Más allá del teleférico
Nuevamente en el panorama de un Torreón cuyo estado de pavimentación es hiriente, aparece el proyecto del teleférico.
Ese proyecto anuncia la creación del organismo municipal que lo administre, sólo que los organismos municipales han dibujado la ineficiencia y la corrupción. Voy a los casos.
En 1994 bajo la Administración de M. López Mercado, el Departamento de Limpieza llegó a su desorden e incapacidad más lamentable, hubo necesidad de contratar a una empresa particular a quien se concesionaría el servicio por 15 años, PASA, que los cumplió ya y demandó por otros 15.
En la Administración Municipal del Sr. Olmos, Simas apuntaba un megadesorden financiero y de servicios del cual los usuarios sabían de lo que carecían y los no usuarios recibieron noticias y evaluaciones por los medios de comunicación y aún organizaciones civiles.
Se ha temido que vaya a parar concesionada a alguna empresa particular como Aguas de Barcelona, ciudad memorable por su historia, arte, universidades y becarios que van de Coahuila.
En la Administración Riquelme, la Dirección de Alumbrado Público Municipal carecía de capacidad de respuesta al estado nocturno de la ciudad, más que lamentable. Ingenuos algunos ciudadanos organizados le ofrecieron a algún servidor público del Departamento, proporcionarle, cable y luminarias mientras su pedido se lo surtía la Dirección y él lo reintegraba.
Su respuesta les dejó atónitos: “Es que no tengo elementos ni humanos ni materiales, ustedes me anticiparán materiales, pero, no tengo ni grúa, ya no existe alguna...”. Solución, concesionar, como en el viejo Departamento de Limpieza municipal, ahora a Construlita.
En la misma Administración Riquelme ahí están las obras y daños en la avenida Morelos, claro que no hay mal que dure cien años y don Miguel pide paciencia, aunque por otra parte algún regidor hace continuos señalamientos a la opacidad con que Tesorería actúa e informa, de modo que no satisface.
Si tal es el panorama de las administraciones públicas, lo que se puede adivinar es que la empresa municipal que “administre” el teleférico -más consumos eléctricos, ¿Cómo andará la deuda municipal con CFE?-, no le van a cuadrar los números y va a requerir nivelarse con fondos pagados por los contribuyentes para obra pública como pavimento. Qué sueño. O...concesionarse que es entregar lo construido con impuestos para que funcione como capital de una empresa particular.
Ni modo, así hay pensamientos, pues como decía el gran tabasqueño: Materia, más memoria igual a historia.
Ramón María Nava González,
Torreón, Coahuila.
