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México, D.F.- La migración interna se ha convertido paulatinamente en el principal determinante demográfico de la distribución territorial de la población en México, consideró la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Elena Zúñiga.
Al inaugurar el seminario "Salud Reproductiva y Migración Interna" agregó que la migración constituye un fenómeno con múltiples implicaciones económicas, sociales y culturales, tanto en los lugares de origen como de destino.
Ese fenómeno, dijo, trae aparejados también diversos riesgos para los propios migrantes, principalmente para las mujeres y los niños, quienes son susceptibles de caer en las redes de la prostitución o convertirse en víctimas de abuso sexual.
La representante de Conapo destacó que el Gobierno Federal se ha empeñado en encontrar los mecanismos para la incorporación económica de los migrantes y garantizarles el ejercicio pleno de su derecho a la educación y a la salud, entre otros beneficios.
Expresó que si bien en 2003 el Conapo recibirá un presupuesto similar al que ejerció este año (alrededor de 42 millones de pesos), aplicará esos recursos de manera eficiente, además de que se buscará la cooperación de otras instituciones, así como financiamientos externos para cumplir con las metas y programas de la dependencia.
Añadió que "los recursos nos parecen siempre insuficientes ante el tamaño de las tareas y retos que tenemos enfrente; podríamos hacer más con mayor presupuesto, aunque hasta ahora no nos hemos limitado y hemos podido actuar con lo que tenemos para atender las prioridades" en materia de política de población en este gobierno.
Sobre el seminario "Salud Reproductiva y Migración Interna", Elena Zúñiga opinó que es evidente el debilitamiento del poder de atracción de las principales metrópolis del país, ya que incluso en algunas zonas se registra un balance migratorio negativo.
Por otro lado, continuó, se advierte el fortalecimiento de un número considerable de ciudades de diferente tamaño como destinos alternos de la migración, lo que ha permitido la multiplicación de las opciones migratorias.
Expuso que los movimientos interestatales se han incrementado con el paso del tiempo, y en los últimos 50 años del siglo pasado la población que no vivía en sus entidades natales aumentó cinco veces su tamaño, al pasar de 3.5 millones de personas en 1950 a 18 millones en 2000, cifras que representan el 15 y el 23 por ciento de la población total, respectivamente.
Tan sólo en los últimos cinco años de la década de los 90, más de cuatro millones de personas migraron de una entidad a otra; poco más de la mitad es migración femenina, de la cual 30 por ciento (634 mil) son mujeres en edad reproductiva, explicó la funcionaria de Conapo.
