El futbol es un deporte que siempre me apasionó pero sólo en dos escasas ocasiones, si no me falla la memoria, he redactado acerca de esta disciplina que casi es un frenesí cada vez que se lleva a cabo una justa ya sea, como el torneo en nuestro país, o cuando se juega una Copa del Mundo o algo similar que de alguna manera, inmoviliza parte de las actividades del ser humano para estar al pendiente de esta situación.
Todos de cualquier forma que seguimos al futbol, siempre hemos querido que nuestra selección destaque en lo más alto pero pasan los días, los meses y los años, y seguimos y tal vez continuemos, sumergidos en lo más profundo de la mediocridad y es quizá porque en nuestro balompié, nadie apuesta por cambiar o meter algo diferente para emerger y sobresalir y que ya no nos vean como los escalones que brincan para continuar permaneciendo en el abismo de lo insignificante.
Por increíble que parezca, es inaudito que un equipo en nuestro país que el último título que obtuvo fue cuando todavía Carlos Hermosillo era su centro delantero y recibió una patada en pleno rostro por un barbaján (con el debido respeto para el Sr. Comizzo y que todavía tuvo el descaro de decirle al Sr. Brizio que era inocente), se le haya ocurrido contratar como su director técnico, a alguien que ha dirigido a la mayoría de los equipos y que dentro de su palmarés, no ha conseguido nada.
No se puede creer que el conjunto de Tijuana, también queriéndose meter en la fiesta de los que siguen este contexto, de igual manera se les haya ocurrido lo mismo y que todos los técnicos en nuestro país, sigan dando bolita de aquí para allá y no se apueste nada para mejorar este deporte.
Pero no todo es obscuridad ya que hay aplaudir a Jesús Martínez que desafió las leyes y le dio la oportunidad a Diego Alonso y sin que se me note la sangre verde, qué bueno que aquí se aventuraron por algo distinto y trajeron a un portugués que, como cuando se presenta una situación similar, siempre empiezan con sus comentarios medios ridículos al decir que no conoce el medio, a que lo trajeron y bla, bla, bla, bla.
Si hay algo que tengo que admirar del América porque no hay nada que me llame la atención de los de Coapa, fue cuando trajeron al futbol mexicano al "Coco" Basile que tuvo el descaro de meterse un día, a la cancha del tres de marzo para decirle al árbitro hasta de lo que se iba a morir pero después y fieles a su filosofía tan gris, le dieron las gracias al argentino que pasó sin pena ni gloria.
Y ahora viene lo del "Piojo" que es la completa caracterización de nuestra idiosincrasia porque el deportista aquí, no sabe que está expuesto a todo tipo de situaciones y que nunca pone bien firme los pies en la tierra quedándome bien claro lo que un día me dijo un amigo alemán de que si ellos tuvieran la extensión territorial de nuestro país, serían los más poderosos del planeta.
