Una recomendación general es llevar siempre un salvavidas cuando se visitan playas o balnearios. (ARCHIVO)
Prácticamente desde que los humanos se lanzaron al mar, surgió la necesidad de contar con alguna herramienta que les permitiera cumplir su objetivo sin ponerse en riesgo y, aún en estos días, esa herramienta sigue vigente en utilidad.
Se trata del salvavidas, definido como un flotador de forma anular que permite sostenerse en la superficie del agua.
Según se sabe, los primeros intentos por conseguir un apoyo para mantenerse a flote en el agua fueron obra de marineros noruegos, quienes usaron tablas de madera o de corcho.
De acuerdo con el portal "Muy Historia", es a un personaje únicamente identificado como el capitán Ward, del Reino Unido, a quien se le atribuye la invención del salvavidas moderno.
Esto ocurrió en 1854, cuando Ward diseñó un traje de corcho para llevar a bordo de los botes.
Ahora, pasados algunos siglos, se fabrican "dispositivos de seguridad más sofisticados, como el clásico con forma de aro -algunos hasta incluyen cuerdas y un sencillo sistema de propulsión para guiar desde la orilla a la persona en apuros-, o los chalecos con cámara de aire que nos enseñan a utilizar las azafatas en los aviones, (aunque) el último grito es el llamado Sistema de Localización y Seguimiento Hombre al Agua, con GPS integrado", señala la fuente mencionada.
