Reuters
JERUSALÉN.- El primer ministro Ariel Sharon aprobó los planes para la extensión de una barrera que separa a Israel de Cisjordania con el objetivo de evitar las infiltraciones de atacantes palestinos, dijo ayer el gobierno israelí.
La construcción de la barrera, que comenzó a principios de este año en el norte de Israel con el fin de intentar prevenir las acciones de los atacantes suicidas palestinos, causó un gran malestar entre los residentes palestinos de la zona y su ampliación debe crear un malestar mayor. El proyecto total, a un costo de 220 millones de dólares, abarcará 350 kilómetros, rodeando a Jerusalén y al cinturón de asentamientos estratégicos judíos que la flanquean, desbordándose hacia el este, en dirección al río Jordán, y cortando a Cisjordania en dos. La construcción de la primera parte de 110 kilómetros comenzó en junio.
La barrera se desviará varios kilómetros en algunas áreas dentro del territorio de Cisjordania para proteger los asentamientos judíos en tierras ocupadas desde la guerra de 1967, a la vez que separa poblados palestinos de los huertos que han definido la economía local durante generaciones.
La medida ha provocado que líderes palestinos y grupos de derechos humanos en ambas partes acusen al gobierno derechista de Israel de usar la seguridad como pretexto para anexarse territorios, condicionando así cualquier acuerdo para poner fin a la insurrección de los palestinos.
Un funcionario del Ministerio de Defensa israelí indicó que la nueva parte de la barrera que tendrá 42 kilómetros de extensión se construirá desde la zona noroeste de Megiddo hacia el noreste, pasando las montañas de Gilboa, hasta el poblado de Beit Shean, donde militantes palestinos mataron a seis israelíes la pasada semana.
“Es una decisión de principio continuar construyendo la sección norte de la barrera. Ahora habrá que buscar los recursos financieros para hacerla”, dijo Raanan Gissin, portavoz de Sharon.
“Debido al aumento de la ola de terror hay que incrementar la seguridad allí, sobre todo después de las más recientes infiltraciones”, agregó Gissin.
Netzah Mashiah, quien encabeza la construcción del proyecto en el Ministerio de Defensa, dijo que la nueva parte de la barrera costará cerca de 48 millones de dólares.
El Ministerio de Defensa dijo que 1,500 hectáreas trabajadas por unos 1,000 campesinos han sido tomadas para la primera fase del proyecto que abarca desde el área de Jenín, en el norte de Cisjordania, a Qalqilya, en el oeste.
Una cerca electrónica de 3.5 metros de altura con sensores reforzará las zonas de obstáculos que se construirán.
En algunas áreas donde los estrategas de defensa creen que automovilistas y transeúntes podrían estar expuestos a francotiradores, se erige un muro de concreto con sensores en vez de una cerca.
