Margo Glantz

“Pienso que como decía Simon de Beauvoir, basta que haya un problema cultural, político, religioso, para que inmediatamente se atenete a los derechos de la mujer, y eso lo estamos viendo cada vez más. En México la violencia contra las mujeres es brutal, y es brutal la violencia contra las mujeres en todos los movimientos fundamentalistas que están ahorita acabando con el mundo”

La escritora, ensayista, crítica literaria y catedrática Margo Glantz nació en la Ciudad de México el 28 de enero de 1930. Es una de las máximas figuras de la literatura mexicana y desde 1996 forma parte de la Academia Mexicana de la Lengua.

Glantz estudió la maestría en Letras Inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el doctorado en Letras Hispánicas en La Sorbonne, en París.

Cuenta con una extensa obra que abarca los géneros de novela y ensayo. Algunos de sus títulos más destacados son Las genealogías, 1981; Síndrome de Naufragios, 1984; De la amorosa inclinación a enredarse en cabellos, 1984; Apariciones, 1996; El rastro, 2002; Saña, 2007, México: el derrumbe, 2010; Saña (corregida y aumentada) y Coronada de moscas, 2013.

Bajo el título de Obras reunidas I: La literatura colonial, el Fondo de Cultura Económica (FCE) lanzó en 2006 el primero de cuatro tomos que reúnen la mayor parte de su trabajo. Le siguieron Obras reunidas II, Narrativa, publicado en 2008; Obras reunidas III, Ensayos sobre literatura popular mexicana del siglo XIX, en 2010; y Obras reunidas IV: Ensayos sobre literatura mexicana del siglo XX, en 2014.

Es profesora desde 1959 en la Facultad de Filosofía y Letras y ha impartido cátedra en Yale, Princeton, Harvard, Stanford, entre otras prestigiosas universidades.

Ha desempeñado también algunos cargos públicos; fue directora General de Publicaciones y bibliotecas de la SEP en 1982 y directora de Literatura en el INBA (1983-1986), así como agregada cultural con cargo de ministro en la Embajada de México en Londres de 1986 a 1988.

Margo Glantz se ha declarado feminista y sorjuanista, su aguda pluma ha ahondado en la obra de la Décima Musa y dirige, desde 2005, la página de autor “Sor Juana Inés de la Cruz” de la página virtual Miguel de Cervantes Saavedra, donde tiene también su propia página desde 2006.

El trabajo de Glantz ha recibido una gran cantidad de reconocimientos, como el Premio Magda Donato por Las genealogías en 1982, el Premio Xavier Villaurrutia por Síndrome de naufragios en 1984, el Sor Juana Inés de la Cruz en la FIL de Guadalajara por El rastro. El Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura en 2004; la Medalla Sor Juana de la UNAM en 2005; el Premio Coatlicue en el área de Literatura en 2009; la Medalla de Oro de Bellas Artes en 2010; el Premio FIL (antes Juan Rulfo) de Literatura en Lenguas Romances en 2010; el Premio Nacional Malinalli en 2010, el Premio al Mérito Cultural de la Ciudad de México Carlos Monsiváis en 2012; el Premio Clementina Díaz y de Ovando del INEHRM en 2013; el reconocimiento por su compromiso con las letras, FENAL: León Guanajuato, 2015. Además, la Universidad Autónoma Metropolitana le concedió el grado de doctora honoris causa en 2005, la Universidad Autónoma de Nuevo León en 2010 y la Universidad Nacional Autónoma de México en 2011. En 2015, obtuvo el Premio de Narrativa Manuel Rojas.

¿Cómo ve el panorama de la literatura en México?

Es un panorama excesivamente amplio, hay demasiadas figuras, es muy poco posible que en una entrevista tan breve haga yo una respuesta lo suficientemente válida. Hay una gran diversidad, una afluencia muy grande y muy saludable de mujeres que a mí me parece muy bueno, sobre todo chicas jóvenes, algunas que participan tanto del arte como de la literatura, como Verónica Herbert, hay otras posturas muy interesantes como Gabriela Jauregui, Brenda Lozano, Valeria Luicelli, etcétera.

¿Qué diferencias ve entre cómo las mujeres incursionaban en la literatura anteriormente y cómo la hacen en estos días?

Bueno hay una mayor apertura y mucho más naturalidad para entrar en el mundo de la edición, antes eran como muy contadas y muy específico el campo, y ahora ya como que se volvió muchísimo más abierto, mucho más natural.

¿Cómo ha sido para usted incursionar en las redes sociales con un lenguaje propio de esta generación pero en el que se desenvuelve usted tan bien?

El Twitter propicia por ejemplo los textos muy breves, que son muy antiguos en la historia; el epigrama, el aforismo, pues es viejísimo, tiene tanto tiempo como La Ilíada y La Odisea, etcétera; ahora es mucho más inmediato, más rápido, más popular, más colectivo, porque muchísima gente puede participar, y me parece muy interesante para un escritor, por ejemplo, porque hay un ejercicio de concentración para poder decir algo que vale la pena en 140 caracteres, (aunque) también se puede decir algo muy estúpido en 140 caracteres. También es muy interesante como medio de información porque se puede estar al tanto de lo que está pasando en el mundo entero mucho más rápido que con los periódicos, evidentemente más superficialmente, pero como también hay la posibilidad de que los enlaces se desaten y uno pueda leer los artículos que le interesan, con sólo consultar un pequeño tuit, pues bueno.

¿Cree que es una plataforma que facilita el diálogo en la sociedad?

Lo facilita y lo entorpece, como todas las cosas, tiene sus cosas positivas y sus cosas negativas; propicia mucho el narcisismo, propicia mucho la vanalidad, propicia mucho la frivolidad, pero al mismo tiempo propicia la difusión de ideas, la difusión de noticias, la posibilidad de escribir textos a veces muy inteligentes.

¿Este tipo de escritura de Twitter se parece al texto fragmentario que usted ha usado en su obra?

Sólo que hay una organización muy diferente... En el Twitter, un pequeño tuit puede funcionar como tal, pero cuando se trata ya de una obra literaria, lo fragmentario tiene que tener una definición muy particular, un sentido importante que se asocie con otros fragmentos, si los fragmentos no tienen una continuidad un hilván que los recoja, que los integre pues pierde sentido la 'fragmentalidad', aunque yo he utilizado algunos tuits para algunos libros, como por ejemplo Yo también me acuerdo. En el Twitter uno puede decir lo que se le da la gana y se le ocurren a uno muchas ideas, justamente el término Twitter, es ese gorjeo, algo que de repente viene, aparece en la mente y se puede comunicar inmediatamente, eso me parece interesante también.

¿Cuáles son los temas que le apasionan?

Me siguen apasionando los mismos temas, del cuerpo, acabo de terminar un libro esta semana pasada, que era sobre los dientes, que llevaba mucho tiempo escribiendo, ahora pienso trabajar mi libro de viajes, que es un libro que ya llevo muchísimos años escribiéndolo y que ahora lo voy a concretar, también quisiera volver a redactar y a publicar un libro que tengo sobre Calderón de la Barca, el dramaturgo español del Siglo de Oro. Y también me interesa un tipo de texto que empecé a trabajar en el Facebook, es un problema que se está suscitando en el mundo contemporáneo que es la incapacidad de jerarquizar. Hace mucho tiempo que lo trato, lo he trabajado por ejemplo en el libro Saña, pero es otra estructura la que voy a utilizar, otra forma de manejar la información.

¿Tiene temas que por alguna razón hayan quedado en el tintero?

Quería escribir un libro sobre un tema en particular que me interesa mucho, que es un órgano del cuerpo que es un tejido conjuntivo que se llama la fascia, quiero escribir una novela completa sobre eso, y eso quizá no me dé tiempo de hacerlo, pero la incluí, incluí el fragmento que escribí como un cuento suelto, pero también como una parte de mi libro sobre los dientes que va a aparecer en Sexto Piso.

¿Es vital para usted la lectura?

Definitivamente.

¿Qué lee actualmente?

Ahorita estoy leyendo a un escritor húngaro muy bueno, muy novedoso, que acaba de ganar un premio muy importante en Inglaterra, el Man Booker Prize, y se llama László Krasznahorkai, que es también guionista de cine de un gran cineasta húngaro que se llama Béla Tarr, y también estoy leyendo a David Markson, voy a dar una clase sobre él, que es un escritor norteamericano que practicó muy particularmente el fragmento.

Así como la lectura es vital para su oficio, también los viajes lo han sido...

Pues hasta ahorita sí, y mientras pueda seguirlo haciendo... Me gustaría ir a Vietnam. Quizá uno de los países que más me ha impresionado es la India. Escribí un libro que se llama Coronada de moscas, que está basado en la India, y probablemente a fin de año vaya otra vez.

De México, acabo de estar en Oaxaca, me gusta muchísimo Oaxaca, es un territorio muy particular, hay muchas etnias, además hay una creatividad verdaderamente asombrosa, al mismo tiempo que la artesanía se ha degenerado porque se ha manejado a la manera como le gusta a los turistas y eso la degrada, porque les gusta bastante lo feo, lo más escandaloso, lo más mal hecho, etcétera, etcétera, y además se abarata mucho... Hay cada vez más zonas en Oaxaca en donde se están recobrando antiguas formas de trabajar los textiles, la cerámica, y al mismo tiempo se están renovando las artesanías y están haciendo cosas muy interesantes, absolutamente nuevas. Hay una exposición en el Antiguo Convento de San Pedro y San Pablo, en la ciudad de Oaxaca, de cerámica y trabajo de tejido de palma verdaderamente maravillosa, y también están haciendo ropa de mujer de una inteligencia estética impresionante.

Me gusta mucho también Yucatán, me gusta mucho Michoacán, desgraciadamente es muy difícil ir a Michoacán ahora porque está lleno de narcos, todas estas zonas (La Laguna) estaban también muy peligrosas, pero ahora las han liberado un poco, ¿no?

La docencia ha sido una parte importante de su trayectoria, ¿aún la ejerce?

Sí, no tan sistemáticamente como lo hacía yo antes, me acaban de dar una medalla en la Facultad de Filosofía y Letras por mis 55 años de profesora en la facultad, y no doy clases así como antes daba en el currículum regular, pero por ejemplo voy a dar una clase sobre David Markson y también doy conferencias que están basadas en cosas que tienen que ver con mi clases, por ejemplo lo que voy a dar ahora tiene que ver con trabajo que he hecho en mis vacaciones en México y Estados Unidos, sobre una escritora contemporánea de Cervantes, comparándola con él, que se llama María de Zayas y he hecho varios cursos sobre ella.

¿Cuál es su opinión sobre el rol de la mujer en la actualidad y la violencia de género?

Pienso que como decía Simon de Beauvoir, basta que haya un problema cultural, político, religioso, para que inmediatamente se atenete a los derechos de la mujer, y eso lo estamos viendo cada vez más. En México la violencia contra las mujeres es brutal, y es brutal la violencia contra las mujeres en todos los movimientos fundamentalistas que están ahorita acabando con el mundo. En México tenemos casos tremendos, como por ejemplo esta historia de los cuatro jóvenes que violaron a una chica en Veracruz y constantemente estamos viendo eso. Hoy en la mañana que venía para acá me encontré a Lydia Cacho en el aeropuerto, ella ha sido una de las defensoras más grandes, por ejemplo, contra la pornografía infantil y ahí las niñas tienen un papel muy terrible, muy violento, las someten a relaciones muy violentas. También leí que en Irán a una mujer que la violaron la castigaron metiéndola a la cárcel y dándole 200 latigazos, la violaron a ella y todavía la castigan, la culpabilizan.

¿No se ha avanzado entonces?

Se ha avanzado mucho y se ha retrocedido mucho. O depende de las regiones. Hay regiones donde la mujer se ha liberado cada vez más, por ejemplo en Finlandia, es una de las sociedades menos corruptas y más adelantadas, con menos violencia contra las mujeres, hay series televisivas muy interesantes donde se ve muy claramente cómo las mujeres tienen derechos y reivindicaciones que no tienen en otras partes del mundo. Depende de dónde estemos.

Es cosa de no bajar la guardia...

Sí, o de que no vengan esos coletazos... por ejemplo ahorita tenemos juicio contra Dilma Rouseff en Brasil, o la crítica o la violencia contra Cristina Kirchner -que también funcionan como una violencia política contra regímenes más o menos de izquierda- son las mujeres que han sido presidentes. Además lo de Brasil ha sido un golpe de Estado, donde los que lo están orquestando son delincuentes y corruptos, y bueno, yo creo que Cristina Kirchner tuvo muchos defectos, y quizá muchos problemas hasta de dinero y no sé, pero qué comparación con Macri.

Twitter: @gsi_k