Se aceleró feo el célebre “Piojo”:
por sorpresa, agredió a Martinoli,
se le considera ahora un despojo,
pues quedó reducido a “pinoli”.
A la vez, su hija, de plano imitándolo,
a García propinó una “cachetada”;
en el Aeropuerto, ya esperándolos,
les dijeron son hijos de la “tiznada”.
A Miguel lo cesaron de la Selección
y, obligado, ofreció públicas disculpas,
pero no al televisivo comentarista
sí a directivos y medios de comunicación.
hoy es víctima de sus propias culpas,
criticado por parte de la afición futbolista.
Martinoli y García, como comentaristas,
abusando de la fuerza televisora,
perdieron su labor esencial, de vista,
y teniendo del micrófono el poder.
Pudieron al técnico Herrera “joder”;
la pregunta es: ¿Qué sigue ahora?
Cierto, es guerra de intereses “televiseros”:
uno tiene y otro quiere el control del futbol;
TV Azteca parece que anotó el primero,
¡Televisa más tarde, seguro, meterá su gol”!