Noche de agradable temperatura en la Comarca Lagunera y de agradable juego en la cancha del nuevo Corona. En el Día del Abuelo, se pudieron ver a familias que decidieron consentir a los más grandes de la casa con una visita al futbol de viernes por la noche, pues buen número de cabecitas blancas se pudieron observar en el estacionamiento, eso sí, con sus camisetas de los Guerreros bien puestas, y en el estéreo de sus coches, en vez de banda sinaloense que suena en la mayoría de los vehículos santistas, se puede escuchar a Los Panchos o a Agustín Lara, polos diametralmente opuestos que le dieron un ingrediente especial a la fecha 7 del Apertura en Torreón.
También buen número de camisetas de los Pumas se pudieron ver en la explanada del estadio, jóvenes, adultos, bebés, en familia o en solitario, pero la presencia Puma se hizo sentir afuera de la cancha, alentando al equipo del Pedregal que llegaba con buena racha a la Comarca Lagunera.
A escasos días de cumplir un aniversario más, los Guerreros recordaron a los ídolos de antaño con las botargas "cabezonas", representando a viejas glorias santistas como Antonio Apud, Héctor Adomaitis, Benjamín Galindo y Ramón Ramírez, trayendo la nostalgia del viejo Corona, con sus incomodidades, pero con su gran sabor.
Ya tras el silbatazo inicial, bastantes emociones, con 5 goles en el primer tiempo, unos Guerreros ávidos de sumar en casa y Pako Ayestarán debutando en el banquillo albiverde, en donde su intensidad fue acrecentándose conforme transcurrieron los minutos. Tremendas ovaciones en la grada se escucharon con los goles laguneros, y la creatividad de la tribuna apareció una vez más, pues en el torso desnudo de algún aficionado se leía "Santos sí, Trump no", demostrando su afición por el equipo lagunero, pero también su preocupación por el entorno sociopolítico.
El segundo tiempo trajo más goles, se estrenó Néstor Araujo y provocó la ilusión de los aficionados, pero Ismael Sosa mató esas esperanzas con una veloz escapada que terminó definiendo raso para vencer a Marchesín. Santos luchó hasta el último minuto, ante unos felinos agazapados y adeptos a caer al pasto para que los segundos transcurrieran hasta concretarse la victoria visitante. La buena racha de los Pumas sigue en pie, y los Guerreros con cuatro juegos en casa y cuatro dolorosas derrotas, y otras dos semanas en las que seguirán en el frío fondo de la tabla general.
La incredulidad invadió hasta a los enmascarados de los Guerreros.
