Al igual que sucedió con el caso Iguala, la fuga de Joaquín "el Chapo" Guzmán se convirtió en un tema inacabable para las redes sociales, la prensa y en general para el pueblo mexicano.
No es para menos, el gran escape del capo sinaloense de la prisión de más alta seguridad en el país es hoy en día el símbolo más patente, vergonzoso y avasallador de la corrupción e impunidad que invade a las autoridades mexicanas.
A raíz de su captura en Mazatlán el 22 de febrero del 2014, se presentaron diversas situaciones que evidenciaron que Guzmán no sería tratado con el rigor de la justicia como debía corresponder a un delincuente de tal envergadura.
Cuando todo apuntaba a una extradición exprés hacia Estados Unidos, las autoridades del gobierno de México salieron con la puntada de que primero tenía que enfrentar aquí sus delitos para después ser enviado al extranjero.
Habida cuenta de su peligrosidad y de que Guzmán había purgado varios años de cárcel antes de evadirse de la cárcel de Puente Grande, fácilmente se habría configurado un trámite legal para su extradición para enfrentar una larga condena en un penal norteamericano donde construir un túnel habría sido casi imposible.
Durante su proceso legal de casi 17 meses, antes de fugarse el sábado 11 de julio, poco muy poco supimos sobre la riqueza de Guzmán, su "modus operandi" e incluso sobre la operación y posible desmantelamiento del cártel de Sinaloa.
¿Dónde están los supuestos mil millones de dólares que tantas veces publicó Forbes y que según algunos especialistas ya sobrepasan los dos o tres mil millones de billetes verdes?
Tuvo que ser un fiscal colombiano de nombre Julio Ospino Gutiérrez, quien denunció ante el Senado mexicano que el "Chapo" Guzmán jamás se habría fugado "si al señor que hizo el túnel se le hubieran quitado todos los bienes, se le hubiera atacado financieramente, seguro que le habría sido más difícil" construir esa "obra maestra de ingeniería".
Ospino, al participar en días pasados en un foro sobre la Ley de Extinción de Dominio promovido por el Senado, sostuvo que en Colombia se recuperaron 10,765 bienes de narcotraficantes, entre ellos haciendas, residencias, caballos de cinco millones de dólares y propiedades de cuantioso valor".
¿Alguien sabe de alguna cuenta abultada que se le haya confiscado al "Chapo" o bien algún rancho, mansión o arsenal después de su arresto? Salvo el complejo de casas de Culiacán, desde donde escapó a través de un túnel construido bajo la tina de la regadera, nada más se ha sabido.
¿Dónde están pues sus fortalezas, aviones, autos de lujo y sus cientos de millones de dólares que se supone posee el más peligroso y perseguido de los narcotraficantes en el mundo?
En contraste, Guzmán tuvo en su reciente cautiverio todo el tiempo y las facilidades del mundo para planear, organizar y ejecutar su evasión en apenas 17 meses. Normalmente un escape tan complejo y espectacular demora cinco o más años.
Por todo lo anterior resulta válido pensar que el poderoso narcotraficante contó con la complicidad de funcionarios de alto nivel y no sólo de los empleados y directivos del reclusorio de Almoloya quienes no se mandan solos y menos en el caso de un prisionero que para México y el gobierno de Enrique Peña Nieto significaba demasiado.
¿Será acaso cierta la versión de que su captura en Mazatlán fue prácticamente obligada por la información privilegiada que les transmitió el gobierno norteamericano? ¿Será verídico entonces que Guzmán Loera se convirtió en el reo más incómodo del país y que autoridades negociaron su salida ante el jugoso negocio que significaba dejarlo libre antes que extraditarlo a Norteamérica?
Tarde o temprano la verdad saldrá a flote, pero mientras tanto, ¿se imagina usted cuántos servidores públicos habrán recibido cañonazos de muchos miles o millones de dólares?
APUNTE FINAL
Cayó Miguel "Piojo" Herrera tras su "reinado" en la selección tricolor durante el cual patrocinadores, medios y la Federación Mexicana de Futbol lo elevaron a los cielos, lo endiosaron para posteriormente crucificarlo y dejarlo al garete como si fuera un objeto y no un ser humano. El circo romano en pleno.
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