Angustia. Dos familiares de reos del penal de Topo Chico de Monterrey se abrazan en medio de la confusión tras la sangrienta riña registrada dentro del reclusorio que dejó un saldo de 49 personas muertas. (EFE)
La disputa entre dos grupos de reos por el control del penal de Topo Chico, en Nuevo León, derivó ayer en uno de los motines más sangrientos en la historia reciente del país. El saldo oficial: 49 muertos y 12 heridos.
Todo comenzó la medianoche del miércoles al jueves cuando se registró una cruenta riña en las áreas C2 y C3 del reclusorio, uno de los más antiguos y sobrepoblados del estado. Los grupos se enfrentaron con armas punzocortantes, botellas, bates y palos luego de prender fuego a los almacenes de comida, que se extendió a las celdas.
Varias horas después, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, informó que se trató de una pelea entre dos grupos de internos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, el "Credo", y Juan Pedro Salvador Saldívar Farías, el "Z-27".
"Los dos (grupos) eran de los Zetas", uno de los cárteles más violentos y con una arraigada presencia en el noreste del país, dijo el gobernador.
La disputa se suscitó debido a que Zaldívar, trasladado de un penal de Matamoros, Tamaulipas, en noviembre pasado, quiso hacerse con el control de la prisión, en manos del "Credo".
Desde que se reportaron disturbios en el interior del penal, el desconcierto y la falta de información inicial generó escenas de desesperación, pánico y confrontaciones entre familiares de los reclusos y las fuerzas de seguridad en las afueras del recinto.
El gobernador informó inicialmente que las víctimas fatales ascendían a 52, pero horas después ajustó la cifra a 49, de las cuales 40 ya han sido identificadas.
Hasta el cierre de edición se desconocía si entre los nueve fallecidos pendientes por identificar -cinco de ellos calcinados- se encuentra alguno de los dos líderes. Además hay 12 lesionados, cinco de ellos de gravedad.
La violencia desatada ayer en este penal pone de manifiesto una vez más la precaria situación de los centros penitenciarios en México."Es un penal muy viejo, en condiciones muy arcaicas en temas de seguridad" y "no hay control", reconoció el gobernador, tras achacar el problema a la falta de recursos del estado que gobierna desde octubre de 2015.
Construido en 1947 en las afueras de la zona metropolitana de Monterrey, Topo Chico presenta además un evidente hacinamiento.
El centro cuenta con una capacidad instalada para 3,273 hombres y 362 mujeres, para un total de 3,635 internos, según un informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León de 2014. No obstante, al momento de la visita esta organización contabilizó 4,547 reclusos; una sobrepoblación del 22 % en el área de hombres y del 53 % en la zona de mujeres.
TRASLADARáN REOS A GóMEZ PALACIO
Luego del sangriento motín, en el transcurso de ayer jueves trascendió que varios reos serían trasladados del penal de Topo Chico a otros reclusorios del país, entre ellos la cárcel federal ubicada en Gómez Palacio, Durango.
Extraoficialmente se supo que al menos 72 de los reos sustraídos serían trasladados al penal duranguense. Además, anoche arribó a La Laguna un convoy de 350 agentes federales, lo cual causó expectación entre la ciudadanía.
