tuvieran influencia en el crecimiento de los bovinos y una vez identificados, definieron las influencias en el genoma.
“Por el acomodo de la red, se puede ver que el gen que está al centro, aunque no se conoce su función o el papel que desarrolla en los sistemas biológicos, por lo que se puede inferir que debe de participar en el mismo proceso”, explicó.
“Porque todos con los que está interactuando actualmente se ha reportado que participan en el crecimiento”, abundó.
A partir de dichos resultados, los investigadores establecieron un conjunto de cinco genes candidatos, después realizaron una secuenciación e identificación de las mutaciones existentes.
Gracias a que se sabe existen algunos genes de referencia, los científicos pudieron compararlos con los genes identificados en el estudio.
Los investigadores tomaron como mutación a los que presentaron alguna diferencia, conocida como polimorfismos de un solo nucleótido (SNP, por sus siglas en inglés).
Después buscaron grupos contrastantes, es decir, los que tenían mucho peso contra los que presentaban menos peso, tras identificar las mutaciones entre grupos establecieron la correlación.
“Lo que se busca con esto es que finalmente los productores de ganado identifiquen qué animales tienen las características idóneas para producción de carne, de leche, y son menos susceptibles a las enfermedades”, subrayó.
Trejo Martínez agregó que el estudio es costoso, ya que por animal sale de forma aproximada en mil pesos, sin embargo, en Reynosa ya se realiza en colaboración con ganaderos.
Además, ambas partes pretenden reducir gastos, para que el método pueda estar al alcance de quien lo requiera, dijo el especialista.
