Siglo Nuevo

Intensa mente

En contacto con las emociones

Intensa mente

Intensa mente

Alejandro Rodríguez Santibáñez

La nueva película de Pixar sorprende con una trama original, inteligente y muy emotiva. Dirigida a los pequeños, quienes disfrutarán la colorida animación y esos aspectos técnico a que tanto fascinan, pero igualmente es atractiva para los adultos.

Suele ocurrir que cuando se tienen altas expectativas para ver una película que previamente ha sido recomendada, la satisfacción final no llega a tanto. “Está bien, pero no tan buena como me dijeron”, es un pensamiento recurrente. También sucede al revés, se llega a la sala de cine con las expectativas bajas porque uno no conoce ni al director, a los actores o simplemente no se tiene referencia alguna del filme que está por verse, pero se abandona la sala más que entusiasmado, pues una grata sorpresa acaba de ocurrir.

En el caso de la nueva película animada de Pixar, Intensa Mente, las expectativas eran sumamente altas: primero porque tal casa productora nos tiene acostumbrados a grandes obras que incluso forman parte del mundo clásico del cine, como la trilogía de Toy Story, las dos de Monsters, Inc., y las sumamente geniales y bellas Up y Wall-E.

Segundo, porque la crítica en Estados Unidos venía tratándola bien, y el hecho de que las emociones en el cerebro de una niña fueran los personajes principales de la historia, se antojaba para un filme animado muy original. Al final, el resultado de Intensa Mente no sólo cumplió lo que se esperaba, sino que me dejó perplejo por lo bien documentado que está el guión en las áreas de psicología, historia, literatura, arte y hasta filosofía, tratándose de un filme 'AA', es decir, dirigida principalmente para niños muy pequeños.

De modo que en este texto se analizarán cuatro puntos o referencias que hacen esta película tan valiosa. Ojo, en el último apunte se estará desmenuzando el final de la historia, que sirva esto como advertencia por si el lector aún no ha sido espectador en la sala de cine y no se nos acuse de aguafiestas.

LAS EMOCIONES

En definitiva, los seres humanos tenemos más de cinco emociones, pero se pueden resumir perfectamente en las cinco elegidas por los guionistas de Intensa Mente: Alegría, Tristeza, Temor, Enojo y Desagrado. Como se puede ver, son cuatro emociones negativas y sólo una de valor positivo: Alegría, quien será de alguna manera la que tome los controles de Riley, la niña de 11 años donde viven tales personajes, pues, en esencia, un infante pasa la mayor parte de su día alegre.

Eso cambia conforme el niño comienza a crecer para asomarse a la adolescencia y es aquí el punto medular de la película, que trata, sobre todas las cosas, sobre el paso de una niña que va tornándose en adolescente y el difícil manejo de sus emociones, recuerdos y pensamientos que eso conlleva. Haciendo de lado, metafóricamente, a la alegría y a la tristeza en la mente de la niña sólo queda el temor, el enojo y el desagrado, como suele ocurrir en la pubertad, en esa búsqueda del niño-adolescente que no sabe lo que quiere, pero en definitiva sí sabe lo que no quiere. Es cuando comienza a desaparecer el mundo anterior, la infancia, y de los momentos presentes y vívidos se van desmoronando para convertirse en lejanos y melancólicos recuerdos.

EL PENSAMIENTO ABSTRACTO

Qué afortunado e interesante es el momento en que Alegría y Tristeza viajan a la parte del cerebro en donde habita el pensamiento abstracto, cualidad tan necesaria en la psique humana (es en donde funcionan las matemáticas y el arte, por ejemplo) y tan desarrollada e importante en la mente del niño. Ahí, ambos personajes, junto a Bing Bong, el amigo imaginario de Riley, que ya las acompaña, transformarán su cuerpo a la manera de pinturas de Picasso, Miró y Dalí, principalmente. Y no sólo eso, jugarán con sus propias dimensiones, dejando los tres de tener volumen para volverse bidimensionales, lineales, hasta llegar al simple punto. Un viaje exótico que bien podría llamarse surrealista y hasta psicodélico, para algunos 'malviajados', aunque no sin razón.

EL VIAJE AL HADES

En toda la literatura occidental, el descenso al Hades simboliza un viaje al inconsciente. Son muchos héroes y personajes los que han realizado metafóricamente tan difícil travesía. Desde Orfeo en el mito griego más antiguo, pasando por Ulises en La Odisea, Eneas en La Eneida, Hércules dentro de sus doce trabajos y, en épocas más recientes -es un decir-, Dante en su viaje por el infierno. En todos los mencionados, el viaje al inconsciente es hacia abajo, hacia las profundidades, hacia lo tenebroso, pues es en donde se esconden los miedos negados, los pensamientos olvidados, lo que la mente activa no quiere recordar o mantener a la luz.

En el caso de Tristeza, Alegría y Bing Bong tienen que ir al pensamiento inconsciente para despertar el miedo más arraigado que la niña tiene, pues les es necesario hacerlo para activar de nuevo el 'tren del pensamiento' que los llevará de nuevo al control de las emociones centrales.

Llama la atención cómo el descenso al inconsciente coincide con lo descrito por los poetas de la antigüedad: oscuro, fantasmagórico, tétrico, como cualquier viaje interno que cualquiera de nosotros pueda hacer para no sólo examinar, sino al menos conocer, lo que esconde nuestra mente en sus rincones más perdidos.

Una bella analogía de La Odisea es cuando los tres necesitan despertar al 'pesadillesco' payaso al que la niña tanto teme, para que dentro de su furia, sea él quien abra la puerta de salida del mundo inconsciente. Lo mismo ocurre con Ulises en la cueva del cíclope Polifemo, a quien tienen que provocar cegándolo de su ojo para engañarlo y así salir con vida de esa cueva de horror y muerte.

INTEGRAR LA TRISTEZA

Durante todo el relato, las emociones tenían prohibido a tristeza tocar cualquier cosa, pues objeto o pensamiento que sostenía, lo tornaba en un recuerdo triste. Es sobre todo Alegría la que niega en todo momento a Tristeza, podría decirse que su misión principal es impedir que Tristeza entre en contacto con los pensamientos de la niña, pues es imprescindible que estos permanezcan alegres y no tristes.

El problema de la psique de la niña no se va a resolver hasta que todas las emociones, incluida la niña en su toma de decisiones, dejen de negar la tristeza y la integren como parte importante del pensar y sentir humano. Negar lo que sí existe, hacer de lado un sentimiento tan poderoso como es la tristeza puede ser perjudicial a la larga; si no se es consciente de ella, se integra y se sabe manejar, termina por explotar por el lado menos esperado y en el momento menos indicado.

¿Qué es lo que sucede? Se le permite a Tristeza tomar el mando, tocar las cosas, los recuerdos infantiles, los momentos agradables, lo intocable hasta hace poco para ella y transforma así la vívida y feliz infancia en ahora un recuerdo lejano, melancólico e irrecuperable. Lo más valioso del presente se vuelve lo más triste del pasado y es ahí el momento clave de la película en que la niña deja de ser niña para dar sus primeros pasos a la adolescencia. Pero siempre y cuando la tristeza esté integrada y no negada, esa es la gran enseñanza de la cinta.

PARA TODA LA FAMILIA

Aunque la cinta está dirigida principalmente a niños pequeños, no deja de ser interesante y ofrecer gran comicidad para el público adulto, pues la historia está llena de referencias inteligentes que enriquecen el contexto de la historia. Como siempre hace Pixar, no hace caricaturas para niños, sino auténticas películas (en este caso animadas) para todas las edades, preferencias e inteligencias, pues un producto tan excelentemente realizado siempre será para todo público conocedor.

Twitter: @AlexRodriguezSa

Intensa mente
Intensa mente
Intensa mente
Intensa mente
Intensa mente
Intensa mente
Intensa mente
Intensa mente

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Intensa mente

Clasificados

ID: 1137856

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx