Llegan seleccionados en medio del caos

En medio de un desorden total, la selección mexicana de futbol regresó esta tarde a la capital del país procedente de Estados Unidos, donde este domingo consiguió la Copa Oro al vencer en la final a su similar jamaiquina.

Mientras algunos jugadores como Guillermo Ochoa, Carlos Vela y Francisco Rodríguez abandonaban la sala de aduanas por otro lado, algunos como Héctor Herrera y Oswaldo Alanís lo hicieron por donde estaba la prensa y un nutrido grupo de aficionados.

Entonces se enfrentaron a una marea humana entre aficionados y periodistas que luchaban codo a codo y a empujones, por el autógrafo y la foto los primeros, y por la declaración y la imagen los segundos, lo que derivó en un caos total.

De forma lamentable, se registraron algunos golpeados por ambos bandos, sin que nadie lograra imponer el orden, por lo que las cosas estuvieron cerca de salirse de control pero afortunadamente la situación no pasó a mayores.

Ya se ha hecho costumbre que los seleccionados, vaya como vaya el equipo, se nieguen a dar declaraciones o se vayan por otro lado, sin que ninguna autoridad de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) trate de establecer protocolos.

Por ello, todo era correr por los pasillos de la Terminal Dos del aeropuerto capitalino, en busca del jugador que diera sus impresiones de la obtención de la Copa Oro y del supuesto enfrentamiento entre el técnico nacional Miguel Herrera y un comentarista de televisión.

Sin embargo, tanto Héctor Herrera como Oswaldo Alanís dijeron desconocer cualquier cosa sobre el presunto incidente y abandonaron la terminal ya sin el acoso de la prensa, pero sí con el de los aficionados que buscaban el autógrafo y felicitarlos por la obtención del título.