"Mi suegra y su marido vivían en un cuarto con cocina en la calle de Piedad; cuatro de sus hijos y sus familias vivían allí; Dalila y su niño, Faustino y su esposa, Socorrito, su marido y sus tres hijos, además Paula y yo. El cuarto era pequeño, la duela del piso -donde dormíamos- era tosca, burda, toda dispareja. Las paredes estaban llenas de dedazos de las chinches que matábamos. Y había cantidad de chinches ahí... No había excusado adentro, únicamente excusado colectivo, afuera, y siempre en un estado desastroso.
En aquel cuarto sólo había una cama donde dormía Faustino con su esposa. Los demás dormíamos sobre el piso, sobre cartones para tender las cobijas. Los otros muebles eran un ropero, todo roto, sin puertas, y una mesa que sacábamos en la noche para aprovechar el espacio. Socorrito, su marido y sus chamacos se acostaban entre la cama y la pared. Paula y yo nos quedábamos a los pies de la cama. Dalila y su hijo, al otro lado, junto a Paula. Mi suegra y su marido en la esquina cerca de la cocina, en el lugar que ocupaba la mesa en el día. Era así como trece de nosotros, cinco familias, nos acomodábamos en ese cuartillo".
El sociólogo norteamericano Óscar Lewis publicó en 1961 el libro "Los hijos de Sánchez" el cual era un análisis serio de la pobreza en nuestro país; sólo que esta obra basada en hechos reales fue un verdadero escándalo que vituperió al famoso "Milagro Mexicano" con el que los gobiernos priistas intentaban, al igual que hoy, disfrazar la terrible realidad del país. La obra fue considerada "obscena, denigrante, difamatoria, subversiva y antirrevolucionaria" y de forma inquisitoria se buscó consignar ante las autoridades al autor, a la obra misma y a la editorial. Se presentó una denuncia penal que no prosperó. Y es que en México ser pobre es ser delincuente y hablar y hasta escribir de los pobres, es por ende, delincuencia.
La pobreza en México se ha incrementado en los dos últimos años. Es un índice de la falta de voluntad política para buscar soluciones correctas, no electorales para que todo mexicano tenga una vida digna. El ofrecimiento de erradicar la pobreza y de "Mover a México" ha sido una auténtica demagogia, no de ahora, sino de muchos años atrás, pero hoy se siente como burla cuando el presidente exige que su supuesto combate no se utilice con ese sentido.
En el México 2015 subsisten 63.8 millones de personas con un ingreso insuficiente para cubrir sus necesidades básicas; 3.2 millones más que en 2012, equivalentes a poco más de la mitad de la población (53.3%); y entre ellos, 24.6 millones, =uno de cada cinco mexicanos=, sin ingreso suficiente para comer. Información no inventada, sino proveniente de dos instituciones serias, con elevada calidad moral y con bases científicas para publicitarlas: El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
El presidente reconoció: "Es evidente que la política social no ha sido suficiente", pero defendió que se ha contenido la pobreza. No entiendo: Si se está frenando la pobreza, ¿De dónde salieron esos nuevos pobres?: ¿Generación espontánea? Y lo peor aún, en el paroxismo de su necedad, sigue emitiendo el trillado discurso de"…cada una de las reformas, mejorarán la calidad de vida, mejores ingresos a las familias, como está ocurriendo al tener hoy una inflación mucho más baja que alcanza niveles históricos…". Sabe qué señor: ¡Éso es falso!, pregúntele a las amas de casa cuando van a adquirir alimentos si de verdad no hay inflación… ellas saben muy bien que el ingreso familiar cada día alcanza menos. ¿Cómo entonces Usted exige no se use demagogia? En tanto, según la SHCP la Presidencia de la República, en junio gastó 262.3 millones de pesos, un 26.7% superior al mismo período de 2014. Por el contrario la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), apenas erogó 3 mil 527.2 millones de pesos en junio, un 65.5% menor al año pasado. ¿Con éso se combate la pobreza?
Coahuila y Torreón vieron crecer la pobreza a pesar de los discursos y mencionar que no coinciden sus números de la pobreza en el estado con el CONEVAL, recordemos que tampoco coinciden sus números de la duda: Después de cientos de millones pagados, ésta ha crecido en lugar de reducirse. Vale aquí una frase de fuerte prosapia priista:
- ¿Cuántos pobres hay en Coahuila?:
- ¡Los que Usted diga Sr. gobernador!
Buscando presentar la pobreza real, específicamente en Torreón, encontramos un simple ejemplo: Existen más de 2000 familias que viven de la recolección de plástico, cartón y latas en las basuras caseras, de parques y centros recreativos; pero ¿Cómo obtienen sus recursos y cómo viven estas familias?
Don Macario Orona es un pepenador que vive en el ejido La Unión; trabaja 3 veces a la semana como velador y recoge materiales reciclables en su barrio (los pepenadores son muy celosos de su área de recolección que generalmente coincide con la ruta de los camiones de PASA). Dependen de él su esposa que es diabética y 3 nietas de una hija que murió de cáncer. A la semana recoge entre 15 y 20 kg de botella PET y como 65 kg de papel, esto representa entre $100 y $120 a la semana y con eso viven los cinco. El PET se paga entre 3 y 3.50 pesos kilogramo y el papel y cartón de 1 a 1.10 pesos. Esos triciclos que Usted ve con gigantescas bolsas llenas de botellas de plástico, acumulan apenas entre 20 y 25 kilos, o sea como 85 pesos. Familias completas viven de esta actividad y recorren la ciudad entera para obtener un mínimo de ingresos; ellos son los pobres reales de Torreón, pero al recoger botellas, latas y papel ayudan a mantener limpio.
