EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Verdades y rumores

EL AGENTE 007

Que un adulado ponga, aunque sea sutilmente, freno a su adulador, en muy mala posición deja a este último. Y eso fue lo que precisamente le pasó al gober Jorge Herrera, durante la reciente visita que hizo el preciso Enrique Peña Nieto al pujante municipio de Tlahualilo para inaugurar el agroparque de carne de res más grande de Latinoamérica. Resulta que en su intervención, como ya nos tiene acostumbrados, el mandatario duranguense se desvivió en elogios hacia don Enrique, a quien atribuyó prácticamente tooodo lo bueno que pasa en este país. La evidente lisonja llamó la atención de propios y extraños porque el mandatario estatal no habló de otra cosa, y hasta los maldicientes comentaron entre risas que a don Jorge sólo le faltó decir que “gracias al presidente de la República” la tolvanera anunciada por la Conagua para el miércoles se pospuso para el jueves.

Pero la gran sorpresa vino cuando tomó la palabra el adulado jefe del Ejecutivo federal, quien abiertamente le dijo a Herrera que pasara a disculparlo mucho, pero que iba a corregirlo en su dicho. Peña le hizo ver al virrey duranguense que “todo lo bueno” que le pasa a este país, tan lejano de la mano de Dios y tan cercano al Tío Sam, no es sólo producto del esfuerzo del gobierno, sino, sobre todo, de la sociedad, empresarios y ciudadanos. O sea, que le baje dos rayitas a la alabanza, pues. Este llamado a la mesura del jefazo de la República hacia su subordinado duranguense se dio en presencia de todos los asistentes al acto inaugural, entre ellos el gober de Coahuila, Rubén Moreira, de quien, dicen los subagentes disfrazados de productores, no pudo ocultar su satisfacción ante la corrección del patrón nacional. No obstante, los mismos subagentes comentan que la satisfacción no le duró mucho debido al frío trato que tuvo el preciso Peña Nieto con el mandamás coahuilense durante la ceremonia, aunque después el gobierno provincial jurara y perjurara en un comunicado que don Rubén había cruzado la frontera estatal a invitación personal y directa del Gran Tlatoani. Lo cierto es que, según voces conocedoras de los entresijos del poder, don Enrique y su gente están cada vez más incómodos con el caso Moreira I, ya que no dejan de caer piezas y de surgir información en Estados Unidos y España, al grado de que el gobierno federal ya hasta tuvo que intervenir moviendo sus palancas.

***

A propósito de la megaplanta de carne que se inauguró en Tlahualilo, cuentan que parece que al gobierno de Durango no le ha caído el 20 de la dimensión de la inversión, unos 10,000 millones de pesos, y el flujo de mercancía que generará en las carreteras de Comarca Lagunera. Los subagentes disfrazados de camión quinta rueda reportan que varios de los invitados al acto inaugural estuvieron a punto de arrepentirse cuando conducían por la vía que une a la industriosa ciudad de Gómez Palacio con el poblado Lucero, que es donde se encuentra el agroparque. Y es que las condiciones de esa rúa están verdaderamente para llorar y, en el más mínimo descuido, incluso para morir. Quienes recorrieron ese día la carretera, y quienes la recorren todos los días por necesidad, no se explican cómo el gobierno provincial no ha movido un dedo para arreglarla. Tal vez si revisaran lo que ocurre con otros temas y obras en La Laguna de Durango pudieran encontrar una explicación. Por ejemplo, se acaba de dar a conocer que la obra del Segundo Periférico de la zona metropolitana sufrirá un recorte mayor al anunciado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, porque el gobierno provincial firmó un convenio con la dependencia federal para reasignar recursos de esta obra a la del Corredor Vial Norte de la Capital de los Alacranes. Si a lo anterior sumamos el hecho de que mientras la tan cacareada Zona de Conectividad de La Laguna está trabada sin que se vea para cuándo pudiera destrabarse, el Centro Logístico e Industrial de Durango está listo para comerle el mandado a los gomezpalatinos, pues queda claro por qué la carretera a Tlahualilo está como está... al igual que casi toda la comarca de aquel lado del río Nazas.

***

Aunque no a los niveles del vecino Durango, Coahuila no canta mal las rancheras en lo que al descuido a La Laguna se refiere. Ahí está el caso del nuevo Hospital General de Torreón, el cual luego de que pudo ser inaugurado tras años de “atorón”, no ha podido concretar todas sus promesas de parabienes debido a la falta de personal, equipo, material y medicamentos. Qué tan mal estarán las cosas que nuestros subagentes disfrazados de jeringas nos reportan que el nuevo secretario de Salud, Jorge Verástegui, tiene que realizar visitas sorpresa a la unidad para evitar los reclamos de los trabajadores y usuarios. Sin embargo, ni así pudo escaparse esta semana de los lamentos y exigencias ya que el miércoles por la tarde que llegó al nosocomio sin previo aviso, fue recibido con hartas quejas por la falta de material, medicamentos y personal, a pesar de que los quejosos no contaban con su representante sindical. Ni siquiera el director del hospital, Luis del Moral, estaba enterado de la visita. Los subagentes dicen que a todo el cúmulo de demandas don Jorge respondió con un típico “sí, vamos a ver”. Pero debido al recibimiento tan “cálido”, no son pocos los que sospechan que va a pasar mucho tiempo antes de que el secretario se vuelva a parar en el nosocomio.

***

Para no variar, esta semana los panistas en el Cabildo de Torreón exhibieron los distintos molinos para los que cada quien acarrea agua. Y es que, una vez más, el regidor Ignacio Corona volvió a demostrar por qué se le conoce como el panista más priista de la Perla de La Laguna, ya que durante la sesión en la que se discutió si Adelmo Ruvalcaba debería ser nombrado, ahora sí oficialmente, como presidente del Consejo Directivo del Simas, hizo una defensa a ultranza de la propuesta del alcalde Miguel Riquelme y sus regidores priistas. En el debate, los panistas Sergio Lara y Angélica Campos cuestionaron la pertinencia del nombramiento toda vez que, como reportaron nuestros subagentes en misivas anteriores, hasta hace muy poco tiempo don Adelmo todavía era proveedor de la empresa descentralizada, lo cual representaría un conflicto de interés. Tras el acalorado debate, el punto se sometió a votación y, aunque no estaban presentes todos los ediles -faltaron 4- la propuesta del munícipe obtuvo las dos terceras partes de los votos, o sea, el mínimo necesario. Y esta hazaña se consiguió gracias a otro miembro de la bancada panista, Verónica Soto, quien, según los subagentes, había dicho primero que no iba a avalar el nombramiento de Ruvalcaba, pero terminó secundando a don Nacho. Sobre este último se dice que no resulta extraño el apoyo que ha brindado al flamante presidente del Consejo del Simas, ya que ambos personajes están muy vinculados a la familia Herrera de Gómez Palacio. El propio Adelmo fue director del Sideapa en los tiempos de la primera alcaldía de Leticia Herrera, quien va de nuevo por la Silla Máxima del ayuntamiento gomezpalatino. Y dicen que, en caso de ganar doña Lety, es muy probable que Ruvalcaba pudiera regresar a su antiguo cargo. Lo que no queda muy claro es si para ello tenga que renunciar al cargo honorífico de presidente del Simas, ya que en la ley no se mencionan prohibiciones al respecto. Así que no se extrañe, sorprendido lector, de que de pronto el herrerismo lagunero tenga altísima injerencia en los dos principales organismos de agua de La Laguna.

***

Inquietantes reportes nos llegan sobre nuevas travesuras y pasadas de mano de los muchachos de Adelaido Flores, director de la Policía Municipal de Torreón. Resulta que, según nuestros subagentes vestidos de carrito de supermercado, el domingo pasado fue detenida una persona afuera de una tienda de autoservicio bajo la acusación de robo y extorsión, cuando ésta pretendía entregar a su propietario un celular que se encontró en la calle. Dicen que una vez detenida, la persona recibió varios “cariños” por parte de la gente del teniente Flores y que además recurrieron al famoso método de la fabricación de pruebas para garantizar que se quedara un tiempo guardado en una fría celda. Seguramente a esta altura usted se preguntara, con razón, ¿por qué le hicieron esto? Ahí viene lo bueno. Da la casualidad de que el dueño del celular de marras es familiar de un funcionario de la Presidencia Municipal de Torreón, asignado al departamento de Relaciones Públicas, y el cual habría movido sus influencias para que los gendarmes arremetieran contra la persona que se encontró el celular. Total, luego de los delicados tratos y después de varias horas tras las rejas, el presunto fue liberado con el clásico “usted disculpe”, aunque, eso sí, con la advertencia de que no presentara denuncia contra los agentes que tuvieron la amabilidad de darle una buena “sobadita”. Vaya cosas.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1211489

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx